martes, 19 de abril de 2022

Los gendarmes al Moncayo

Cumplida la diversión veloz a la que me había comprometido/apuntado por las bajas tierras del Ebro, la movida no acaba aquí. Y es que cada cosa que se da, tiene alguna otra por detrás. En esta ocasión con la excusa de tirar hacia el sur y sabiendo que el techo de las alturas ibéricas todavía guarda nieve; me planteo sacar una espinita que quedó allá por el 2017 en el Moncayo, aunque hasta no estar cara a cara... el estado de la canal de los Gendarmes será una incógnita.
Rodeado de incertidumbre me acerco hasta la cara visible del Moncayo y a sus faldas fuera de territorio protegido, en un lugar tranquilo pongo campamento. En lo que queda de día aprovecho a relajarme, poner a punto toda la cacharreria por lo menos la que no se ha quedado olvidada para la faena y reponer al cuerpo de combustible; "bajando la persiana" casi a la vez que el día apaga su luz.

Despertando al despertador, me muevo cuando todavía no han puesto las calles. Con la vida animal campa a sus anchas me adentro en el hayedo del Moncayo y cómodamente subo hasta Haya Seca, donde no se puede seguir más y todavía no hay un alma. Antes de que se esfume toda la oscuridad y el prometido cielo azul se haga hueco , me enfundo las botas y justo cuando llega algun@ más ,casi seguro parecidas intenciones, emprendo la marcha con la esperanza de tener suerte esta vez.

"Compitiendo" con el brillante astro, salgo pies
 en polvorosa hacia las alturas ibéricas; cojiendo en
 rumbo tieso la inequívoca y marcada senda del
camino normal desde el Santuario entre pinos, hayas ...
...  y nieve cerca de la linde del bosque, apareciendo ante un invernal circo de San Miguel
 cuando los rayos de sol ya tocan su fondo.
Pisando suelo que no cede, me acerco siguiendo multitud de huellas
a la cabecera del circo; donde me paro a poner hierros antes de que sea tarde 
y observo con detenimiento la canal de los Gendarmes, entrándome 
dudas de si estará "bien" con todas las piedras que se ven y si merecerá la pena.
Habiendo llegado aquí, rendirse de primeras no vale y
por lo menos me acerco hasta la entrada, para cara a cara ...
... lanzarme al ataque del canalizo; serpenteando
 la pendiente y ganando altura rápidamente con
 un solo piolet por una continua "alfombra" d
e
fina nieve con piedras que afloran ...
... arropado por los llamativos gendarmes y
dejando el esculpido circo de San Miguel a mis pies ...
... domino sobre él y las tierras mañas que se extienden bajo la Sª del Moncayo.
Sin dar un respiro y azotado ya por el calorazo;
 sigo a la par del borde de la hoya "sudando" por
 el cordal oriental sobre nieve paposa ...
... hasta ,sin una pizca de aire ni otra "alma" excesivamente madrugadora,
dar a la gélida cima del Moncayo (2314 m) .
Cima del Moncayo (2314 m), quitada la espinita de los Gendarmes.

Exprimiendo esta situación idílica, me tomo el rato de cima con cierta calma. Lanzo una mirada larga al N, intuyendo tímidamente la blanca cordillera pirenaica y algo de las cercanas tierras Navarras ... 
... mientras al E, el sol y el ambiente brumoso
no dejan demasiado con lo que deleitarse ...
... y hacia el lado oculto de esta gran montaña, algunas nubes bajas tapan los parajes sorianos.. con los que me despido de estos lares hasta más pronto que tarde.
Antes de que llegue algun@ de quienes subían por "el cucharon"
me dejo llevar por la pendiente, descendiendo por la directa con
 un primer buen tramo y una parte final en la que cada pisada se
desliza sobre la nieve muy caldeada ...
... uniéndome a lo que antes había pisado en el fondo del circo
 y deshaciendo lo subido por el camino clasico del techo del
sist. Ibérico, regreso hasta Haya Seca a horas que no sabes
si es mejor desayunar o almorzar.
10 abril'22
🗻Del Rìo🗻

2 comentarios:

  1. Hola Óscar.

    Pues nada, por fin te quitaste esa espinita. Con nieve, es una subida muy bonita, el problema es, que el cierzo la barre y es fácil que haya poca y aflore la piedra, pero más o menos, buscando los pasos, se puede subir con los hierros puestos.

    Salud y montaña.

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  2. Me falto la compañera que aquella vez también se quedo con las ganas, pero a la próxima casi seguro que no faltara jej

    Saludos

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