Hay proposiciones a las que no se puede decir que no, pero tampoco que si; a pesar de que las ganas, ganan por goleada. Y es que en contadas ocasiones se da que no tengamos un plan ya y se nos plantee la posibilidad de pedalear por los peculiares parajes bardeneros. Pero esta vez toca decir que no, pues otros propósitos nos traemos entre manos . Esto nos deja en un término medio, de no ir a cansarse, pero sí de ir a llenar el buche. O eso es lo que de cara al "público" puede parecer.
"Detrás de las cámaras" y en "el tintero", desde hace tiempo, estaba el volver a patear las bardenas. Ya que de vez en cuando no está de más un cambio de aires, aunque más bien lo que cambia es el escenario, pues hasta en las "dunas" más altas de nuestra geografía seguimos con la intención de subir y subir hasta que no haya donde poder echar más pie. En concreto, esta vez regresaremos a la zona del Piskerra y Rallon; que si echamos un ojo atrás, muy atrás, estuvimos allá en los inicios de Etxabakoitz y lo que a llovido desde entonces.
Transcurriendo la semana, empieza un efecto dominó que va tumbando sin tregua los planes. Primero vuelven las averías "mecánicas" y le sigue un cambio de tiempo que va a aguarnos "la fiesta". Pero una ficha se queda "que si que no" y ahí vemos un último rayo de esperanza.. que parece querer añadir algo de color.
De primeras por la mañana, el color no es el más deseado y ya en marcha llovizna tras llovizna nos hacen pensar en lo peor. De barro hasta las orejas, pero no hay vuelta atrás. Llegamos allá y no todo es tan malo. De lo que imaginábamos sólo hay un poco, e incluso tímidamente asoma en el horizonte el sol; lo que supone un reclamo para el gentío que ya se empieza a notar. Huimos rápidos de "lo turístico" y rodeando "terreno acribillado" llegamos en soledad absoluta frente al murallón que forman "las dunas" de la Bardena.
Mientras nos preparamos para salir, llega un buen grupo de franceses, que al igual que nosotros, perturban la paz del lugar infimamente. Y cuando ellos están con las tareas, aprovechando nuestra delantera, emprendemos primeros el camino.
Recorrido facil y sin apenas desnivel. Recorre el entorno de las cimas de Piskerra y Rallón, pasando por la atalaya y el paso de los ciervos. Datos GPS: 11'2 km; ± 300 m; 3-4 h.
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Dejando "la diana" y la llanura de la Bardena a nuestras espaldas ... |
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... cojemos ancho camino por "territorio comanche", por el que llaneamos hacia las alturas del cordal Piskerra-Rallón ... |
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... no tardando en adentrarnos en sus esculpidos y laberínticos "pasillos". |
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Siguiendo el más amplio de los canalizos , damos con lo que en un pasado fueron escaleras y sobre ellas continuamos haciendo equilibrios ... |
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... desviandonos del camino a mitad de subida y llegando al último escalón , disfrutamos desde la atalaya de la panorámica S de la Bardena. |
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Al dar media vuelta , apuntamos al otro lado,
hacia la mole de Piskerra. Foto de Leyre |
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Volvemos al camino y nos alejamos de la atalaya , avanzando sin esfuerzos bajo fondo
azul y entre parajes desérticos adornados con multitud de surcos trazados por el agua ... |
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... e incluso "trampas"... |
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... por lo que sin bajar la guardia,
admiramos de nuevo el horizonte al S con el Moncayo "arropado"...
Foto de Leyre |
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... y cojiendo la evidente canal meridional de Piskerra, atacamos por una deslizante senda la primera rampa dejando a nuestros pies la plana del Rallon ... |
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... llegando al cabezo de Piskerra, donde a la izquierda tenemos un espectáculo panorámico.. |
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... y a la derecha "conquistamos" su cúspide norte, Piskerra (466 m). |
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En lo alto de Piskerra (466 m). 👆 y Leyre. |
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"Escopeteados" bajamos de la primera "duna" ... |
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... y continuamos a por el segundo objetivo; recorriendo campos de cultivo y terreno "comebotas" entre los bcos de Los Cambrones y del Caldero ... |
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... rodeados de "artísticas" formaciones,
destacando sobre todas ellas La Ralla ... |
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... aunque la que nos "llama" es su vecino,
un pelin más chiquito, El Rallón. |
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Una marea" con mismas intenciones, nos agolpamos al inicio de la cuesta. Hábiles cojemos la delantera y subimos "a toda máquina" por la cara N del Rallón ... |
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... no llegando a lo alto y decidiendo, con pena,
dejarlo para otro momento más tranquilo. |
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A prisas y corriendo nos alejamos del jaleo, hasta dar en el camino de vuelta a Piskerra con un bonito lugar apacible. Donde seria pecado no echar un buen rato. |
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Un nuevo cambio del cielo nos invita a plegar,
pero dándole bonito "toque" al paisaje ... |
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... bajamos "sin frenos" por el paso de los ciervos y con el impulso recorremos hacia el S, siguiendo las muchas rodadas ciclistas, el casi seco cauce del Bco. de Los Cambrones ... |
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... saliendo a la gran explanada de la Bardena, donde un paseo
nos devuelve a las inmediaciones de Piskerra y nuestro final. |
Para un futuro, esperemos que no muy lejano, quedan cosas pendientes. Pero en esta historia todavía queda por decir "la última palabra", que como no, es sentados a la mesa. Buena comida, buena compañía y un rato que se pasa rápido; pone la guinda a una jornada diferente a la que acostumbramos .. de paisajes por lo menos.
👆#DeL RìO#👆