"La azotea occidental de Gavarnie": Casco de Marbore

Como quien dice estamos dando los primeros pasos en la recta final del verano y si ya antes entre unas cosas y otras teníamos ganas a estos días marcados para perdernos por la inmensidad de las alturas que últimamente poco nos han visto el pelo.. ahora todavía más, cuando sabes que  el verano ya poco más va a dar de sí veremos el otoño 🤪.

Motivad@s desde el primer calcetín que entra al equipaje hasta el último bartulo que va a las mochilas de monte, pasando a lo largo de una eterna espera hasta que llega el momento de decir ADIÓS por unos días en los lares que se gana el pan. Sol y cielo azul nos brindan a mitad de día el comienzo de nuevas aventuras, pero la vida tiene otros planes que no concuerdan con los nuestros y en eso que nos acercamos a Pirineos, el panorama se tuerce con rayos, centellas y agua. Guardados los planes de tarde para otra ocasión, seguimos adelante y damos a la vertiente N del Pirineo. Después de cruzar sin una gota de sudor conocidos pasos de l@s amig@s de las dos ruedas, la noche se cierne sobre nosotr@s y nosotr@s sobre la almohada.

Para cuando el sol quiere empezar a dejarse intuir en el horizonte, llevamos ventaja y nos encontramos en un tranquilo col de Tentes echando un breve y fresco desayuno. A la que asoma tras las montañas del circo de Gavarnie; apretamos botas, enganchamos mochilas y nos ponemos "pies a la obra" hacia uno de los tresmiles de Ordesa que alguna vez se ha quedado en el tintero.

Mirando en la dirección que se proyectan los primeros rayos del sol,
nos alejamos del jaleo que se va armando en el Coll de Tentes y entre
gentes de toda índole faldeamos en facil paseo el pico de entre puertos,
 a la vez que vigilamos sobre el colgado valle Des Pouey Aspé,
hasta acercarnos momentáneamente al puerto de Bujaruelo.

Guardadas las espaldas por la zona más occidental del pirineo que se eleva por encima de los tresmil metros, a cuyos sombra se encuentran los valles del Ara y Gallego ...

... avanzamos hacia arriba sin apenas cuestas y abundante compañia
 a los pies de la gran cara N del Taillon por pedregoso y definido
 sendero, primero entre los últimos verdes  pastos seguido a los
 que sigue el comienzo del "sembrado rocoso"  ...

... llevando al otro lado vistas hacia territorio Frances
las alturas de "las puertas" de Gavarnie en primer termino hasta el Midi de Bigorre perdido en el fondo ...

... hasta encontrar las glaciares aguas del bco del Taillon ...

... que tras cruzarlas con buenas dotes de equilibrio y ayuda "palera",  toca sudar algunos que otros metros por las caóticas rampas del circo glaciar del Taillon mientras una interminable procesión de personas sirve de guía  junto a la pisada autopista y los hitos entre las rocas ...

... acabando por subir al coll de Sarradets, donde la estampa de los tresmiles que cercan Gavarnie y de la gran cascada nos cautivan por unos instantes.
Foto de Leyre

A poco más que avanzan las manecillas grandes del reloj nos plantamos a la par del renovado y "DESMEJORADISIMO" refugio de Sarradets; poniendo directamente la mira en nuestro objetivo del dia, El casco, y en uno de los pasos fronterizos más conocidos e impresionantes del pirineo, La brecha de Rolando.

Entre pelotón y pelotón dejamos atrás el refugio y su llamativo pico, continuando todo tieso con dos pasos arriba y otro para abajo por la imperdible autopista pedregosa en las laderas que hasta hace no mucho albergaban el helero de la brecha; poniendo fin al arduo cruce de la frontera por algún pulido escalón con ayuda de las manos y teniendo que esquivar mucho proyectil que tiran l@s poco cuidados@s de arriba ...

... bajo los enormes paredones, que te hacen sentir insignificante, de la
Brecha de Rolando; abriéndose ante nuestros ojos los parajes de Ordesa.

La idea original de entrar por la cueva, se desmorona
al gotearnos los paredones calizos conforme
nos encaminamos hacia el Casco ...

