martes, 16 de mayo de 2023

"Las tres Ermitas" Sakanako Ibilaldia 2023

Lejano en el tiempo, en los comienzos de estas aventuras, entre las muchas gentes con las que tenía la suerte de ir compartiéndolas rara era la vez que no sonaba en alguna conversación la más larga de las marchas en tierras Navarras..  Las Tres Ermitas. Un alma joven ahora ya no lo es tanto e inexperta eso sí que sigue, pero con diferencias "soñaba" con afrontar tal reto de  considerable distancia y de buenas a primeras, se tomó su tiempo para preparse a conciencia  o eso creía.
Al año, Mayo de 2015 junto a un buen kompai me lanzo a ella. Todo va bien hasta que en la última ermita mi cuerpo peta. Vómitos, mareos, malestar general y a duras penas con ayuda consigo cruzar la meta.. pero el sabor de boca que me deja no es el que me hubiera gustado.
Otro más, Abril de 2016, y mejor todavía volvemos a la línea de salida con un tercer y fuerte acompañante. Buenas sensaciones me acompañan casi a la segunda Ermita y justo para llegar, la misma historia de la otra vez.. que me hace retirarme, porque en esas condiciones difícil . Mientras espero a que los kompais crucen la meta le doy al coco, llegando a la conclusión de que no va haber una tercera por ahora y en un tiempo por lo menos.

Siete años después de aquella rabiosa frustración conmigo mismo en San Miguel de Aralar.. los astros se alinean de tal forma que me permiten ponerme frente  los cincuenta y pico kilómetros de las tres famosas ermitas. Involuntariamente "miedos" florecen conforme las agujas del reloj avanzan sin pausa hacia la hora y mi subconsciente una y otra vez se pregunta: Volverá a pasar la misma de las otras veces??? , mientras por el lado consciente dejo todo listo para la larga pateada.

Horas en que lo más normal es seguir en la cama o irse de marcha, optó por lo segundo. Aunque no como podría imaginarse el mundo. Sigilosamente me pongo en danza, casi directo salgo a las calles donde se siente demasiada calor para las intempestivas horas que son y acabo en Irurtzun.
A treinta minutos de darse la salida, me acerco al frontón y después de recoger la tarjeta de fichar, toca esperar entre gran jaleo que se va incrementando parejo al restar de minutos. Cerca de dar las seis de la mañana, tod@s nos ponemos en marcas y al oír el cohete en medio de la silenciosa noche.. sellamos la tarjeta y a restar kilómetros sumando horas 😜.

