viernes, 25 de febrero de 2022

"Sin MULLERES pero no todo fue al traste"

Sin certeza alguna de que un bonito y largo plan sobre tablas vaya a llevarse a cabo; con la misma ilusión que si si, ojeamos este monte y aquel, está ruta y esa, preparamos toda la parafernalia y.. dejamos en manos del destino la última palabra. A última hora la cosa parece desmoronarse. Unas previsiones poco alentadoras dan que pensar que la bonita idea igual tenga que quedarse solo en idea, pero estas no son "palabra de Dios" y puede ser para mejor o para peor. Queriendo salir de dudas, no queda otra que echar el equipaje al "burro" y descubrirlo en el valle de los valles. Aunque antes de llegar haya aventura de por medio.

Finito lo duro de la semana y lo claro del día, nos ponemos en marcha hacía el que suele ser destino habitual. Dejando el terreno de juego local a un lado por unos días; continuamos más allá como "visitantes" hacia el agreste corazón pirenaico. Tranquilo viaje faunístico entre los oscuros parajes del Sobrarbe y la Ribagorza, nos lleva a caer al valle que esculpe la Noguera-Ribagorzana. Tras remar a la contra del río, pegamos con el muro rocoso que delimita el Val d' Aran por el Sur. Sin tardanza montamos campamento en las inmediaciones de Conangles con poco vecindario y la tranquilidad justa para pasar una corta y despejada noche de invierno.
Adelantados al "encendido" del día, salimos del saco preparados para la acción. Una vez nos hemos protegido todavía más del gélido ambiente que impera en estas horas; echamos la comida más abundante e importante de la jornada asentados sobre la tierra que reposa sobre los largos túneles de Vielha en la entrada del valle de Molières. Un@s cuantos hace rato que han salido, otr@s llegan ahora y nosotr@s a lo nuestro ultimamos los detalles para salir en busca de esta mal conocida como facil montaña  hay alguna que lo sea? Todas tienen su miga de una u otra manera 😜.

