miércoles, 23 de octubre de 2019

"Las cumbres del desierto navarro": Piskerra y Rallón

Hay proposiciones a las que no se puede decir que no, pero tampoco que si; a pesar de que las ganas, ganan por goleada. Y es que en contadas ocasiones se da que no tengamos un plan ya y se nos plantee la posibilidad de pedalear por los peculiares parajes bardeneros. Pero esta vez toca decir que no, pues otros propósitos nos traemos entre manos . Esto nos deja en un término medio,  de no ir a cansarse, pero sí de ir a llenar el buche. O eso es lo que de cara al "público" puede parecer.
"Detrás de las cámaras"  y en "el tintero", desde hace tiempo, estaba el volver a patear las bardenas. Ya que de vez en cuando no está de más un cambio de aires, aunque más bien lo que cambia es el escenario, pues hasta en las "dunas" más altas de nuestra geografía seguimos con la intención de subir y subir hasta que no haya donde poder echar más pie. En concreto, esta vez regresaremos a la zona del Piskerra y Rallon; que si echamos un ojo atrás, muy atrás, estuvimos allá en los inicios de Etxabakoitz y lo que a llovido desde entonces.

Transcurriendo la semana, empieza un efecto dominó que va tumbando sin tregua los planes. Primero vuelven las averías "mecánicas" y le sigue un cambio de tiempo que va a aguarnos "la fiesta". Pero una ficha se queda "que si que no" y ahí vemos un último rayo de esperanza.. que parece querer añadir algo de color.
De primeras por la mañana, el color no es el más deseado y ya en marcha llovizna tras llovizna nos hacen pensar en lo peor. De barro hasta las orejas, pero no hay vuelta atrás. Llegamos allá y no todo es tan malo. De lo que  imaginábamos sólo hay un poco, e incluso tímidamente asoma en el horizonte el sol; lo que supone un reclamo para el gentío que ya se empieza a notar. Huimos rápidos de "lo turístico" y rodeando "terreno acribillado" llegamos en soledad absoluta frente al murallón que forman "las dunas" de la Bardena.
Mientras nos preparamos para salir, llega un buen grupo de franceses, que al igual que nosotros, perturban la paz del lugar infimamente. Y cuando ellos están con las tareas, aprovechando nuestra delantera, emprendemos primeros el camino.

Bardenas Reales.Vuelta Piskerra y Rallón
Recorrido facil  y sin apenas desnivel. Recorre el entorno de las cimas de Piskerra y Rallón, pasando por la atalaya y el paso de los ciervos. Datos GPS: 11'2 km; ± 300 m; 3-4 h.

Dejando "la diana" y la llanura de la Bardena a nuestras espaldas ...
... cojemos ancho camino por "territorio comanche", por el que llaneamos hacia las alturas del cordal Piskerra-Rallón ...
... no tardando en adentrarnos en sus esculpidos y laberínticos "pasillos".
Siguiendo el más amplio de los canalizos , damos con lo que en un pasado fueron escaleras y sobre ellas continuamos haciendo equilibrios ...
... desviandonos del camino a mitad de subida y llegando al último escalón , disfrutamos desde la atalaya de la panorámica S de la Bardena.
Al dar media vuelta , apuntamos al otro lado, 
hacia la mole de Piskerra. Foto de Leyre
Volvemos al camino y nos alejamos de la atalaya , avanzando sin esfuerzos bajo fondo 
azul y entre parajes desérticos adornados con multitud de surcos trazados por el agua  ...
... e incluso "trampas"...
... por lo que sin bajar la guardia, 
admiramos de nuevo el horizonte al S con el Moncayo "arropado"...
 Foto de Leyre
... y cojiendo la evidente canal meridional de Piskerra, atacamos por una deslizante senda la primera rampa dejando a nuestros pies la plana del Rallon ... 
... llegando al cabezo de Piskerra, donde a la izquierda tenemos un espectáculo panorámico.. 
... y a la derecha "conquistamos" su cúspide norte, Piskerra (466 m).
En lo alto de Piskerra (466 m).
👆 y Leyre.
"Escopeteados" bajamos de la primera "duna" ...
... y continuamos a por el segundo objetivo; recorriendo campos de cultivo y terreno "comebotas" entre los bcos de Los Cambrones y del Caldero ...
... rodeados de "artísticas" formaciones, 
destacando sobre todas ellas La Ralla ... 
... aunque la que nos "llama" es su vecino,
 un pelin más chiquito, El Rallón. 
Una marea" con mismas intenciones, nos agolpamos al inicio de la cuesta. Hábiles cojemos la delantera y subimos "a toda máquina" por la cara N del Rallón ... 
... no llegando a lo alto y decidiendo, con pena, 
dejarlo para otro momento más tranquilo.
A prisas y corriendo nos alejamos del jaleo, hasta dar en el camino de vuelta a Piskerra con un bonito lugar apacible. Donde seria pecado no echar un buen rato. 
Un nuevo cambio del cielo nos invita a plegar, 
pero dándole bonito "toque" al paisaje ... 
... bajamos "sin frenos" por el paso de los ciervos y con el impulso recorremos hacia el S, siguiendo las muchas rodadas ciclistas, el casi seco cauce del Bco. de Los Cambrones ...
... saliendo a la gran explanada de la Bardena, donde un paseo 
nos devuelve a las inmediaciones de Piskerra y nuestro final.

