martes, 23 de abril de 2024

"Via Ferrata" de Peña Karria

Intenciones como motor de mundo y vida hacen que en un mismo momento existan tantas y tantas posibilidades.. que un@ no sabe cuál elegir, y menos cuando todas apetecen ⛰️. Así en incontables ocasiones l@s amig@s de Vías Ferratas Soria proponían sus actividades y una tras otra; pero por otra razón o una, ahí se quedaban las ganas.. hasta que un alineado perfecto de las fichas del tablero, dejan LA OPORTUNIDAD. Buena previsión de meteo, actividad no muy lejos de casa y un objetivo que llevaba tiempo en el tintero. Cuatro mensajes concretan los detalles, lugar y  hora, restando tan solo que la semana siga su curso hasta que justo a las puertas del día viendo los calores que hacen y se siguen esperando adelantan la hora y el momento esta más que al caer 😜.

Tardío en la nocturnidad pliego desde tierras navarricas a tierras alavesas, acabando en las más cercanas Burgalesas. Junto a las primeras luces, en el horizonte se presenta un agreste paraje en el que poco a poco me voy sumergiendo y antes de lo acordado estoy aparcado a los pies de Peña Karria, en Arroyo de San Zadornil.
A la hora nos reunimos tod@s entre tranquilidad y sin hacernos notar demasiado, aunque con tanto hierro que sonar no es tarea facil, nos equipamos de pies a cabeza. El pueblito empieza a cobrar vida poco a poco y tras rechazar una amable invitación a faenar en la huerta, empieza la ferrea y vertical acción.

Sonando cual rebaño con cencerros, ponemos la mira en lo que para nosotr@s es lo más llamativo del lugar para otr@s es lo que tienen plantado, cuestión de perspectiva y echamos a andar hacia las afueras del pequeño pueblo. Perder unos metros y "lo bueno" es nada más un efímero espejismo ...
... al presentarse ante nuestras narices tan claro como tieso
 camino. Cruzada una alambrada, unos puntos azules nos indican
 la buena dirección. Sortear un par de zonas donde el ganado
 se divierte y sin tregua vamos arañando metros al monte ...
... a la sombra del bosque, que por pequeñas ventanas
 nos deja observar este pequeño valle de Valderejo ...
... hasta que el paraje se abre, tras devorar casi todo el desnivel, cambiando radical
 del vivo verde al rocoso vertical y viendo inminente el inicio de la diversión.
Grandes murillos de caliza se erigen sobre nuestra cabezas y lo
que parecía al alcance de la mano.. no lo está tanto. Peleando con
 la pendiente un poco más, tocando puntualmente echar manos
  
para que vayan calentando , y con el caótico firme rocoso, faldeamos la base
 del agreste cordal y  una brusca curva a la derecha nos mete en un
canalizo.. en el que apunto de llegar a su final, una flecha en la
roca marca el momento de poner el casco y comenzar "la ferratilla".
Entre moldeadas y verticales calizas ...
... superamos fácilmente un primer resalte con una estaca, al
que le sigue una pequeña travesía que nos deja en el inicio
 del  
envejecido y oxidado cable. Sin ser muy necesario pero si lo correcto,
mosquetones a la linea de vida y con pies en tierra, acabamos ...
... justo debajo de "LA MIGA". Por delante una chimenea con roca muy
 pulida, un par de tramos de cadena y un pasito con ligera panza. De
un@ en un@, con suma destreza solucionamos la dificultad ...
... quedando por subir todavía un poco más.
Echamos manos a la roca, pies a dos estacas
y ganado el expuesto resalte final ...
... alcanzamos la cresta de Peña Karria, a la vez que nos asomamos a
Valdegovia y aparece en el horizonte Sª Salvada y otros lares Vascos.
Las dificultades son cosa del pasado. Lo que queda es coser y cantar.. pero
no se puede bajar la guardia. Liger@s de equipaje y con los cinco sentidos,
vamos recorriendo el multicolor y rocoso filo en un continuo sube y baja ...
... dándonos el lujo de contemplar el bonito panorama "cantábrico" por estar en cordillera cantábrica ...
... coronando la pequeña, solitaria
 y bonita cima de Peña Karria (1128 m).

Foto de grupo, Vías Ferratas Soria, en Peña Karria (1128 m).
No muy holgados de horario, oteamos el espectaculo desde la cima. Tierras vascas
 y castellanas. Valdegovia y Valderejo en la cercanía . Gorbea y Sª de Cantabria
 en la lejanía. Entre medias otros tantos destinos..  cual será el siguiente?
Volviendo al presente y con el vecindario de los
roquedos saliendo a comer, deshacemos el cresterio ...
...  regresando al lugar en que salimos a lo alto y donde encontramos
 los puntos desde los que montar el rapel para descender a tierra firme.
Lista la cuerda, empieza la sucesión de rapeles. Sucediéndose
 sin demora, en cuanto tod@s estamos en la base de la pared
y las cuerdas vuelven a dentro de la mochila.. nos resta dejarnos
llevar por las pendientes que de primeras nos han hecho sudar para
 poner fin a la actividad y la guinda a la actividad con buena gente
 
a la que estar agradecido de compartir este monte y con la idea de quizá compartir otros un poco menos pequeños 😜.
Foto de Alfonso
Ós