Pisando sobre helados terrenos "pantanosos" y discontinuas manchas de vieja nieve que no dan posibilidad de calzar esquís, empezamos a recorrer tranquilamente el valle de Molières por la preparada senda de la cascada a la par de la embravecida regata y bajo grises nubes que medio cubren las grandes montañas que nos "encierran" ...
Foto de Leyre
... mientras a la espalda con la luz del tímido sol, se pintan bonitas estampas que nos acompañan hasta vernos engullidos ,tras un calentamiento de media hora, por las hayas y el abundante terreno blanquecino que se interponen en el camino.
"Trasteando" por donde nos dejan las hayas y rocas ...
Foto de Leyre
... deslizamos sobre nieve espolvoreada de ramas y sin perder un segundo continuamos valle arriba, por terreno abierto e impoluto, siguiendo las suaves pendientes con los últimos pinos a los pies de las paredes de la Sª dera Pleta Naua con alguna vieja avalancha ...
...mientras al otro lado se alzan llamativos los picos de la Tallada ...
... a cuya vera atravesamos el plan dera Rasa, donde una cordada aprovecha los
 duros vestigios del invierno y nosotros poniendo la mira en lo más alto del lugar ...
... foqueamos tieso hacia las alturas con el cielo debatiéndose en colores, siendo adelantados por algun@s traveser@s que van como cohetes, por el fondo del barranco de Molières a la vez que nos alejamos de las bajuras primaverales del valle de Barraves ...
... y nos presentamos en la plana Naua, ante dos posibilidades de camino y con el cielo quedándose azul radiante; lo que vaticina un día insuperable por estas alturas pirenaicas, pero no por el resto.
Decantándonos por el flanqueo por las colgadas laderas orientales limítrofes entre Gerbosa y la Sª de la Pleta , la opción más recomendable, comenzamos zeteando con cuchillas la tiesa y helada rampa de la plana Naua ...
  ... viéndonos obligados a sacar crampones y piolet para progresar
con toda seguridad , dejando abajo los llanos del valle ...
... y una vez colgados en el flanqueo, a pesar del cambio para bien, avanzamos rápid@s y a media ladera a "cramponazos" sobre blandas nieves cambiantes ...
Foto de Leyre 
... llegando al refugio de Molières con aspecto espacial
y un interior acogedor que ni pensamos en usar esta vez.
Hora y estómago toman el liderazgo, invitando casi obligando a parar un poco al sol junto al refugio. Apaciblemente recuperamos el aliento y las fuerzas con algo de comer mientras deleitamos a los otros sentidos y cuando estamos para terminar, fijamos la mira en la imponente cima de Molières y nos alcanza un grupo de vascos sobre esquís.
Infiltrados entre medias del grupo, tras dejar atrás el refugio y avanzar un poco más por  las blanqueadas cuencas de los ibones de Molières; nos metemos en las caldeadas laderas de la Sª Gerbosa para salir del "hoyo" zeteando y canteando por tiesos canalizos y entre grandes rocas de granito ...
... con las alturas más occidentales de Aigüestortes como telón de fondo ...
... hasta acercarnos al agresivo cresterio
 que nos separa del valle de Nère ...
... a la vez que nos sirve de guía para avanzar todo el rato a la misma altura en un largo flanqueo rumbo al punto débil del murallón anterior a caer hacia Barrancs , hincando bien los cantos sobre nieve pesada que en algunos pasos nos hace perder pie e incluso dar algún numerito de gran elasticidad por las laderas compartidas entre Gerbosa y el ansiado tresmil ...
Foto de Leyre
... pero en la recta final al collado, espesas nubes grises
nos adelantan y pintan el ambiente con malos colores. 
Cruzándonos de nuevo con el majo grupo  que antes de verlo
todo peor se bajan esquiando, nosotr@s decidimos intentarlo.
El tema evoluciona rápido de Guatemala a Guatepeor y aunque
 es algo que cuesta, más cuando estás tan cerca, desistimos
también de la cima. En el mejor sitio que vemos, paramos y
preparamos el descenso a la vez que damos tiempo a
que quizá mejore  
o no mínimamente el gris panorama.
A pesar de no llegar a lo que nos habíamos propuesto,
la cima seguirá ahí para la próxima vez y está
que nos quiten "lo bailado" o lo que quizá este por bailar
😜.

Esperamos y esperamos pero seguimos envueltos por la espesa masa gris, así que montamos sobre las tablas y empieza la diversión. No diferenciando entre suelo y cielo, esquiamos por las laderas del circo de Molières con toda cautela pero gozando de hasta alguna retahíla de giros por nieve cremosa ...
Foto de Leyre
... y a punto de entrar en la cuenca de los ibones, las nubes se abren a nuestro paso y surcamos con una sonrisa de oreja a oreja lo que nos queda ...
... hasta caer al refugio de Molières y abandonar
 por hoy las desapacibles alturas.
De nuevo nos damos un pequeño respiro junto al refugio y aprovechando que se está la mar de agusto, sacamos lo que hay guardado en la mochila y aposentamos posaderas cómodamente ...
... mientras disfrutamos de lo que se nos ha privado desde más arriba y aquí tan solo de lo que se deja.. un poco de panorama hacia el valle de Molières.
Ya siendo algo tarde, esperamos que lo que queda ya estará rehelando. Sin demorarnos empezamos a movernos, montamos sobre los esquís y dirigiendo las puntas hacia las bajuras, abordamos el resto de la bajada sin parar de "rayar" la blanca superficie del valle y con algún revolcón por unas nieves cambiantes a cada vez peor.. zanjamos el bonito y placentero intento a uno de los llamados fáciles tresmiles, que nos hará volver en alguna ocasión 😜.
Foto de Leyre
🗻Del Rìo🗻

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