miércoles, 5 de julio de 2023

Besiberri Sud

La suerte no siempre puede estar de nuestro lado. Una vez más la vida viene llevándonos la contraria, aunque por otros lados nos da cosas buenas, y el que teníamos planeado como viaje alpino de ir a los Alpes 😜 se cae del calendario. Pero como siempre, nos adaptamos a lo que viene y tirando del grueso archivo de futuribles, damos forma a unos pirenaicos días.

Cargado "el burro" de cuatro ruedas el momento de partir es inminente y el fin del día casi también. Aún con eso, por delante tenemos un buen viajecito hasta la zona central del pirineo y después de ver atardecer con buena cena entre manos tiramos, casi en soledad, hasta el alto de Bonansa. A falta de casi nada, pero siendo ya horas intempestivas, nos despedimos del mundo hasta el día siguiente muy pero que muy temprano.
Tan oscuro como dejamos "la partida", nos la volvemos a encontrar. Recogido campamento, volvemos al lio y rodando poco más, acabamos a las puertas del refugio de Conangles con un vecindario bastante abarrotado. Haciendo poco barullo atamos bien cordones, ponemos alguna capa de más, montamos bastones, colocamos mochilas y justo cuando los primeros rayos del sol tocan la cúspide del monte que tenemos enfrente.. es el momento de partir hacia esas alturas cuyo número tanta "locura" levanta  a algunas personas que piensan en esto como en una competición por estos lares.

Igual que flechas, siguiendo las marcas de la GR 11, tiramos valle abajo por el bosque de Contesa al que la carretera le pone banda sonora y mientras pensamos en el final por esta rampita que entonces será una infernal cuesta, el fuerte sonido de las aguas del bco de Besiberris va engullendo al que traíamos. Sin apenas haber calentando, un cartel nos manda en otra dirección, que no la cómoda, y apuntamos hacia el estany de Besiberris.
Paralelos al vivo cauce que nace en nuestro primer destino, avanzando
 por clara y marcada senda vamos arañando metros de desnivel
 poliki-poliki y casi en soledad por las laderas más occidentales del
 pirineo catalán a la sombra de un bonito hayedo a la vez que a
ratos vemos a la espalda las alturas de la zona de Maladetas ...
... y, en otros, al lado bonitos saltos de agua. Llevando
 en las patas ya casi toda la subida, cruzamos a la otra
orilla por un puente y cambiando el entorno por la altura ...
... lo hace también el camino. Cojiendo tono más picante, seguimos subiendo
en un sin fin de zigzags por estrecha senda dejando atrás las bajuras
 de la Noguera-Ribagorzana y el frescor mañanero ... 
... apareciendo frente al estany de Besiberris.
Mandad@s por estómago y reloj en coalición,
buscamos primero un lugar idílico para acomodar posaderas.
De seguido sacamos algo de comer de las mochilas y
disfrutando del entorno con el sol climatizando, nos pegamos
 un buen desayuno que ni en el mejor de los hoteles
😜.
Con la tripa en calma, vemos el mundo de otra manera.. TIESO P'ARRIBA.
Tras rodear las azuladas aguas del ibón por estrecho y resbaladizo
 pasillo verde, encaramos hacia el vistoso refugio de Besiberris ...
... paseando todavía, aunque no por mucho sobre aguados caminos con verde y florido firme que nos llevan a dar de nuevo con el barranc de Besiberri, pero está vez sin puente para cruzarlo. De roca en roca haciendo equilibrios, para evitar un chapuzón indeseado, cambiamos de orilla ...  
.... y por inclinado jardín que hace sudar un poco ...
... nos plantamos en la puerta del refugio de Besiberri
 cuando l@s últim@s inquilin@s lo dejan. 
A pesar de ser tentador el quedarse entre esas
 cuatro acogedoras paredes, las alturas que nos rodean
 todavía lo son más. Dejando a la espalda las civilizadas
 bajuras del valle de la Noguera-Ribagorzana ...
... por pisado camino entre matorrales rodeamos lo alto de
la cuenca del Estanyet y salvamos la desbordada canal de Rius ... 
... cambiando poco a poco el colorido y verde ... 
...  por un caótico reino rocoso. Sudando una rampa, en la que
seguimos hitos y marcas amarillas por lo que parece camino
salimos del hoyo del lago. Bajo los paredones del cordal de Besiberris ...
...  cruzándonos con varias personas que bajan muy temprano
de sus faenas, nos sumergimos en un "perdedero" mar de bloques
 y navegando, por donde mejor lo vemos combinando con el rastreo
de hitos y pintadas amarillas en el granítico laberinto, ganamos altura
 durante largo y muy soleado rato rumbo a la collada d' Abellers.
Cerca de las faldas del pico de Abellers ...
... nos encontramos con algunos restos del invierno.
Pisando por ellos buena huella, subimos un poco más
 y llegamos a la boca de la tiesa y rota canal.
Justo a la que vamos entrar, algun@s bajan y la lluvia de piedras es un inevitable sin parar. Echados al lado contrario, sobre terreno inestable nos acercamos ,dando dos pasos arriba que acompañan a uno abajo, hasta la parte más rota y tiesa del corredor. Después de pasar la pareja, pisando con la delicadeza donde todo se va y buscando unas trepaditas en el lado izquierdo; superamos lo peor y tirando un poco más por otro canalizo damos a la collada.
Viendo a tiro piedra nuestro objetivo, no perdemos un instante. Cogiendo una
 senda por el filo W atacamos la cúspide cimera, echando manos en algun paso
 facil y sumando apenas un centenar de metros más ...
... hollamos la cima de Besiberri Sud (3023 m),
 toda para nosotr@s sol@s.
Foto cimera en Besiberri Sud (3023 m)
y Leyre.
Ni queriendo hacerlo mejor, a la hora de comer estamos en lo más alto
 y sin echar el ojo en ninguna de las cuatro posibles direcciones, va
 primero al fondo de la mochila en busca de lo bueno que acarreamos
 desde abajo. Después de acomodarnos, poner la mesa e ir llenando el
 buche; admiramos el espectáculo que nos rodea. Al lado Comaloforno
 y la aguja de Malavesina que quedan para otra ocasión...
... hacía el E el "corazón" del parque nacional
de Aiguestortes y todo el Pirineo Catalán...
... algunos estanys "brillan" a nuestros pies en rumbo S,
teniendo de fondo las pequeñas alturas prepirenaicas ...
... y tras buen y largo rato en las alturas, la mirada va hacia el resto del pirineo que queda hacia el W; con el macizo de Maladetas en primera plana, es momento de volver.

Sin perder un instante de más, deshacemos lo subido. Nos
deslizamos por el inestable canalizo y aprovechando un largo
nevero, le damos un buen "trascado" a la vuelta. El terreno
caótico nos envuelve de nuevo y continuamos bajando ...
... y aunque el lugar invita a no despedirse,
sabiendo que es lo que ya toca nos permitimos
 alguna parada no prevista pero que lo merecen ...
... antes de poner pies en polvorosa una vez más y arrear por donde pisamos a la subida, regresando a las bajuras del valle de la Noguera-Ribagorzana con un bonito día de monte a la espalda a la vez que una buena paliza y habiendo subido una nueva cima.. de la que ya han salido unas cuentas más que añadir a la lista de pendientes.
Foto de Leyre
⛰️Del Rio⛰️

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