jueves, 30 de septiembre de 2021

"La que carga la fama y no la más alta". Ubiña

Algo que no cambia nunca, por mucho tiempo que pase ni muy lejos que vayas, es lo rápido que llega el final de los buenos y contados días del año; y está tampoco es excepción a pesar de a ver sido unos días diferentes alejados de las alturas como acostumbramos. Pero nos hemos guardado para el final la mejor de todas las partes, que ya ha comenzado por los paredones verticales de Quirós y que nos adentrara en lo mas profundo del macizo de Ubiñas, buscando la cima  no la mas alta, pero si una que esta en esa lista que vamos adelgazando que da nombre a estos impresionantes parajes.

Irradiando energías después de días de relax activo por las costeras tierras del macizo cantábrico, ponernos en pie en medio de la estrellada noche, no supone ni mucho menos un esfuerzo. Algo desacostumbrados de las faenas a estas horas, lentamente nos ponemos a la moda fast & light del momento y en el ultimo día que nos queda, nos alejamos más si cabe de casa y partimos hacia el recóndito pueblo de Tuiza de Arriba.
Escarpadas siluetas nos van arropando en los coletazos finales de la noche y junto a otr@s poc@s, también en nuestra misma onda, quedamos prendados bajo la punta que asoma tras el último reducto de rural civilización. Sin dar tiempo a que se nos note, ni a que madruguen los lugareños; con el comienzo del alba a nuestra espalda, nos lanzamos a toda maquina a la conquista de la cima de Ubiña.

Recobrando las buenas y viejas costumbres, en medio
penumbra despedimos el pequeño pueblito de Tuiza
de Arriba y nos dirigimos por el señalizado camino
de verano al refugio del Meicin, siendo sorprendidos
en medio de los salvajes "praus alpinos"
por el resplandor del amanecer ...
...que prende en llamas lo más alto de las escarpadas alturas y con la puntiaguda cúspide de Ubiña como farolillo, arreamos todo pindio entre campos de trabajo y pastos de ganado a la par del cobijo de las paredes de los primeros 2000s de Ubiñas...
... saliendo a un pequeño circo lleno de más llamativas cumbres, donde todas y cada una nos tienta con su esbelta verticalidad ...
... pero fieles a lo nuestr@, continuamos hacia la gran pirámide que se erige al completo ante nuestros ojos y llaneando sin perdida con los primeros rayos de sol por la marcada "autopista" sobre mullido suelo "espolvoreado"  de bloques calizos...
Foto de Leyre
... llegamos al refugio del Meicin y a casi los
 pies de la gran Peña Ubiña.  A POR ELLAA!!!
Acompañados por algún que otro "cornudo lugareño" y
pisándonos los talones por muy breve lapso de tiempo
dos corredores, que nos adelantan a la velocidad de la luz ... 
Foto de Leyre
... arreamos a nuestro ritmo "holgado", siguiendo las pisadas trazas
de embarrados senderos sobre las cuestas de la Guarida y ganando
500 m de altura sin tregua entre las vertientes occ. y or. de
 las peñas Cerreos y Ubiña ...
... damos al coll. de Alto Terreros, con más de la mitad del empinado "trabajo" finiquitado .
Buscando la agradable calidez del sol y sin suerte de un cobijo frente al viento; detenemos la marcha por un breve momento para recobrar aliento, desayunar escuetamente y apreciar el impresionante panorama que nos traíamos a la espalda ...
... antes de alzar la mirada a la gran cara
E de Ubiña que se interpone entre nosotr@s y la cima.
Con casi toda la montaña para nosotr@s, "armados" de muchos ánimos y todavía más paciencia, atacamos de recto la tremenda pala sin cruzar la alambrada; que "saltamos" al poco y zigzagueamos  por marcado camino sobre el firme combinado de pasto y piedras  rumbo a los farallones rocosos ...
... dejando abajo el amplio y verde valle de Riotuerto, 
 "gobernado" por la pequeña Ubiña ...
...  metiéndonos en un amplio y "desmenuzado" canalizo pedregoso;
por el que "sumando dos pasos y restando uno" seguimos subiendo
todo tieso a la vez que esquivamos piedras que tira algun@ que baja
 y evitamos tirar nosotr@s ...
Foto de Leyre
... acabando montados sobre el filo somital y cresteando sin
dificultad alguna, hollamos la cima de Peña Ubiña (2411 m).
Foto de cima en Peña Ubiña (2411 m).
Compartida la cima con solo otra pareja; tomamos buen asiento, nos hacemos con mejores manjares y disfrutamos del prácticamente desconocido espectáculo montañoso que nos rodea. Al O y al N tierras leonesas pegadas a las asturianas, y entre medias la linea de dos miles de Ubiña que las separa, con la mole de Praú Capón en primer termino ...
... hacia el E y el S, más de lo mismo. El valle de Riotuerto que se extiende a nuestros pies y dominando sobre él Ubiña Pequeña y Peña Cerreos; mientras en la lejanía quizá Picos de Europa?, Montes de León? ...
... y quedando para lo último, el tornar la mirada al valle de Güerna,
para ir poniendo a la cabeza en situación de que el final se ve demasiado cerca.