Para un futuro, esperemos que no muy lejano, quedan cosas pendientes. Pero en esta historia todavía queda  por decir "la última palabra", que como no, es sentados a la mesa. Buena comida, buena compañía y un rato que se pasa rápido; pone la guinda a una jornada diferente a la que acostumbramos .. de paisajes por lo menos.













👆#DeL RìO#👆

viernes, 18 de octubre de 2019

"Una extra tardía y exclusiva ": Ferrata de Sorrosal (K3)

La mañana de alturas a sido un éxito rotundo y la hora en  que terminamos es idílica. Aunque por otro lado quizá un tanto tardía, si pensamos en alargar más los planes. Pensando en rematar el buen momento, para ello no hay nada mejor que un buen y merecido festín a mesa puesta ; lo que nos hace ir a toda pastilla hasta el pueblo de Ainsa. Por largo nos relajamos, disfrutamos de una buena comida en el ordesa 88 y charlamos ; mientras una pequeña llama sigue viva y eso sólo tiene una consecuencia posible e inevitable , que "el fuego" se extienda más.

Terminado el rato "de vicio" suelto "la bomba" y nadie, salvo quizá el reloj, se opone al plan. Así que allá vamos a por una más, a por la conocidisima Vía Ferrata de Sorrosal. A toda pastilla pero con legalidad , remontamos las aguas del Ara y unimos Ainsa y Broto ;llegando a falta de poco más de una hora para la puesta de sol.
Con sólo echar pie a tierra, ya estamos casi con arnés y hierros puestos; tan rápidos que si nos pilla un radar, ahora si que nos "funde".  Salimos sin bajar el ritmo hacia el bonito rincón de Sorrosal después de comprobar los equipos, pero las prisas no son buenas y a un servidor se le ha pasado ponerse las botas. Los demás siguen adelante, mientras voy a corregir el despiste y cuanto antes vuelvo al "tablero de juego" . De camino a la ferrata, siento ojos sobre mí. Ojos que "observan con extravagancia" ; lo que me da que pensar.. Con la hora que es, que le queda un suspiro al día, a donde vamos? No nos estaremos metiendo en la boca del lobo? A pesar de ir preparados por si nos cae la noche. Pero por otro lado porque el hacer esto va a estar mal? Porque al resto se lo parezca?  Debatiendo interna y silenciosamente pilló al grupo en el abarrotado caminito que va a la cascada, y entonces " la batalla interna" llega a su fin.
"Más solos que la una" , nos plantamos en el inicio de la ferrata. No se ve a nadie en ella, por lo que es toda entera para nosotros, y sin dudar ni un momento chapamos el primer mosquetón y al lío.

Ante la mirada de "espectadores" empezamos a subir sin verticalidad, ayudados con grapas y cadenas que buenamente podrían tornarse en nuestra contra, por las resbaladizas laderas de Sorrosal ...
... a la par de su elegante cascada ...
... y una vez pasada la "infernal" escalera, que cada vez está más retorcida y se menea más, llegamos a la altura del salto .
Por un momento cambiamos de rumbo, y por una resbaladiza repisa flanqueamos "con pies de plomo" la muralla de Sorrosal" hasta su inconfundible "símbolo".
Atacamos a las escaleras en paralelo a las aguas  y ganamos peldaño a peldaño el último muro vertical del circo de Sorrosal ...
... hasta "el ventanuco" con vistas hacia Broto, 
que nos despide de la primera parte de la ferrata.
Atravesado el túnel, en el que nos jugamos una "metedura de pata"; nos metemos entre las paredes del barranco, no tardando en cambiar de orilla por un pequeño puente ...
... con cero vistas en el horizonte, salvo
del poco familiar entorno "acuático" que nos rodea ...
... y por el que avanzamos fácilmente sobre chapas, repisas y clavijas; con la luz menguante y sin darnos respiro alguno ...
... "merendandonos" en un "ti-ta" la garganta de Sorrosal,
 saliendo a una amplia zona que invita a darse un baño.
 Pero eso en otra ocasión con "el reloj menos prieto".
Continuamos entre matorrales a pie y en nada damos con las primeras grapas de la vía, que nos hacen escapar en vertical del cauce ...
... y viendo nuevamente Broto, por una facil arista llegamos
a lo que podría parecer el final .. pero nos queda un poco más.
Con la luz al mínimo y la cascada de Sorrosala a nuestros pies, recorremos "a toda pastilla" unas repisas con trepadas sencillas, que a la hora justa nos dejan en el verdadero final.

Final de la ferrata, que la disfrutamos integra para nosotr@s solos y con unos colores tirando a oscuros, y del intenso día también, que nos despide como pronto hasta la semana que viene.










