lunes, 19 de septiembre de 2022

Circular Puig Galileu (1181 m) por el Pas de Sa Rebollada

Después de unos días fuera de lo que acostumbramos. Calor y aroma a Mar. Parajes marinos y subacuáticos con algún que otro costero vertical que esta vez no se ha terciado catar. Actividades pasadas por agua, ratos de relax vacacional y refrescante poteo. Pero en pleno ecuador del giro Mallorquín en espacio y tiempo; nos adentramos en sus pequeñas, pero no por ello menos impresionantes, tierras montañosas.. en la Sª de la Tramuntana, con muchos planes y poco tiempo para todos ellos.
Tras una primera toma de contacto en plan turista por la zona más al sur de la sierra, la noche nos alcanza con un atardecer de película y toca apañar con los horarios.. lo que se traduce en que vamos a madrugar más.

Amaneciendo "dolorosamente" más temprano de lo que venimos acostumbrando en estos días poco normales y con cierto sabor agridulce, al no poder contemplar la salida del sol en el horizonte por la gran porción de isla que nos separa del resto del mar Mediterráneo; ponemos rumbo al corazón de la Tramuntana. Una ración de carreteras reviradas, pura delicia para los de dos ruedas de combustible fósil y las de combustible en plato y algunos de cuatro también, nos aleja de las calurosas tierras llanas mallorquinas y nos adentra en las primeras horas de una buena y bonita jornada en nuestro terreno. Entre montañas no demasiado altas y sombrío bosque mediterráneo, acabamos en las inmediaciones del coll de Sa Batalla donde apenas se nota gentío ni tampoco demasiada calor. Tranquil@s calzamos zapatillas y siguiendo el guion a la perfección, al fin echamos la mochila no la de playa, que esa ya lleva tute a la espalda para dirigirnos a las alturas.

Rodeados de nada más que "pedaleantes" que nos hacen
 desentonar, en el mismo collado de Sa Batalla enganchamos
 un difuso rastro de camino que nos adentra en el encinar;
por el que con esfuerzo por la pendiente y la resbaladiza
 hojarasca que las cubre, ganamos altura perdiendo rápidamente
 de vistas las fitas del buen camino y por donde mejor nos va
 pareciendo, llegamos a tierra de nadie frente
 a una vertical muralla caliza...
... donde rastreando un poco por aquí y por allá, guiados por un
 fuerte olor y bordeando los paredones volvemos
 a dar con las fitas
a la vez que con el Paso de Sa
 Rebollada. La peste se vuelve insoportable
 y unos restos 
de pelaje que asoman en medio del paso aclaran el asunto..
los restos de una cabra despeñada son los 
culpables. Poniendo en práctica
 las nuevas dotes de apnea 
y apartando la mirada de la fuente 
del "aroma", salvamos con ayuda de las manos la facil grieta rocosa ...
Foto de Leyre
... saliendo por encima de los cortados, en un pasillo
entre muretes naturales de rocas y más encinas.
Creyendo estar en lugar seguro para el olfato, no sabemos si por que
todavía esta en el ambiente o se nos ha quedado grabado, necesitamos
 un alto en el camino. Buscando respirar aire fresco, damos con
 bonito balcón y vemos a nuestros pies las tierras del monasterio de Lluc.
Repuest@s del infortunio, avanzamos por el amplio pasillo sobre
una alfombra de hojas secas siguiendo las fitas en disimulado ascenso
al amparo del encinar dirección a la zona más alta y soleada; donde el tema
 se inclina de nuevo bajo los primeros escarpes del cordal del Puig Galileu y
 metiéndonos por la vertiente N, con un poco de facil diversion trepalari ... 
... alcanzamos las despejadas cotas de La Criança, desde las que contemplamos las llanas tierras mallorquinas y apuntando 180º al contrario, la punta que hoy nos atañe .
Intuyendo territorio muy apacible, en donde
 la vida salvaje campa a sus anchas ...
... aunque con vestigios de que antaño
el ser humano los frecuentaba
plataforma de carbonera ...
... seguimos caminando en rumbo ascendente por el lomo oriental del pequeño gran monte; donde el encinar va poco a poco dando paso a la excesiva calidez del sol, parejo al cambio del firme "mullido" por uno kárstico y roto que nos obliga hacer equilibrismos, saltos e incluso echar las manos en algún saliente calizo ...
Foto de Leyre
... y a la que se va abriendo el panorama hacia ambos lados,
con el pico de Massanella y la vaguada de Comafreda hacia el S ...
... mientras al N vemos los últimos Puig antes del pedazo
de Mediterráneo que nos separa de la Península, uniéndose
 unas nubes que se nos acercan a toda pastilla ...
... a la que damos sobre el rocoso cordal cimero, aliñado de altas hierbas.
Pensando que si no echamos una carrera a estas, nos fastidian el
espectáculo sin poder disfrutarlo, atacamos veloces las últimas rampas ...
... hollando la cima del Puig Galileu(1181 m),
pero sin opción alguna de haber ganado.
Foto cimera en el Puig Galileu (1181 m).

