miércoles, 29 de enero de 2020

" Asalto al CASTILLO (2346 m) blanco"

Ahora sí que sí.  Ahora estamos todos puestos a tono. El terreno, con una buena manita de  "la amiga" Gloria, se ha quedado blanco y elegante como mandan las normas que no están escritas. Por otro lado estamos nosotros con "más pena que gloria" y más ganas de salir que un león de correr libre por la sabana.  Pero siempre hay un pero. Para empezar tal y como nos pintan las cosas por tierra y aire; toca no precipitarse, ser conservador y esperar que el manto que se vaya acomodando. Cosa que apriori y según las predicciones, podría ir dándose a lo largo del fin de semana y para el mejor día ,el domingo, darse unas condiciones aceptablemente buenas. Sabiendo esto, nos ponemos manos a la obra, dejamos un plan  preparado y permanecemos atentos a toda noticia fresca. 
La impaciencia nos puede y somos incapaces de esperar a que la información nos vaya llegando, saliendo a investigar el panorama. De primeras ya da al ojo, todo blanco sobre los 1400-1500 m y eso suma puntos. Por otro lado la información que nos acaba llegando, más bien tira hacia la dirección contraria; pues aunque nos comentan que el manto se nota estabilizado, la nieve está intratable y deja poco que disfrutar. 
Con lo que sabemos, deberían quedar las cosas más claras; pero llegado el momento de tomar decisiones, lo único seguro es el destino y que quedan listos para la acción esquís y botas para ir a pie.

Durante la noche algunas nubes han hecho de las suyas, lloviendonos abajo y nevando algo por arriba; lo que nos hace de par de mañana ir en contra de los loc@s del powder y alejarnos del jaleo. Rodeados por nubes , que en principio debían haber sido menos, nos metemos de lleno bajo su sombra tras pasar Hecho y una vez entre las moles de los valles occidentales, desaparece todo rastro de gente, llegando a la par del camping de Oza y viéndonos más solos que la una.
La primera impresión es poco alentadora, muchas nubes y poca nieve ,lo que nos hace decidirnos por sacar las botas e ir a pata. Al poco de echar pie a tierra, las nubes empiezan a moverse y dejar ver los blanqueados Lenito y Peñaforca; provocando que deprisa acabemos con los preparativos y vayamos a ver si EL se deja ver. Justo ponernos las mochilas y llegan algun@s otros valientes, viéndonos salir a la aventura.

Castillo d' Acher Invernal desde Selva de Oza
26 Enero 2020Ascenso invernal a la Pta. sur del Castillo desde Selva de Oza. Fuertes pendientes en el acceso al valle colgado y "corredor" final. Datos GPS: 11'6 km; ± 1260 m; 8-9 h.

Difuminado entre nubes se alza blanco e inexpugnable nuestro objetivo, el Castillo d' Acher  ...
... del que nos separa la frondosa selva de Oza, y cojiendo el camino de verano 
bajo la lucha de sol y nubes, emprendemos el trayecto ...
... ascendiendo sin tregua y en tranquila soledad por la vaguada del bco. Espata, "adornada" por un ambiente otoñal y una divertida senda muy embarrada ...
... que también nos hace saltar algun obstáculo en medio del camino ...
... hasta que a nuestra espalda, pegados a las aguas de Espata, volvemos a divisar las alturas de Alanos y la nieve hace acto de presencia.
Cruzadas las aguas, el blanco domina y siguiendo un traza perfecta, afrontamos el último y tieso tramo entre arbolado ...
...  al que le sigue un poco más de "sudada" por terreno abierto, llevándonos a las impolutas Lomas de Codero d' Acher ...
... donde nos vemos cara a cara con los farallones más occidentales del Castillo.
Lo que esperábamos un paseo por las suaves lomas entre Acher y Costatiza, se torna un blanco infierno; en el que avanzamos poco a poco, abriendo huella y desmoralizandonos a cada paso, consiguiendo llegar a los pies de la vertiente S.
Foto de Leyre
Casi sin aliento y con un rugido que emerge del interior, hacemos una parada obligada para reponernos, decidir seguir hasta donde podamos e intentar apreciar el panorama, aunque las nubes hacen de las suyas con la Sª Alanos
Viendo lo que queda, no pinta nada claro que vayamos a conseguirlo. Dos que nos seguían, nos pasan y tiran al recto hacia la pared; tocándonos seguir abriendo camino e ir ganando las faldas entre acumulaciones de nieve y zonas peladas ...
... hasta que cerca de los paredones y en el momento de cambiar de dirección y sacar hierros, un par de grupos nos pillan y compartimos esfuerzo para seguir cojiendo altura entre nieve y rocas ...
...dandonos de paso el lujo de disfrutar un poco de lo que "nos guarda las espaldas", Costatiza , la Sª de Agüerri y las nubes que vienen de oriente ...
... volviendo a "cojer la cabeza" tras las trepaditas en roca y con el terreno tornándose cada vez más tieso, sacamos fuerzas de donde no las hay y "apretamos" por el "palón" en busca del punto débil de la muralla, que vemos tras una buena repisa blanca para recuperar.
En lo último las nubes nos comen y junto a otro compañero, en horas de más bien bajar,  dejamos atrás el fondo gris atacando el corto y exigente canalón ...
... saliendo al "limpio" valle colgado del Castillo d'Acher, llegando también el momento de tomar una decisión. Seguir o no seguir??
La cima principal cubierta por las nubes, la descartamos y a pesar del "paquetón" sin estrenar, tiramos de primeras solos por la arista en un esfuerzo casi interminable de sube y bajas ...
... culminando con otra pareja en la Pta. Sur
del Castillo d'Acher (2346 m)
, no viendo "tres en un pimiento".
Cima en la  Pta. Sur del Castillo d' Acher (2346 m)
👆 y Leyre

