jueves, 27 de abril de 2023

Corredor Estasen al Aneto

Tan solo después de una nueva pared, un monte "olvidado" con su buena soba y un merecido día de descanso.. llegamos al que nos propusimos como principal destino en estos santos días ,el valle de Benasque. En mente llevamos idea de algún que otro tresmil, otras cimas que no ostentan tal título y la única posibilidad de elegir una opción de tantas; porque aquel giro del comienzo así nos ha dejado el tema. Sentados, tomando algo y comiendo bueno ponemos cada cual sus cartas sobre la mesa. Valoramos las opciones, nuestro estado ese pie parece que mejor ,las ganas ni mencionarlas porque de eso siempre vamos sobrad@s y cuando solo quedan dos; en un tira y afloja que ya tendía hacia un lado.. las nuevas tecnologías (para bien, para mal o para un poco de cada) nos traen información fresca de que la pista de Coronas está transitable y que el Estasen tiene buena pinta, lo que la vuelve a liar.
Uno no es capaz de disimular las ganas y sabiendo de antemano que rondaba mi cabeza desde hacía tiempo; decidimos que la última en entrar, gana. Con  las mochilas a medio hacer solo teniendo que añadir alguna cosilla; ojeamos la meteo, estudiamos ruta y plan B, echamos una temprana cena con Benasque a nuestr@s pies y al catre.

Pillando la delantera a much@s madrugadores, de nuevo estrenamos las calles rumbo al refugio de Coronas. Otra ración de bamboleos, bacheos y subir sin esfuerzo; nos llevan después de largo rato al ya abarrotado paraje a los pies de la vertiente S del Aneto, consiguiendo aparcar ahí de puro milagro. 
Compaginando tareas en un periquete estamos desayunad@s o cenad@s según como se mire, con las botas puestas las de monte no las de comer y repasando una última vez las mochilas. Detrás de algun@s pocos que se nos adelantan,  salimos a por nuestr@ objetivo con los últimos atisbos de la fresca noche.

Las primeras luces que empiezan a pintar un bonito día,
nos iluminan  lo suficiente el camino para ir llaneando
terreno conocido de aquella divertida-sufrida vuelta al
 Aneto hasta el desvío hacia los ibones de Coronas ...
... donde vemos que "las averías" no parecen dar guerra. En un silencio sepulcral,
 no oyendo pájaros o el soplar del viento y un fresquito mañanero no demasiado
 potente;  encaramos por senda la primera rampa entre pinos, raíces y una ración
 de bloques de granito a la par de la escasa agua que corre montaña abajo ...
... consiguiendo aparecer al lado de su origen, el Ibonet
de Coronas y casi pillar a l@s que salieron delante nuestra.
Pues si que vamos fuertes 🤪.
A los pies de la hipnótica cresta de Llosas ...
... y dejando por detrás el valle de Vallibierna
con alguna de sus cumbres 
pero no las que conocemos ... 
... apuntamos hacia las alturas que ya asoman y seguimos subiendo sin tregua, como si lo que arrastramos desde Cotiella se hubiera disipado, navegando entre mil trazadas por las laderas meridionales del macizo de Maladetas y tocando cantear o aprovechar el esfuerzo de otr@s, por las huellas de los neveros mas bajos y todavía prietos ...
... que contrastan con los rododendros
 queriendo florecer en nada ...
... y justo antes de que el sol asome tras las alturas de granito, nos
 "zambullimos" en blanca escena a orillas del ibón inferior de Coronas.
Viendo mejor que buena huella en nuestra dirección,
decidimos ir "a pelo". Rodeamos delicadamente lo que creemos
 como la orilla del ibón, nos cruzamos con una pareja que baja
y nos cuentan lo bueno que pillaron ayer el Aneto; tras lo que
 sudamos unos metros mas por un pasillo rocoso en dirección
 al que era nuestro plan B Pico Aragüells) que en eso se queda, ...
... para salir a la zona de los otros dos ibones de Coronas también ocultos bajo nieve 
donde pega un aire frío y desapacible.
Frente a frente con algunas de las más altas del pirineo, buscamos cobijo
 entre unas rocas y un poco de calidez solar para hacer un alto en el camino,
 en que "echar combustible" al cuerpo y ponernos hierros en pies y manos.
Lanzándonos al ataque hacia la gran cima entre grandes
 cuando algun@s contad@s bajan, otr@s se ven en el
 puente de Mahoma y much@s también van para arriba ...
.... ganamos altura, pensando en que nadie se aventura hacia el  Estasen y van
 hacia la normal de Coronas, siguiendo la cómoda autopista de huellas por
las tiesas rampas Sur que se desprenden de los montes malditos ... 
... mientras por atrás se otea junto a pequeñas cumbres cercanas a Benasque
 se aparece la última que pisamos, las bajuras del valle de Vallibierna
 van quedando por allá hundidas ...
... y pegados a las imponentes moles de granito,
al fin vemos el que es nuestro "obstáculo" para llegar al Aneto
 y a varias cordadas que se nos adelantan a entrarle. 
Trazando una media ladera bajo la muralla del Aneto,
caemos primero en un lugar cómodo en que terminamos
de equiparnos con arnés y demás cacharros a la vez que
damos tiempo a la gente para que resuelvan ese primer
resalte en mixto que nos trae de cabeza desde hace un rato.
Igual que arbolitos de navidad, con cosa colgando
 
