lunes, 29 de abril de 2019

Labetxu: "El arte de la naturaleza"

Esto está fuera de lo normal, cuando lo cuente nadie se lo va a creer. Nos encontramos ya en el ecuador de la semana Santa y en lo que planes montañeros se refiere va bastante pobre y no tiene pinta de cambiar. Más vale que todavía hay quien "da un golpe en la mesa", que pone firme a cualquiera, y con ello hacemos que el tema se ponga en funcionamiento. El destino lo tenemos claro, allá donde haga buen tiempo y "la casa", aunque precaria y en proceso, va sobre ruedas; así que solo nos queda saber donde veremos el sol.
Uno ya no sabe de qué fiarse, pues cuando dan sol, llueve y viceversa. Así no hay manera de acertar, pero dejarse en buenas manos es la mejor opción y ello nos hará marcar destino en las bajas tierras que limitan con el cantábrico. Pero aunque bajas, pueden darnos algo de juego montañero, ya veremos que manda " el de arriba".

Una por una ya estamos fuera de la rutina urbanita y nos vemos en medio de la oscura noche, sin casi saber dónde estamos, y ahí donde mejor (con buenos modales) echamos ancla y pasamos noche de estreno. 
Basílica gótica de la Asunción.
La tristeza con la que amanece es poca, para lo que le sigue al rato con una lluvia que lo único que hace es j** la marrana. Con este feo panorama, lo mejor es tirarse de cabeza al plan B y este nos lleva a orillas del mar a conocer el pueblito de Lekeitio; recorriendo sus rincones, su islote y llegando hasta su faro. Un día diferente de vez en cuando no está mal, pero por" dentro hay una llama" que pide algo más, y sobre todo después de ver que, aunque amenazando, la cosa no ha sido para tanto.

Con esta idea en la cabeza, suena alguna gran montaña vasca, que se acaba viendo relegada por un plan sin conquista pero curioso, bonito y sin perder de vista la costa. Si el tiempo no nos la juega, podria salir una mañana redonda que ponga la guinda a una tranquila semana santa.

Isla de San Nicolás, mirando hacia el puerto de Lekeitio.
Estrecha calle de Lekeitio.
Mirando hacia la Talaia
 desde la zona del Faro.






















El dia sale a pedir de boca y al contrario que la anterior jornada, está invita a la alegría y a ponerse temprano en movimiento, tan temprano que para cuando algun vecin@ se digna a salir ya estamos apunto de partir.
Sin separarnos de las aguas del cantábrico, seguimos la línea de costa, pasando por las urbes lo más deprisa posible y plantandonos a las puertas del entorno natural, en las faldas del solitario Jaizkibel,con aparente calma para el gran día que está. La cosa cambia al cojer la divertida carretera del puerto, por la que much@s sobre ruedas ya van disfrutando. A toda pastilla subimos en busca de su alto, a cuya sombra nos quedamos por esta vez con vistas al mar, y con poca compañía nos calzamos las botas y empezamos hacia abajo, como no suele gustar.. porque a la vuelta toca sudar.

Valle de los Colores
Recorrido circular que parte desde el alto del puerto de Jaizkibel (bajo su cima) y desciende por sendas hacia la costa hasta la punta Labetxu donde se esconde el curioso valle de los colores. Datos GPS: 7 km; ± 500 m; 3-4 h.

A la par de "el huevo frito" empezamos  el dia ...
...descendiendo por clara senda las verdes laderas N de Jaizkibel rumbo a su costa ...
... dejando para otra ocasión su "alta" cima ...
... y yendo a buscar entre muchos caminos las faldas de Mitxitxola,
 donde se hallan las ruinas del Baserri de Gaztarrotz.
A la sombra del arbolado atravesamos de S a N el monte Mitxitxola, desde el que los vemos todo "verde" y únicamente escuchamos el mar ... 
... hasta que el panorama se abre, 
y a nuestros pies aparece el Valle de los Colores /Labetxu.
Sin perder un segundo, tiramos ladera abajo y tras una "divertida" bajada ...
... encontramos  "El diente" ...
... "La Capilla" ...
... " El Tragaluz" ...
... "El tragaluz" por detrás con pinta de callos ...
... "La Oreja" ...
... "El muro rojo" Nose si algun@ lo llamaba el chuletón, por aquí también se dijo la burger con queso ...
... "Lunares" ...
... unas margaritas que también adornaban el lugar ...
... y con "Las Dunas"  
el espectaculo del valle de los colores llega a su fin.
Por la vertiente contraria de este peculiar valle, nos alejamos de las aguas del cantábrico ...
... encontrando en la "cueva" Lexanabar, algo más de este "arte" ...
... antes de vernos engullidos por la vegetación, 
en el camino de vuelta.
A la par del "muro rocoso" y en la cabezera del valle protagonista, 
lo bordeamos por pista buscando el camino conocido ...
... por el que terminamos "atacando" las "caldeadas" laderas de Jaizkibel con el simple color del mar adornando nuestra última panorámica.