Tras el grato rato de cima de los de disfrutar con calma de ella  que por y para algo subimos hasta allí arriba a pesar de ir con el "chip de runners", empezamos a bajar con delicadeza entre los farallones rocosos y su roto terreno que casi va despeñándose a nuestro paso hasta tocar suelo solido y en eso que nos "desmelenamos" zumbando en picado sobre nuestras pisadas y poco gentío al Meicin; donde tras un corto repostaje afrontamos a toda mecha, teniendo que sortear a mucha y amable gente que nos deja paso, la rampa final que nos devuelve a Tuiza de Arriba añadiendo la cima de Ubiña al "palmares" .. aunque sumando más a la famosa lista.
Foto de Leyre
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martes, 28 de septiembre de 2021

Escalada Valle de Quirós. La Selva

Una eternidad de tres días  
tres buenos días, todo hay que decirlo ;-)  alejados de esos salvajes lugares que nos hacen soñar despiertos, han merecido la pena para conocer nuevos horizontes. Y sin dejar de descubrir, tras mucho tiempo detrás de ello como de otras tantas cosas , nos dejamos caer por el parque natural de Ubiñas y La Mesa. Una primera toma de contacto que precede a muchas más aventuras por estos lares, después de vernos encandilados por cada milímetro con tan solo con llegar a ellas.
Resistiendo la tentación de "atacar" a todo aquello que se levanta lo más mínimo del suelo, visitamos de primeras el valle de Quirós para una transición de vuelta a la montaña tranquila y a la vez "emocionante".. tan emocionante que nos va a llevar sin los pies en tierra firme y colgados por las paredes de una de las grandes escuelas de escalada Asturianas, las paredes del Llano de Quirós.

Paredones de El Llano, Valle de Quirós. Buscando probar nuevas verticalidades.
Ajustar gatos y a la diversión ...
... metiéndonos en la pared del sector La Selva; que nada más subir la primera
 via facilita, para tantear terreno, nos deja prendados con las vistas que
 se extienden a nuestra espalda.
Leyre escalando Semos Peligrosos (V).
Apunto de entrar a una bonita via sin nombre (V).
Bien de magnesio que se viene lio.
Leyre en El Petirrojo (6a).
Cerrando una nueva jornada de colgados en El Petirrojo (6a), que siendo sincero a pocas nos deja sin brazos.. TOCA SEGUIR DANDOLE DURO Y AVANZANDO!!!
Foto de Leyre
🗻Del Rìo🗻

sábado, 25 de septiembre de 2021

Vuelta acantilados y bufones del Infierno

Viviendo en nuestras propias carnes el recibimiento más típico en las verdes tierras Asturianas a base de agua a granel, una vez más y ya no sabemos ni cuántas van de estas, nos "perdemos" un rato por los esculpidos parajes calizos de la costa entre Llanes y Ribadesella. Cuando la luz va empezando a apagarse, nos retiramos a uno de los tranquilos rincones cerca de los acantilados; asentándonos como campamento para la noche y punto de partida para por la mañana. Mientras rematamos los preparativos para otra jornada de "montaña costera", el mundo también va "poniéndose a tono" con otro diluvio que no hace más que alimentar el barrizal ya existente. Forzados a concienciarnos para mucha "diversión", terminamos por sumirnos en profundos sueños, pero ya con los ojos cerrados.