De vuelta ya, la cima se despeja pero la hora corre en nuestra contra ...
... tocando apretar las tuercas y siguiendo la autopista de huellas sobre nieve húmeda, perdemos altura a toda pastilla pero con pies de plomo y sin casi esfuerzo rumbo a "tierras menos invernales" ...
Foto de Leyre
... quedando atrás al vernos otra vez envueltos por el bosque de Oza, a la vez que despedimos al ahora soleado Castillo d'Acher. Tocará volver a por su cima principal !!
Todo parece vendido, pero hasta el final no se puede bajar la guardia y el descenso, fácil, por la senda resulta algo "accidentado"; aunque sanos y salvos con los últimos coletazos del sol regresamos al inicio en Selva de Oza ...
...quedando solamente darle un cierre
por todo lo alto a la dura jornada de montaña.















👆#DeL RìO#👆

miércoles, 22 de enero de 2020

"Una montaña entre nieblas": Mendaur (1134 m)

Ni nos trajeron nieve ni leches "los reyes" , aunque lo arreglaron con una semana entera de travesías. Llena de calores y dolores como agujetas, que hicieron todo un infierno el ir de la cama al sofá y del sofá a la cama; y que para más inri se vio rematado con unos días de quedarse en cualquier sitio menos en casa. Pero nada es para siempre y todo pasa; solo que cuando se dice todo, es todo. Como si fueran de la mano, males y anticiclón se dan el piro y dan paso a las ganas, la borrasca y las opciones reducidas. Los ingredientes son los que hay y con ellos hay que intentar salvar la situación. 
Empieza así un bucle casi infinito de mirar y remirar los partes, que van cambiando a cada actualización y transmiten cada vez más inseguridad.  Hay a quienes ya les han saltado las alarmas con lo que se espera, otros mientras hemos sacado las botas y preparado las mochilas; faltandonos solo decidir el destino. Como es la inspiración; que lo mismo sale de un libro ,de una foto , de un reportaje o del queso que tienes en la nevera. Así mientras la madre naturaleza sigue "montando" el blanco y alto escenario; echaremos, con aroma a queso, una fresca mañana por las salvajes montañas de Malerreka.

Al son que marca el viento, "bailan" las nubes que adornan el inicio del nuevo día con un cielo medianamente azul que nadie había predicho. Lo malo es que con el frío han acertado, no se ha perdido por el camino y se nos ha unido.
"Protegidos" hasta las orejas, seguimos con el plan y salimos hacia las tierras bañadas por el Bidasoa. Sin ningún tipo de disimuló, las nubes van haciéndose hueco de tal manera que después de pasar los túneles de Belate, al más puro estilo del cine, dominan al completo el panorama. Aunque algún rayo de sol esperanzador se cuela entre ellas. Tras remar un poco a contra corriente del EzKurra, paramos en las faldas del Mendaur que con las nubes juega al escondite. Nosotros nos calzamos las botas y vamos a ver si lo encontramos en esta mañana tan invernal.

Vigilados por una cuadrilla de gallinas que nos "despachan" del barrio de Auritz, nos unimos a las GRs 11 y 12 por buen camino entre prados y bordas ...
... dónde sólo nos cruzamos con unas cuantas ovejas que bajan a por el desayuno y nosotros en sentido contrario dejamos a nuestros pies el valle del Ezkurra que parece querer ver el sol ...
... pero huimos de él cual vampiros, y enfilamos hacia las cubiertas alturas al salir a una pista que trunca la bonita subida.
Menos de un suspiro dura el recorrido por la pista; pero en vez de restar, justo antes de volver a la senda, suma con un bonito rincón algo escaso de agua.
Al poco de cojer la senda, dejándonos llevar por las marcas, pasamos una última borda y seguido un puente comido por la vegetación ...
... metiéndonos de lleno en el espeso y otoñal hayedo, 
cubierto por un grueso manto ...
... difícil de esquiar, escuchando nada más que el crujir de las hayas por el viento  remontamos la larga subida por las faldas de Ganbelar en paralelo a la vaguada ...
... y al cordal de Oltzorrotz, que va dejando  volar las nubes que lo cubren ...
... hasta darnos de frente con el muro del embalse de Mendaur.
La presa poca agua retiene, aunque por el otro lado nos frena el avance del "buen tiempo" ...
... dejando al Mendaur sepultado entre grises nubes.
Bordeado el seco embalse, afrontamos el último trozo de la GR acercándonos al dominio de las nieblas por los pastos occidentales de Mendaur ...
... teniendo que luchar contra el viento para llegar al Coll. de Buztizko, adornado con un bien amarrado menhir ...
... y al fin entrever momentáneamente nuestro objetivo,
el Mendaur.
Soplando a favor, que nos deja "pajaricos" y el terreno erizado ganamos las últimas y resbaladizas cuestas de la pirámide cimera ...
... terminando por unas escaleras al cielo, que a nosotros nos llevan
al cobijo del refugio de la ermita de la Trinidad.
Después de lo importante, llenar el buche y calentar el cuerpo,
si que si llegamos a lo alto de Mendaur (1134 m).
Foto de rigor en la grisácea cumbre de Mendaur (1134 m).
Leyre y
👆

Tanto el aire como el frío invitan a quedarse poco, e igual que alma que lleva el diablo tiramos hacia abajo siguiendo nuestros pasos ...
... viéndonos sorprendidos a medio camino por un sol radiante, dando ganas de dar media vuelta ...
... pero ya es tarde para nosotros
 y "las vigilantes" pasan revista ...
... para regresar al bonito barrio de Ituren, dando fin a una fresca y gris mañana de invierno a la espera de que cambie el colorido.















👆#DeL RìO#👆