👆#DeL RìO#👆

miércoles, 24 de abril de 2019

Rincones de la Bardena

La predicción del tiempo es incierta, aunque la pintan más a mal que para bien y con ello los planes siguen el mismo camino de incertidumbre. Hasta casi el último momento todas las cartas están sobre la mesa y aún con dudas, decidimos bajar a tierras sureñas. Por allá, grandes alturas vamos a buscar , pero bien "llevados de la mano" seguro que descubriremos algún bonito rincón de ese paraje en el que el mundo sólo ve su gran símbolo, Castil de Terra.

A veces está bien no saber dónde vas a ir. Te pones las botas, cojes la mochila, enganchas todas las ganas y te dejas llevar. No te importa el destino; vayas donde vayas disfrutas y así empieza la mañana.
Vedado de Eguaras, desde La Estroza.
Nos adentramos entre los verdes campos de cultivo riberos pasando no se cuantos cruces, igual que metiéndonos en un laberinto. El paisaje sigue verde, que pasa que no llegamos a la bardena?? Dónde está terreno desértico al más puro estilo del Sáhara?? Pues no es que haga falta llegar, es que ya estamos en las bardenas y el paisaje no es el que esperas. Primero el terreno es verde, rico en vegetación y en el alto de la Estroza, tenemos el primer gran mirador sobre la bardena más típica. Gran mirador al "desierto", el Rallon y Piskerra, Cortinillas, CastildeTierra, S del Yugo. 
Después de ello nos acercamos sobre el vedado de Eguaras, que primero lo oteamos desde las alturas junto a las murallas en las que anidan los buitres. Seguido, nos metemos en este paradisíaco rincón y bajamos hasta el "islote" en el que se encuentra el antiguo torreón de doña blanca/ Peñaflor, lugar en él según cuenta la leyenda fue encerrada doña blanca de Navarra. A su alrededor damos un paseo , subiendo hasta casi la base del torreón y con esto ya damos por finito el día. Pero lo mejor estaba por llegar cuando, apunto de montar en el auto, un bonito zorrito se nos acerca con toda confianza y nos deja hacerle una sesión fotográfica en toda regla , que ya si cierra el interesante día.

Barranco que va ganando terreno, en el Vedado.
Torre de Peñaflor o de Doña Blanca.
Campos verdes de la Bardena.
Visita inesperada en el último momento.

Después de esperar agua durante todo el día, esta llega a la noche y cae lo justo para fastidiar un poco la próxima jornada que prometía más bardena. Aún así, como parece querer remontar  conforme avanza la mañana y se queda algo decentillo, volvemos a las semi-desérticas tierras navarras en busca del bco. grande con la intención de adentrarnos entre sus moldeables paredes y recorrerlo .
El camino es ya conocido, aunque es apuesta segura que si no es porque nos llevan nos perdemos, y tras volver a pasar junto al vedado de Eguaras, nos metemos en la bardenas de los folletos con dirección al conocido CastildeTierra. Absortos con el paisaje, que invita a recibir el ataque de los apaches como poco, paramos en medio de la nada para quienes no sabemos, aunque se ve la entrada a una barrancada que parece será nuestra entrada para echar a patear.


La emoción no dura más que los primeros pasos, hast que vemos como el agua corre por la barrancada y deja el terreno divertido e impracticable. Con ello cambiamos de planes y paseamos por las pistas hasta dar con el gran barranco que cada para otra ocasión y por alargarnos un poco, de vuelta nos desviamos hacia unas elevaciones esculpidas por la naturaleza y alguna de ella con gran "boina" que ¿cuanto aguantará arriba colgada? Quizá en un futuro lo sepamos, por ahora nos deleitamos con sus formas y la espléndida panorámica que hay junto a ella a la espera de que dentro de poco volvamos a estos curiosos parajes.

Bco. Grande, en el paso de las Vacas. Al fondo Castildetierra.
Llamativas elevaciones, camino del bco.
De cerca, una de ellas "todavía aguanta la boina".
El arte de esculpir el terreno, por la madre naturaleza.
Verde desierto navarro.