Con nula espectacular empieza un día gris; que debería invitar poco a salir, pero aquí ya ni con esas. Irremediablemente calzamos zapatillas y sin dar oportunidad a desayunar, a horas en que la gente normal ya podía estar también deambulando, emprendemos otra andanza por los parajes del límite costero del Cantábrico sin un alma a la vista y más fresco del que veníamos acostumbrando.

De nuevo las más grandes montañas adornan tan solo el fondo de nuestro marítimo escenario y desde el discreto asentamiento en el que hemos pasado la noche , eligiendo
uno de los multiples caminos sobre el herboso terreno; nos vamos alejando de tierra firme, paseando y entrando un poco en calor hasta plantarnos sobre las aguas del cantábrico.
En el mismo borde de los impresionantes acantilados del infierno,
esculpidos por el tesón de las aguas del mar, encaramos 
 al trote con rumbo de vuelta hacia Llanes ...
... cercados a un lado por mucho
verde y los punzantes "escayus" ...
...  y al otro el asombroso abismo sobre "el azul",  avanzamos a su par y a
la carrera por un arenoso camino sin perdida, superando las pequeñas
 e insignificantes irregularidades del costero terreno ...
... que empieza a mostrarnos su espectacularidad con los islotes de Palo Verde y Palo Pequeño desde la punta de Palo Verde ...
... pasando por la ensenada de Oliencu, con su bonito arco y resistente monolito ...
... siguiendo con más curiosas formaciones en los acantilados de Tuzarrizu, tras los que terminamos en las cercanías de Cuerres, en la frontera entre Llanes y Ribadesella.
Por un momento nos detenemos en la verde explanada de los bufones de Guadamía, admirando la hendidura esculpida por las aguas del rio homónimo y al otro lado la zona de los bufones de Pría ...
... y volviendo la cabeza atrás una última vez, vemos las esculturas calizas que el tiempo y el mar han dejado sobre los bonito acantilados que nos separan del desenlace del famoso rio Sella.

Marcando nuestro siguiente objetivo en la otra orilla del rio, corremos
a la playa de Guadamía y nos damos de morros con la ingrata sorpresa.
El nivel del mar esta alto y la playa junto a nuestro camino de paso,
estan sumergidos ; frustrando el plan de ir hasta los bufones de Pría.
Al momento intentamos buscar alternativas y solución, pero no vemos
nada factible y el tema queda pendiente para después. 
Saltando la segunda y muy bonita parte , nos disponemos a volver
 por el interior de estas tierras marítimas corriendo por estrechas y solitarias carretereruchas entre campos de labranza y antiguos hórreos ...
... uniéndonos al camino de Santiago del Norte,
en el que dejándonos llevar por su "corriente",
llaneamos hasta el comienzo de la vuelta a los acantilados
del infierno
al que le ha faltado una bonita parte; lo que nos
 hará despedir la costa un poco más tarde de lo pensado ..
pero nuevas montañas estan por llegar.














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miércoles, 22 de septiembre de 2021

Circular faros del monte Buciero

Un mes de agosto "duro" y bueno a partes iguales por las más grandes alturas de nuestro entorno, también conlleva traerse alguna "consecuencia". Tanto, ha llevado a colmar el límite y se clama un cambio de aires radical; por lo que los grandes planes que había por Picos de Europa serán para una próxima vez.
Decidiendo desplazar el destino, para unos días de desconexión mundial, un poco al norte y al Oeste de la primera y escarpada idea; empiezan unas "tensas" negociaciones. Una tira y otro afloja, el uno que tira ahora y por el otro lado aflojan; al final llegamos a la conclusión de que cada cual a su manera, con apenas discrepancias, queríamos lo mismo y que HAY TIEMPO PARA TODO pero no hueco en la maleta