no mucha pero si las necesarias nos plantamos al inicio del corredor,
teniendo vía libre en lo que desplegamos la cuerda.
Tocándome salir en cabeza, subo rápido los primeros metros por escalones de nieve dura y tras meter un primer seguro me presento en "el marrón" de hielo y roca. A pioletazos más cramponazos en que solo entran las punteras, me cuelgo del hielo con cierta tensión y pensando: pero esto me aguanta? Al siguiente pegue, viendo la seguridad de estar ahí cual chorizo en el secadero, disfruto de cada paso por este terreno tan efímero y supero el resalte que aseguró con un tornillo corto y con unos metros más por una nieve perfecta para traccionar llegó a montar una reunión a prueba de bombas ...
Foto de Leyre
... tras lo que viene Leyre con buena destreza pero poco cómoda
en este terreno, ante lo que decidimos asegurar un largo más
hasta que la confianza para avanzar se vuelve plena ...
... y rodeados de un ambiente alpino ...
... tiramos para arriba de la canal sin cuerda y buscando la diversion
a la vez que evitamos todo lo posible los tallados escalones, ...
...pasando esta vez de ir por Petit Black para la siguiente ocasión ... 
... apareciendo tras bonita diversion alpina,
en la cresta bajo la aguja Daviu.
Enfundando los piolets; trepamos con poca complicación (II)entre bloques,
zonas heladas y otras de nieve blanda en clara dirección a la enorme cruz ...
Foto de Leyre
... pisando de nuevo la cima del Aneto (3404 m)
 con no demasiada gente.
Foto de rigor en la cima del Aneto (3404 m).
 
y Leyre.

Frustrada la idea de pasar cuanto antes el puente de Mahoma, toca pedir turno y esperar. En ese rato una rica comilona acompaña al contemplar lo que tenemos a nuestros pies.. toda la cordillera pirenaica 😜. Al E las alturas del valle de Barrabes, Aran y Aiguestortes ...
... no dejándonos la bruma ver mucho más, lanzamos la mirada al lado
 contrario donde el valle de Benasque y Posets se llevan el protagonismo ...
... y sin poder dar el último bocado, nos toca la vez
 y la vista vuelve a las bajuras de Coronas.
Despacito y con buena letra, además de crampones por nieve en algunos
 tramos, cruzamos el puente de Mahoma un@ detrás de otr@ y echando
los pies en tierra firme en la antecima del Aneto, el mayor jaleo es historia.
Sin bajar la guardia y viendo a un@s cuant@s que se preparan para gozar con la bajada; contemplando el camino de los portillones "caemos" a pata por escasos instantes al glaciar del Aneto y sin apenas perder altura, flanqueando esos rotos cresterios ...
llegamos al collado de Coronas, donde sol@s nos asomamos
 al largo camino que queda y vemos el que ha sido
nuestro divertido acceso al techo de los pirineos.

Foto de Leyre
Dejando avanzar poco o nada a las manecillas del reloj,
destrepamos los primeros tiesos metros del collado de Coronas ...
Foto de Leyre
... hasta que el terreno tumba y se confirma lo que intuíamos, la nieve es más agua 
que nieve propiamente dicha. Ante lo que sin dudar quitamos crampones. Marcando
 buen ritmo a pesar de las hundidas en el suelo, alguna hasta haciendo desaparecer
 una pierna por completo, bajamos en busca del  fin de la nieve por las trilladas
 laderas entre las crestas de Cregüeña y Llosas con el sol  azotando sin compasión ...
... dejando atrás la gran muralla del Aneto y volviendo a los ibones de Coronas,
 donde paramos con disfrute de pintxo y un rato en el mejor de lo lares. Pero
sin  poder dormirnos en lo laureles, un poco más de patear sobre blanco nos
lleva a pisar tierra firme junto a la orilla del ibón inferior de Coronas y despedir
 las blancas alturas pirenaicas 
que se vera hasta cuándo
😜.
Nada nuevo por delante, tan solo queda lidiar con el cansancio que se quiere
  manifestar. Sobre los mismo pasos que nos han hecho sudar de buena mañana, 
 perdemos altura sin descanso por las alpinas laderas de Llosas y tras el ibonet
 entramos en el pedregoso verdor del valle de Vallibierna para poner 
punto y final
 a una clásica "pirineada" junto a los santos días por el monte.

Foto de Leyre
9 abril'23
⛰️Del Rio⛰️

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