👆#DeL RìO#👆

martes, 15 de octubre de 2019

"Una ferrea gloria": V.F. Foradada del Toscar (K4)

En estos tiempos que corren el abanico de deberes, opciones y gustos que se plantean día a día es tan amplio, que coincidir en tu círculo cercano es algo que a día de hoy roza en muchas ocasiones el límite de lo imposible. Y así con un plan de "hierro" y altura, que gusta, empieza la historia. De primeras parece que iremos buena tropa, pero el curso de la vida como el de un río no pierde su camino y por un motivo u otro acabamos quedando un pequeño reducto de colgados, por lo de la altura, con quizá una incorporación de última hora. 
Al final nos quedamos los que estamos, un buen grupo para ir de ferratas, pero cambiamos el destino, esperando que a mejor. En vez de adentrarnos en el extremo occidental de Guara y dejarnos "devorar" por la estrechez de la canal del Palomo; nos iremos más al norte, al "hall" pirenaico. Buscaremos allá a medio camino entre los grandes macizos del Perdido y Posets, la que queda entre las ferratas más difíciles de Aragón y a la vez espectacular.. la vía ferrata de Foradada del Toscar. Amigos, altura, montaña y buen tiempo.. día redondo asegurado!!!

A horas que casi merecen cárcel y en las que el sol ni se ha planteado el asomar, nos juntamos tres puntuales y armando cierto "jaleo" el último un tanto perdido ( 🙏 a los vecin@s de Noáin). El viaje es largo, pero merece la pena la paliza para sacar una buena jornada ferratera sin marear mucho la perdiz como en otras Ocasiones. Y este da mucho de sí. Empezamos pasados por agua, lo que nos pone en alerta e incluso en duda de que hacer. Al final aunque no sale el sol con energía, se queda el idílico día augurado y que tras una breve parada de desayuno , del tirón nos vamos hasta los pies de la Sª Ferrera. 
Para el díazo que está, nos encontramos con el coqueto parking casi vacío y con todo lujo, aparcamos en primera línea, sabiendo que prácticamente toda la vía la tendremos para nuestro particular disfrute.Nada más bajar y las horas que corren, es el momento de almorzar. Almuerzo poco merecido, para el esfuerzo que llevamos. Entre medias nos vamos enfundado la cacharrería, a la vez que sensaciones varias se mezclan. Por un lado el entusiasmo, por otro un cierto temor a la verticalidad y dificultad de la vía ; pero para cuando el cerebro ha querido asimilar la situación estamos con todo listo, revisado y subiendo rumbo a los esbeltas agujas de Foradada.

Via Ferrata Foradada del Toscar
Via Ferrata de dificultad K4; con un primer tramo muy vertical, que le sigue un descenso/flanqueo del peñasco y acaba con una subida algo más tendida. Retorno largo y empinado. Material de ferratas, cuerda y material, agua y comida. Datos GPS: 3'1 km; ± 380 m; 4h.

Cargados con hierros, calentamos con corto paseo por pista
hasta el mismo pie de vía. Impresionante pie!! 
Foto de Mikel
Sin ningún tipo de piedad, la ferrata empieza vertical y con cierto toque de gracia en la posición de sus grapas ...
... entramos con un travesía entre las agujas y parajes salvajes. 
Por un "cercado" canalizo rocoso seguimos hacia arriba sin "patio" ni complicación  ...
... no tardando en cambiar las tornas y recobrar el ambiente, para ganar un par de muros verticales ...
... en los que se abre el panorama hacia las cuencas del Ara y el Cinca ...
... siguiéndole un puentecillo tibetano, que nos deja bajo la última subidita. 
Atacamos el tieso espolón con algo de desplome y casi al final "saltamos" a la aguja ...
... y conquistamos su parte alta.
Dando con el mejor sitio para echar un bocado.
Seguimos con la tarea y bajamos un poco de las alturas ...
Foto de Leyre
... metiéndonos en una elegante e imponente travesía, en la que casi ni te planteas mirar al suelo , que nos hace ir bordeando la vertiente S de la muralla ...
... despidiendo el ambiente vertical que imperaba desde el principio ...
... rematando con un destrepe, con alguna grapa que está para pocas bromas, hacia la vertiente contraria ...
... en la que aparece el gran puente
 y el fin de la parte "emocionante".
Ordenadamente, de uno en uno, cruzamos el puente que nos separa del "afilado" reino de Foradada  y nos lleva a las laderas meridionales de la Sª Ferrera.
Con nuestro divertido itinerario a la espalda,
salvamos un primer murete ...
... a lo que le sigue terreno en general tumbado y facil, pero sin dejar de cojer altura mientras la vegetación nos va "comiendo"... 
 Foto de Leyre
... hasta que con un bonito diedro,
ponemos punto final a la vía ferrata de Foradada.
Pero la última palabra se dice al llegar a casa, y bajo los paredones nos resta un bajadón que no deja relajarse hasta el inicio de la vía, donde parece zanajarse la aventura.

Oct.2019 Encontramos varias grapas medios 
sueltas e incluso alguna suelta en la ferrata. 
Además de el cable en algunos tramos oxidado.  

Foto de Mikel.











👆#DeL RìO#👆