Envuelto en gran tropa y sin ninguna prisa, otr@s si que tienen mucha,
salgo de las calles de Irurtzun e iluminando con el frontal los caminos de
 las tierras que ven unirse los rios Larraun y Arakil paseo hacia la vertiente
 N del monte Gaztelu; plantándome a sus pies en el pueblito de Urritzola.
Lo suave cae en el olvido y por delante se pone el primer monte. Metido
 por el hayedo, mientras el día va amaneciendo sin mucha luz, subo en
 fila de a uno por estrecha senda hasta que el mágico color verde da
paso a un mundo gris en el amplio collado, donde se debería
ver esa tremenda cuesta. Apuntando a la nada ...
... sigo para arriba, luchando contra "viento y marea" por la tiesa cara N del Txurregi en que nadie dice ni mu y adelantando a un@s cuantos consigo llegar a lo alto.
Teniendo vía libre por el otro lado, en pequeño grupo tiramos despacio
 el  pedregoso principio suelto e incómodo y en cuanto la bajada lo permite,
damos rienda suelta a las piernas para caer a los pastos del valle de Ollo.
Enseguida "me bajo del carro". Sabiendo que queda mucho por delante, aflojó
 el ritmo y faldeando la mullida cresta de Andia dejo a la gente pasar hasta
 llegar al "desayuno". Lleno botellines, dos bocados y no dejando al cuerpo
acostumbrase a lo bueno, salgo a por la primera de las Ermitas.. San Donato.
El sol quiere salir por los lares que quedan detrás y contemplándolo
de lejos, me dirijo de nuevo hacia lo desapacible. Dejando abajo el
bonito valle de Ollo en largo y suave "banquete" de desnivel subo ...
... a los altos rasos de Andia y
al centro geográfico de Euskalherria ...
... tras el que vuelvo a adentrarme en el reino de las
nubes  y sin nadie alrededor avanzo largo rato hasta el
puerto de Uharte. A la contra de quienes ya han coronado
 el punto más alto de la vuelta y tachado una de las tres...
...entre los que incluso alguno lanza mensajes de ánimo, al estilo:
"VENGA QUE YA ESTÁIS"; arreo por el interminable falso llano no
viendo nada alrededor, 
hasta que un poco de claridad en el horizonte
 me sorprende y a la vez sumo al marcador la ermita de San Donato.
Rápido regreso al puerto de Uharte y las nubes , ahora que me despido de las alturas, se han mudado a mi destino. No quedando otro remedio y sin querer hacerles esperar demasiado, bajo en picado por la senda de Uharte, juntándome con una pareja que bajan a ritmo y aprovecho para recuperar sin parar. Al poco de pasar el cruce del KV, el terreno se vuelve húmedo y traicionero. De pronto la chica que abre camino resbala y cae al suelo. La pendiente la hace rodar unos metros y una raíz la golpea en la cabeza. Sin pensarlo dos veces, los dos echamos freno y la ayudamos, porque de eso se trata.. no de ser el más rápido ni batir ningún récord, sino de llegar pero llegar tod@s. Una vez se recompone y nos asegura que no hay problema que puede seguir sola ...
... pliego en solitario y disfruto del bajadón apareciendo
 bajo el manto gris en las calles de Uharte, poniéndome
cara a cara con el siguiente subidón a Aralar.
Medio recorrido es historia y aquí es donde mis miedos
 se manifiestan, donde la última vez caí padeciendo.
Encontrándome bien y con fuerzas, después de comer
 y beber en el avituallamiento, abandono Uharte-Arakil y
 tras un breve calentar de piernas por la pista del santuario ...
... enfilo monte arriba sin prisa ni pausa. Igual que al principio,
primero me sumerjo en verdes parajes que poco a poco se ven
eclipsados por las nubes y sumando casi un kilómetro vertical ...
 ... segunda de las Ermitas que me ve llegar, San Miguel de Aralar, esta vez
 entero y con ganas de llenar el buche. Que es la hora del almuerzo
🤪.
"Redondo" y casi rodando salgo del avituallamiento,
con la suerte sonriendo porque la marcha va "p'abajo".
La GR 20 me conduce en los primeros pasos a toda
 velocidad hacia las profundidades de Aralar y cuando
 estoy inmerso en parajes de leyenda en que se respira paz
 y nada más se oyen los susurros del Bosque y sus habitantes ...
... el recorrido se desvía del rumbo al valle de Ata. Por verde
 y kárstico entorno desconocido sigo adelante en solitario ...
... divirtiéndome por las embarradas sendas y apretando en los buenos caminos ...
... aparezco en menos de lo que recordaba en el pueblito
de Madotz. De nuevo parada rápida a llenar buche y a
 por más que las sensaciones son buenas y la hora también,
 al contrario que "la atmósfera" que se pone peleona.
Padeciendo fría brisa, neblina , algunas gotillas
 del cielo que se escapan afronto otra larga subida,
sumándose al final un barrizal que si te descuidas te
 quita una zapatilla, al dolmen de Larrazpil...
... lo que mi cabeza traduce en apretarse los machos que vienen "curvas".
Con ritmo de irse para atrás la melena, bajo el arbolado extremo oriental
 de Aralar a Goldaratz apuntando ya al Erga comido por las nubes.
Un poco más de dejarse llevar por la pendiente y llego a
 orillas del Larraun. Fichar en Latasa , comer algo ligero en
 el avituallamiento y después de unas buenas recomendaciones
 de algun veterano, a por lo que queda que no es poco.
Haciendo nada de caso a lo dicho, salgo como un misil.
Abandonando por última vez la civilización, enganchó el bonito
 y más septentrional de los caminos hacia la trinidad; que tras
pasar junto a un viejo puente que tan buenos recuerdos me trae ...
... "pica" suave para arriba sobre el valle del Larraun a la vez que veo la
 parte de atrás de las dos hermanas. Una vez cambio las moles por el bosque ...
... en piloto automático sigo adelante con poca pendiente,
pero costando cada vez un poco más los paso, por el cordal
de Artola  y con un último apretón por las laderas del Erga ...
... entreviendo Pamplona y alguna de sus alturas
 entre lo verde del monte y lo gris del cielo ...
... pongo "banderita" en La Trinidad. Las ermitas tachadas
  y casi todo el pescado vendido en la marcha
😃.
Quedando la ermita atrás, me asomó a la otra vertiente
 y entre el gris, un huequito deja ver Irurtzun. Volando
 por la cara visible de esta montaña que cierra la barranca
 por el E el valle de La Barranca, llegó en un abrir y cerrar
 de ojos a la plaza de Irurtzun donde a la tercera me
cuelgo "la medalla" en la más larga de las marchas de Navarra.
29 abril'23
⛰️Del Rìo⛰️

No hay comentarios:

Publicar un comentario