👆#DeL RìO#👆

sábado, 20 de abril de 2019

Irubelakaskoa (957 m) por la senda "mágica" de Itzulegi

A la vez que el oso pirenaico despierta de su largo letargo, es momento de volver a las gustosas tareas montañeras con el grupo de Etxabakoitz. Cargado de nuevas ideas e ilusiones como combustible, para que este motor no pare de girar y sigamos disfrutando de lo que nos une y apasiona:  La montaña.
Acompañando al jefe en su tarea, y con ilusiones dobles uno por enseñar y otro por conocer, nos desplazaremos hasta el valle de Baztan, que nunca defraudada e incluso cuando llueve mola. Por estos salvajes lares, lejos de todo rastro urbanita, ascenderemos la cumbre de Irubelakaskoa por un sendero bajo las cumbre de Gorramendi y Gorramakil. En el retorno cojeremos la cresta de estas cumbres, con restos de una antigua base, y completaremos así un recorrido circular para el que hemos "encargado " sol, aunque al final parece que no van a cumplir con el pedido. 

Donde siempre, cuando siempre bajo unos cielos no prometidos y menos prometedores se reúnen los de siempre, aparece algun@ "ovej@" descarriada y se suma alguna cara nueva, que siempre son bien recibidas. Pensando que algun@ ovej@ más iba a volver; parece que no, que todavía no está recuperada. Tras los cinco minutos de cortesía, los que estábamos, cargamos y marchamos rumbo norte. 

Pasado Elizondo y próximos a nuestro destino, nos cruzamos con el bus de los amig@s del club Amaya que como nosotros suben hasta el alto de Otsondo. Arriba, dejamos la carretera para tomar un carretil en el que primero para el bus, por lo que esta vez no nos cruzaremos en ruta. Nosotr@s seguimos por unas cuantas sinuosas curvas más y con la cuadrilla de graciosas pottokas una mirando al infinito, otra rascándose el "cabezón" que nos da la bienvenida ; plantamos " el huevo" en el collado de Itzulegi. 
Entre el fondo del valle de baztan y una ligera llovizna, calzamos botas y sacamos protecciones contra el agua; más vale prevenir antes de salir.

Irubelakaskoa (957 m) desde el Collado de Itzulegi
Ascensión sencilla a la cumbre de Irubelakaskoa, desde el collado de Itzulegi. La primera parte faldea el cordal Gorramendi-Gorramakil y finaliza ascendiendo a dicha cima, con un ultimo tramo rocoso y facil. Datos GPS: 12'2 km; ± 660 m; 4-5 h.

Sin vistas de nuestra cumbre y alzándose el cordal de Gorramendi ...
... empezamos a faldear su vertiente occidental por un empedrado sendero dejando el collado ...
... y llegando enseguida a la borda de Urtzu, 
donde nos damos cuenta que el camino promete.
El hayedo se "adueña" del camino , por él que vamos avanzando, casi en llano, rumbo a las alturas ... 
... pasando por alguna barrancada, 
viva a pesar de "la sequía", y que le dan gran encanto ...
... como las escasas vistas a las cumbres del valle de Aritzakun  ...
... sobre el que ganamos altura por "mullido sendero" que discurre por la arbolada cara N de Gorramakil ... 
... desviandonos hacia unas formaciones rocosas,
que sólo parecían bunquers ... 
... tras lo que nos plantamos en el collado de Burdongurutzeta
Frente a frente nos encontramos con la pirámide de Irubelakaskoa ...
... hacia la que nos encaminamos en un baja y sube por las laderas de Akomendi ... 
... encontrando un corte cuisi-perfecto de capas rocosas ... 
...  hasta los pies de nuestro destino, bajo su cresta S. 
Una última cuesta herbosa nos hace llegar a la arista ... 
... por la que "a caballo" entre los valles de Aritzakun y Urritzate avanzamos sin dificultad ... 
... conquistando la cima de Irubelakaskoa (957m)
compartiéndola con los de Irungo Mendizaleak. 
Foto de grupo en lo alto de Irubelakaskoa (957 m)
Joaquin, Andres, Leyre, Jokin, Lourdes, Emilio, Luis,
Inés y Belen.

Después de disfrutar desde lo alto del panorama y llenar "el buche"... 
... retornamos sobre nuestros pasos por la divisoria, rumbo a las cumbres de Gorramendi y Gorramakil ... 
... pasando por otra senda, a los pies de un murete rocoso ... 
...que de igual manera desemboca en el collado de Burdongurutzeta. 
Donde hacemos un stop y decidimos abortar la vuelta completa.
Para compensar seguimos las indicaciones de los amigos de Irun, arrancando ladera arriba por terreno verde y dejando la cumbre de Gorramakil a nuestra espalda ... 
... sin perder casi de vista la cúspide de Irubelakaskoa ...
...  y al toque de campana, llegamos a la discreta cima de Akomendi (949 m)
Nuevamente los hayedos de las faldas
de Gorramakil y Gorramendi nos envuelven ...
... para regresar, con ganas de un poco más, al collado de Itzulegi por la encantadora senda que los bordea.


Grupo de Montaña  SDC Echavacoiz














👆#DeL RìO#👆