Las nubes que no estaban invitadas se acaban uniendo al rato de cima y almuerzo. Sacando de las mochilillas cosas que los más pur@s montañer@s no llamarían ni si quiera comida, llenamos un poco el buche mientras también damos su ración a la vista hacia el interior de la isla de Mallorca con el estirado cordal del Massanella en primer término ...
... y en algún breve instante, cuando las "algodonosas invasoras" quieren,
entrevemos la militarizada cumbre del Puig Mayor antes de poner
 rumbo a las bajuras.. que también estarán afiliadas al reino de las nubes??
Por si la cosa se tuerce más que alguna vez lo parece, nos lanzamos para abajo
 por la vertiente contraria guiándonos de unos postes y pateando un camino
dibujado entre las altas hierbas nos alejamos de la solitaria cima hasta
cruzarnos primero con l@s unic@s andarines por estos lares
y seguido con la GR 221 y un desvío ...
... que haciendo un breve paréntesis en la vuelta,
tomamos en dirección opuesta a lo que debería para ir
 a la casa y pozo de Neu de 'n Galileu.
Recapitulando al cruce, enganchamos la GR221 dirección Lluc.
A la par del cordal del Puig Galileu y ahora agradeciendo a las nubes
que quitan fuerza al sol, llaneamos entre terreno herboso hasta asomarnos
 al vertiginoso camino de herradura de las Voltes de 'n Galileu ...

Foto de Leyre
... donde dando rienda suelta a las patas por una GR apenas marcada , bajamos sin compasión por el empedrado y zigzagueante camino que salva la vertiente N del Puig a cada curva más tupida por el encinar ...
... que termina por engullirnos cuando la pendiente ayuda
 un poco menos a seguir para abajo el claro camino y nos
 descubre al paso las casas y pozo de Neu de Son Macip
 y una colección casi interminable de plataformas de carboneras ...
... tan solo con la compañía de las cabras
que pastan  
estas oliendo mejor y todavía balando; atravesando el sombrío
bosque de Ca s’Amitger y atentos a las pocas indicaciones
 del sendero, terminamos en la carretera.
Cambiando de orilla un cómodo camino empedrado
por el mismo ambiente verde pero notándose más gente,
nos lleva rápidamente a los dominios del monasterio de Lluc
donde ya empieza a oler a final.. pero con sorpresa
😜.
Encontrándonos más abajo de lo que habíamos empezado, toca una
última cuesta para rematar la vuelta. Sin darle demasiadas vueltas al tema
 y viendo anubarradas las alturas sobre nuestras cabezas; echando lo que
queda de fuerzas "sudamos" por un carretil poco transitado que nos devuelve
 al Col de Sa Batalla, pensando en que como mínimo nos hemos ganado un
 trago refrescante y que tan solo nos queda la última antes de decir ADIÓS.
8 sept'22
Del Rìo

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