Planeado todo al milímetro, el equipaje preparado al completo y con el cuerpo por aquí todavía, pero la cabeza por allá; en eso que cruzas cuatro palabras, con las que recuerdas otras cosas pendientes y en menos que lo que das un parpadeo, desmorono la idea inicial de cabo a rabo. Cambiado el destino y poco o menos la naturaleza de los planes, el equipaje vale por igual y ante el cambio parece sumarse compañía.. así la corriente sigue su curso hacia una nueva aventura, que al final a salido de bajo manga y pinta que no veas =P .
Adelantando por los pelos a la muy nombrada ola de calor; me junto con Edu poco después del punto de la mañana y cuando ya está el mundo afincado en sus quehaceres, partimos tranquilos en un ambiente agradablemente veraniego. De primeras como acostumbramos, vamos camino a las montañas que inundan de ilusión nuestra mente cada vez que las vemos; pero dejándolas para más tarde, nos desviamos hacia la hoya de Huesca mientras un verdadero infierno se va extendiendo.
Pasamos junto a los imponentes Mallos de Riglos en los que también habrá que ir a dar caña al temario y tras Huesca capital, nos despedimos de todo rastro urbanita, dirección a la Sª de Guara. Entre parajes refrescante de "mosaica" roca , nos adentramos en sus bonitas entrañas con un sol fulminante que cae sobre la faz de la tierra. Antes de llegar junto a las aguas de Vadiello, sin nadie a la vista, nos pegamos a las caldeadas paredes donde se encuentra oculta y enclavada nuestra vertical faena: la canal del Palomo.
A todo sol y calor nos enfundamos en los arneses, los adornamos con hierros y una vez protegidas las ideas.. listos para meternos en el lío.
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Dando cuatro pasos, con los pies en tierra firme, junto a un seco cauce bajo los Mallos de Ligüerri y tras lo que parece un pequeña cascada, en días de más humedad y menos achicharramiento, vemos en una pared de "gotele" las viejas estacas y el comienzo de la ferrata. Arranca la fiesta vertical!! |
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Entramos en la vía trepando un pequeño y tieso muro a la par del canalizo por agarres de roca y disgregadas estacas, siguiendo por unas tumbadas y adherentes placas con los hierros justos y necesarios ... |
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... llevándonos a la misma boca de la impresionante canal. |
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Que resulta un camino del que hasta las cabras huyen y nosotros ahí que vamos. O igual se espantan porque llegan los de Etxabakoitz? |
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Unos pasos laterales, colgados sobre el pequeño hilo de agua que corre, nos adentran en la angosta grieta ... |
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... yendo el tema "fuerte" desde abajo; superamos sin posible relajo una sucesión de saltos de agua, secos para nuestra suerte en esta ocasión, por no demasiadas clavijas y apoyos de roca "lavados y abrillantados" por las corrientes ... |
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... que vienen desde las varias pozas que atravesamos; en su mayoría sin agua, aunque alguna no da pie a descuido si no te quieres dar un "chapuzón" ... |
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... en el dulce hogar protegido y con prohibición de bañarse de los tritones ... |
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... y apenas habiendo disfrutado de la emoción, volvemos a ver sobre nuestras cabezas el cielo azul e intuimos el final de la canal. |
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Como se suele decir eso de que "hasta el rabo todo es toro", no queda nada y nada hay de tregua; seguimos por un canalizo algo desplomado al comienzo, que subimos con ayuda de una cadena y estacas contrapuestas dando a una llena cubeta que rodeamos a gatas ... |
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... y acabamos poco más arriba al cobijo de una balma, saliendo por su techo con las únicas grapas de toda la via y apretando en los últimos pasos por la vertical bajante ... |
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... nos dejamos envolver entre vegetación que se cierne sobre el cauce, poniendo punto final a la impresionante canal del Palomo. |
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Foto finish de la "ferrata" bajo el enorme bloque. Edu y 👆. |
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Abriéndonos paso por unos metros entre "la selva", aparecemos ante el bonito circo ciego de los Mallos de Ligüerri donde por fin cambiamos las vistas de dos angostas paredes y un pequeño hueco de arbolado fondo y el cuerpo se toma un merecido respiro. |
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Dominando sobre parte del verde valle que se extiende desde Vadiello hacia la hoya y cayendo sobre nosotros todo el poderío del astro diurno, asegurados al cable vamos andando a media ladera por rocoso terreno sembrado de rocas ... |
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... restandonos dos fáciles destrepes por estacas que nos devuelven al suelo y tras ello, siguiendo unos hitos bajamos directos al punto de inicio de esta corta pero intensa vía ferrata. |
🗻Del Rìo🗻