sábado, 31 de julio de 2021

" Las primeras nieves de verano": Perdiguero (3222 m)

Una buena borrasca, acaba con nuestra no tan mala racha de meteo que pensábamos tener y nos sienta en el banquillo del vicio por un día. Que no todo va a ser cansarse en las vacaciones.. por lo menos en estas.
Mientras las montañas, ocultas por grises nubarrones, se van vistiendo con las galas de invierno en los primeros "coletazos" del verano. Y según llega a nuestros oídos, de algun@ que toca techo en la cordillera; poco más y se piensa en desempolvar los esquís :P . Estas noticias nos hacen comentar, con bastante incertidumbre, la siguiente jugada por estos altos lares. Siendo cautos dejamos un plan b bajo la manga y toda la cacharreria cargada antes de dar paso rápido a la que será nuestra ultima jornada por el valle de Benasque.

Los días tan largos, casi de sol a sol, van haciendo mella en el cuerpo, que no es muy capaz ya de seguirle el ritmo ilusionado que todavía gasta la cabeza;  y con los ojos abiertos en la cotidiana escena oscura, a duras penas despegamos las sabanas y echamos pie a tierra. Perezos@s nos ponemos en planta y cuando vamos a arrancar, parece que el cuerpo empieza a querer funcionar y más vale con la que tenemos entre manos.
Una vez más vamos a tirar valle arriba y justo cuando estamos para coger la carretera principal.. nos damos de morros con la sorpresa. Retenciones matutinas de tráfico vacuno. Viendo que no hay solución rápida y va ha suponer que perdamos un rato de más que preciado tiempo, decidimos aprovecharlo como mejor se puede. Haciéndonos a un lado, sin estorbar y con el bolsón de comida damos con un pequeño festín que nos viene de perlas para recobrar las energías, mientras vemos alejarse en el horizonte al rebaño mientras algún impaciente intenta hacerse hueco entre tanta pata, culo y cuernos sin éxito. En cuanto llevamos un rato sin verlas ni oír los cencerros, decidimos probamos a continuar. La suerte va de nuestro lado y perdiendo bastante menos tiempo de lo pensado, aparcamos junto a los últimos saltos de agua del barranco de Lliterola y directos, sin contemplaciones, echamos las mochilas a la espalda y y a ver qué nos deparan las alturas en este codiciado plan que nos recomendaron un@s buen@s amig@s.

Recibidos en la "orilla" del Posets por unas primeras rampas de "echar el higadillo" al cobijo de uno pinos y por los bufidos de un solitario sarrio, encauzamos nuestros pasos por los caminos del valle de Lliterola y tras un buen rato de todo para arriba llegamos al verde rellano de la Cabaña de Ubago, donde nos desviamos del rumbo hacia Estós y lo tomamos a las que hoy nos ocupan.. que quieren asomar con galas de invierno a destiempo.
Con las blanqueadas cumbres de la zona del Alba guardándonos las espaldas ...
... seguimos ascendiendo en absoluta soledad y sin descanso por el larguísimo valle de Lliterola pegados a las verdes laderas que caen de las alturas de Remuñe ...
... y a las limpias aguas que provienen del Ibon Blanco, sumándose cada vez más piedras mientras nos dirigimos hacia el Perdigueret que por ahora domina el lugar ...
... hasta que a sus pies, un estrecho y facil paso rocoso sobre el cauce,
nos saca a orillas del Ibonet de Lliterola.
Ante nuestros ojos aparece al fin la mole del Perdiguero y sus también recién "manchadas" cotas altas, lo que nos hace dudar de nuestro plan..  breve parada, en la que "llenamos la panza" un poco, lo vemos de otra manera y decidimos probar suerte. Que alla donde vamos, siempre es a "jugar". 
De nuevo en marcha, bordeamos las claras aguas del ibonet y tras cruzar el cauce que lo alimenta; unos puntos rojos nos guían de primeras hacia el gran ibón en las pedregosas laderas compartidas por Perdigueret y Perdiguero, obligándonos a echar en algunos pasos las manos e ir alzándonos unos cientos de metros sobre la cuenca del ibonet y encontrarnos con las primeras manchas de nieve reciente ...
... a lo que al mismo tiempo, unos hitos nos desvían a la izquierda, para continuar a media ladera hasta casi llegar al collado de l 'Ubago.
Quedando en retaguardia el Perdigueret montaña que llama mucho la atención ...
... empezamos a subir plácidamente por las laderas más orientales de Perdiguero siguiendo pisadas recientes y multitud de hitos, peleando cada paso por las resbaladizas y blancas piedras además de por algún buen nevero hacia la cuenca del Ibón Blanco, blanco está vez ...
... al que sin llegar, nos tiramos todo tieso para arriba echando manos y pies sobre los traicioneros bloques mientras damos la espalda a los picos de Remuñe  y vencemos a las ganas de dar media vuelta ...
... llegando a las anubarradas alturas de este recóndito tresmil ...
... para sin poder tomar un respiró, seguimos la ascensión en un amplio y sinuoso cresteo, sin vistas pero a la par de una abismal caída hacia el N y cruzándonos con el grupo que ha ido marcando el buen camino de huellas; hasta pasar la desapercibida cima del hito oriental del Perdiguero ...
... y tras ella, una última rampa totalmente blanqueada
nos hace coronar la gran cima del Perdiguero (3222 m).
Foto de cima en Perdiguero (3222 m) aunque podría ser cualquier otro lugar.
👆 y Leyre 