... y sin parar cambiamos al plan b; que por la vertiente occidental de la montaña nos hacer perder algo de altura para seguido volver a ganarla, afrontando con cuidado por la humedad y suma concentración el colgado paso de los Sarrios ...

... tras el que nos alejamos de la Brecha y su barullo, pegados a las paredes, en pedregosa subida a media ladera ...

... husmeando en una pequeña cavidad, que resulto
no tan pequeña y corroboró la gran humedad que
habríamos encontrado en la otra vía después de
días de lluvias violentas ...

... viendo de nuevo la luz del sol y la cima del casco de Marboré
 en el cuello de los Sarrios, donde se respira soledad absoluta.

Teniendo por ahí abajo Tobacor y más allá el "temido"
circo de Cotatuero con el famoso valle de Ordesa ...

... asaltamos, entre muchas piedras susceptibles de correr ladera abajo junto con alguna artística caliza y varias simas que te quitan el hipo, la cara SE del Casco mientras queda a la espalda la Torre de Marboré y una vez cara a cara con la cúspide, a caballo de la divisoria meridional con alguna trepadita fácil ...

... recalamos en la cima del Casco de Marboré (3010 m),
compartiéndola con otras cinco personas.. nada que ver
con el vecino Taillon. Un tranquilo acierto subir a este tresmil.
Foto de Leyre

Foto cimera en el Casco de Marboré (3010 m)
☝ y Leyre

Donde mejor nos parece, acomodamos posaderas en la más placentera
tranquilidad y sacamos lo que va en las mochilas mientras oteamos
la escena que nos rodea. El valle de Gavarnie de casualidad es lo primero
 que tenemos delante y unos miles de metros más abajo ...
Foto de Leyre

... y girando hacia oriente la cabeza nos cautivan los más grandes
de entre los grandes del lugar picos de las cascadas, cilindro, Mt Perdido ...

... terminando por ver la cima del Taillon e intuir desde alta perspectiva
 la brecha de Roland ambas abarrotadas; justo cuando empieza a llegar
 gente y más gente al Casco, poniendo fin a la paz que se respiraba hasta
 entonces. Ante ello, vamos recogiendo y apuntando de vuelta a las bajuras.
Foto de Leyre

Por el mismo camino que de subida, pero con mucho menos esfuerzo y más liger@s deshacemos la andanza; bajando las tarteras del casco sin pillar "cacho" en ninguna de sus trampas resbaladizas de superficie ni las profundas desperdigadas por sus laderas , atravesando de nuevo el paso de los Sarrios junto a un hombre que no se le ve en su mejor momento y al que con el mayor de los disimulos echamos un ojo mientras regresamos a la brecha y azuzados por un sol abrasador terminamos por lanzarnos en picado, sin dejar de lado el cuidado de no invitar a las piedras a rodar, hasta el refugio de Sarradets.

A pesar de la cantidad de gente tenemos suerte de pillar un banquito en la terraza y una vez elegido sitio, con un vaso refrescante y unos pinchos caseros de tierras riberas calentados por el ambiente nos relajamos sin ninguna prisa. Del bocata al panorama van yendo y viniendo los ojos, llenándose la tripa y maravillandonos con las vistas hacia Gavarnie, su gran cascada y los grandes picos del circo.. pero el buen tiempo se va rápido y toca ir pensando en volver aunque no apetezca.

Rebosantes de energías dejamos Sarradets y la escena
tresmilera de Gavarnie; metiéndonos en el vecino circo
del Taillon por el que seguimos perdiendo altura, serpenteando
rápido el laberinto de bloques, piedras sueltas y rocas pulidas
 en más soledad que antes ...

... contemplando futuribles, que van directos a la lista entre otros que ya están ...

... hasta encontrar avivadas por estas infernales
calores las acuosas dificultades del bco. del Taillon,
que jugandonos un chapuzón y pagando como mínimo
un remojón de pies las solventamos ...

... para poner rumbo final, vigilados por la gran muralla N del Taillon y entre
 algun dominguer@ player@ de los de verdad, volviendo a toda mecha
al col de Tentes con lo que quedan a tono cuerpo y mente para el
verdadero objetivo de estos días de aventura pirenaica.
Foto de Leyre

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