Perjudicados tan solo mochilón y botas que se quedan en casa, después de que uno haya "perpetrado" el evento más importante de su año; partimos a la contra de lo que acostumbramos en busca de las tierras bañadas por el Cantábrico. Fuera de nuestro hábitat natural, cuando el día ha llegado a su fin hace rato, tras cruzar País Vasco damos a  orillas del mar y al poco de entrar en Cantabria, en un paradisíaco saliente de tierra en Sonabia, plantamos campamento a salvo del oleaje pero no del mecer del viento para toda la noche.
Justo en el descuento hacia el amanecer, estamos por dar la última lazada a las zapatillas y empezar maravillando a los sentidos con el salir del sol tras el infinito horizonte marino. Una vez instaurado el nuevo día, "plegamos con la música a otra parte" antes de que empiece el gran movimiento turístico. 
Corto viaje entre rías, marismas y vuelos de gaviotas recaemos en Santoña; el pueblo con las mejores anchoas del Cantábrico, pero sin intenciones de corroborar esto, seguimos a lo nuestro.. que tampoco nos llevará a la playa ni a las alturas y nos dejara en un término medio para dar un sentido más amplio a aquello de "ir al monte".

Alejándonos más todavía de las anheladas alturas a la par de las aguas del Asón ...
... caminando todavía con sosiego y en 
bastante compañía, pasamos de largo el fuerte de
San Martin y dejando el "amparo" de Santoña,
conquistamos entre mucho verde y poca gente
las ruinas del fuerte de San Carlos.
Tras perdernos un poco entre los viejos muros,
vigilados por algunas cabras vamos a
 parar al buen camino del faro ...
... por el que sin perdida y en rumbo ascendente, recorremos las sinuosas laderas
del pequeño
en altura monte Buciero por donde nos mandan algunas marcas y postes entre la espesa vegetación , que se apodera totalmente del entorno ...
... pudiendo contemplar ,solo frente a la llamativa aguja del fraile, el bonito horizonte que se abre desde el limite de tierra firme ...
... y algún que otro paredón calizo y tentativo ...
...  hasta que llegamos a un marcado cruce, donde un cartel nos
advierte a la derecha de los 763 escalones al faro del caballo.
Sin pensarlo demasiado nos tiramos a ellas, bajando a toda
pastilla los primeros escalones y cuando se ponen "
pindios muy pindios"; seguimos bajándolos a ritmo
cuidadoso a la vez que nos sumergimos en un rincón salvaje ...
Foto de Leyre
... que culmina casi tocando las aguas del cantábrico, en el Faro del Caballo.
En el curioso rincón del Faro del Caballo,
tan bonito como sucio.. +respect  -homo_cerdus.
Respirando paz y tranquilidad, lo primero que ven nuestros ojos es toda la suciedad que rodea al faro y una vez más "ensombrecen" la belleza de estos impresionantes rincones costeros del cantábrico ...
... donde a pesar de todo,
las aguas se ven cristalinas  ...
... e incluso dando la espalda al mar, nos llegamos a sentir como si estuviéramos rodeados de verticales y pequeñas montañas. Al final nos va a gustar el mar también 😋 .
Quemando hasta la primera papilla y machacando las piernas,
volvemos por las tiesas y en este sentido más largas escaleras
al cruce que advertía de la paliza; continuando a la drch con la
vuelta de los faros, en un rápido y divertido descenso a la sombra del encinar ...
... entre el que podemos ver la apacible infinidad del mar azul ...
... llegando en un abrir y cerrar de ojos al lado del faro del pescador  ...
... donde tomamos la carretera a la par del mar y en el sentido de más esfuerzo nos acercamos hasta ver desde lejos la playa de Berria; seguido del penal de Dueso, que vemos de demasiado cerca pero por lo menos desde el lado "bueno".
Intentando que no parezca una fuga,  tranquilamente nos alejamos de los muros que privan de la libertad y junto al antiguo polvorín de Dueso ponemos rumbo tieso por  buen rato siguiendo un cómodo carretil y escasas marcas de PR hasta dar, lejos todavía de lo más alto del Buciero, con el polvorín del Helechal  y el comienzo del final.
No habiendo hecho casi ni sudar ni mucho menos ganas de almorzar, apuntamos  ya de vuelta a Santoña ,sin todavía verla, y desbocando a las piernas cuesta abajo por una carreterucha sobre las laderas orientales de la pequeña elevación costera, mientras dominamos sobre las civilizadas marismas,  ponemos el broche a una bonita e inusual vuelta de trail por los parajes marítimos de Santoña.
🗻Del Rìo🗻