Aun con el ambiente desapacible, nos cobijamos por un rato en un vivac y sacamos algo bueno para compensar; pero sin dar el primer bocado unas bonitas vistas hacia el valle de Estós y las cumbres más cercanas al Posets nos sorprenden ... 
... a lo que sigue despejarse por el otro lado, viendo la cuenca del Lac du Portillon y algunos tresmiles tras la línea fronteriza; pero que ante la situación que se presenta, nos demoramos lo justo en prepararnos para "la batalla" de vuelta.
Tras ver un momento las grandes cimas que se nos quedan en el tintero ...
... antes de que las nubes vuelvan a la carga;  deshacemos, pisando nuestras mismas huellas sobre la blanqueada roca, la arista Este del Perdiguero y desde el hito oriental, nos lanzamos 500 m por su filo en costosa y resbaladiza bajada dirección al collado que nos separa del  Perdigueret ...
Foto de Leyre
... pudiendo deleitar a la vista en todo momento con el panorama hacia el verde valle de Estós y sus cumbres de la otra "acera" ...
... plantandonos sin echar el culo a tierra y más rápido
de lo que pensábamos a orillas del apacible ibonet de Lliterola.
Observados en la distancia por varias marmotas,
 tumbadas plácidamente sobre rocas ...
...  cambiamos totalmente la cruda escena
de alta montaña por la colorida de sus bajuras ...
Foto de Leyre
... y deshacemos en eterna bajada, dirección a las amenazantes nubes que ocultan las cimas del macizo de Maladetas ,el valle de Lliterola totalmente solitario salvo por el "ladrador" sarrio que sigue donde lo dejamos y con sus bufidos despedimos, con temas pendientes, el recóndito tresmil de Perdiguero y al valle de Benasque.


Foto de Leyre












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miércoles, 28 de julio de 2021

" Los 3404 no son el final, sino otro lugar del que avistar más"

Bajo una noche estrellada nos plantamos en el ecuador de la aventura por el corazón del Pirineo y  después de una "pila" de años repitiendo que nunca más, esas palabras se vuelven a la contra y apuntamos de nuevo alto. Todo lo alto que se puede en estas montañas y en el fondo, muy en el fondo, contentando a esas ganas que quedaron en aquel momento de poner la guinda.
Ante el espectáculo de puntillismo nocturno, que contemplamos a prisas, recogemos campamento, nos ponemos elegantes para la ocasión y enfundamos las botas a la luz del frontal. Intuyendo unas condiciones en el ambiente y en lo que pueda quedar de nieve por las alturas de Maladetas inmejorables, a la vez damos con escueto y demasiado tempranero desayuno; lo que nos hace rematar los preparativos y con el reloj metiendo prisa, a pesar de ni si quiera a ver encendido la luz del día, estamos listos par la ardua tarea de tocar la tan deseada cumbre pirenaica.

Ni un alma por el valle nos lleva a plantarnos en un abrir y cerrar de ojos en Llanos del Hospital y aprovechando los primeros y a la vez últimos "pases libres" del verano seguimos hasta La Besurta. A pesar de la hora intempestiva y de ser un día de "pringar", ya hay quien va bastante aventajado en el parking, lo que nos hace ponernos las pilas y de un brinco echar el pie a tierra. Compaginados a la perfección, mientras un@ saca las herramientas de alla el otr@ lo hace de aquí y en cuanto están colocadas en las mochilas, ya podemos partir. Pero antes de eso, el nerviosismo que suscita ese temido obstáculo final se nota y perdemos unos instantes para repasar el material. Segur@s de que no se queda nada de lo necesario y cargados de vitalidad e ilusión a partes iguales.. damos el primer paso rumbo al rey del pirineo.

Alumbrando el oscuro ambiente de la cabecera del Esera con la luz de los frontales y con todavía el recuerdo del camino "fresco", nos dirigimos a piñón y en silencio absoluto hacia las alturas de las Maladetas, que se distinguen a la perfección con los albores que ganan terreno a la noche, por el camino del Bco. de la Renclusa ...
...  llegando a las puertas del refugio cuando el sol empieza ha "incendiar" las cúspides de las grandes montañas que nos rodean y  parten un@s poc@s con nuestras mismas intenciones.
Entre medias de varios grupos y viendo salir al radiante astro,
seguimos por los laberínticos caminos de las pedregosas
 laderas del pico de La Renclusa dirección al portillón inferior ...
... encontrando casi a sus pies,  muchísimo más alto que la vez anterior, los primeros restos del invierno con una "textura"  idílica y decidimos ir a la contra del resto. Bien "armados" remontamos las blancas y lisas rampas a la par del muro rocoso entre los portillones, sorteando algun islote de pedruscos y dejando atrás las verdes bajuras que ven nacer el Esera  ...
... junto a la linea de cumbres de la Sª de Salvaguardia que nos separan del mar de nubes frances otra vez  "sumergidos" ...
... hasta que tras un poco de "caña" a las piernas llegamos
a las cercanías del portillón superior, viendo alla lejos
el corredor de la rimaya 
bonito "cierre" de temporada ...
... de cuya trayectoria nos desviamos, a la vez que guardamos hierros y
nos metemos de nuevo en el reino de bloques graníticos,
para ayudados de manos presentarnos en el portillón superior.
Despedimos la vertiente del glaciar de Maladeta y nos asomamos
al otro lado del famoso paso.. viendo los montañones que se desprenden de
"el rey" y su glaciar, con todavía nieve bien cerca 
buenas noticias para nosotr@s.
Bajado el canalizo del portillón, tornamos la cabeza con el cuerpo, no somos la niña del exorcista y clavando la mirada en EL damos cuatro pasos por pedregal al comienzo "irreal" del glaciar ... 
... volviendo a escena "los hierros" y dominando sobre el largo valle de Barrancs, donde se elevan montañas como Forcanada, Mulleres y por detrás el pirineo Catalán ...
... avanzamos hacia lo más alto, arañando con las puntas la caldeada nieve, en larga y repisada diagonal por el glaciar de Aneto bajo la vertical vertiente N de los montes Malditos ...
... alejándonos de la cresta de los portillones y las cumbres de Maladeta ...
... hasta unirnos a la otra ruta "normal" en el blanco  coll. de Coronas,
donde nos comentan que el puente esta "glaseado" ...
... y apretando los machos, le entramos sin contemplaciones
a la "intensa" ladera E de punta Oliveras que nos deja en la antecima del
Aneto en el mismo momento que las nubes empiezan a conquistar la zona .
Dos franceses vuelven de cima y la cola para entrar al puente es INEXISTENTE. Valorada la situación, los crampones se quedan y en eso que nos los quitamos la pareja que nos precede se mete en faena por el puente de mahoma.
En cuanto tenemos "vía libre" entramos en la dificultad final, para con "buena letra y pies de plomo" superar los fáciles trepes y destrepes por el vertiginoso puente de Mahoma, algo helado en la vertiente O y sin problemas de "trafico" ...
...  conduciéndonos a lo más alto del pirineo
en petit comité, Aneto (3404 m).
Cumbre en el techo del pirineo, 👆y Leyre junto a la cruz del Aneto (3404 m).
Mil gracias a la pareja con la que compartimos la cima y nos inmortalizo el momento.

La suerte no podía acompañarnos en todo momento y cuando nos toca disfrutar del panorama, las nubes se echan encima.. aunque nos permiten ojear un poco hacia la cresta de Llosas ,las bajuras del valle de Vallibierna ...
... y un poco menos hacia las de barrancs y su mermado glaciar.
Antes de tornarse por completo grises, deshacemos el corto cresteo sin bajar la guardia y ocultándose la gran cruz entre las nubes, decimos adiós a la tan deseada cumbre
y a todo ese "nerviosismo" que suscita el famoso paso. 
Viendo que la situación tiende a ir de "Guatemala a Guatepeor", damos un respiro justito a la maquina mientras nos reequipamos y bajamos en "picado" al collado de coronas; donde en lugar de seguir por el tedioso camino de Renclusa, nos lanzamos por otra blanca autopista directos a buscar el final del glaciar en dirección al valle de Barrancs  ...
... viendo de frente la muralla que nos separa del valle de Artiga de Lin,
 poniendo fin a la "comodidad"  en las cercanías del ibón del Salterillo  ...
 ... cambiando al mismo tiempo el ambiente de alta montaña,
por otro más "vivo" y colorido ...
... entre el que continuamos bajando sin perdida por buena senda sobre las laderas del Portillón Bajo y el pico de La Renclusa, que nos lleva al verde paraje del Plan d' Aigualluts.
Gritando los cuerpos por favor que acabe ya, si no querían taza pues tazón; nos toca dar toda la vuelta al plan para evitar el caudaloso río Esera y después de un último vistazo a la gran mole del pirineo desde el forau d' Aigualluts; enfilamos, haciendo un poco mas de esfuerzo ,de vuelta a La Besurta habiendo "conquistado" la cima más alta de la cordillera pero igual que cualquier otra ,únicamente precede a la siguiente.

















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