05 noviembre 2025

Peña Sabocos por la Cresta Occidental

Largas semanas contrastan con los días que cada vez son más cortos.. aunque quizá esto solo sea cosa nuestra por el hecho de tener en la cabeza ,a estas alturas del año, esa larga lista de futuribles y ni uno tachado todavía. Motivos, excusas, situaciones.. todos sumando a la contra hasta que ahora, queda en nuestra manos y vamos a exprimir las oportunidades que se brinden hasta la última gota.

Dejando atrás el viernes, el sábado casi ha pasado sin pena ni gloria aunque permitiendo preparar mochilas y desempolvar botas, para aproximarnos a las faldas de los Pirineos. Con un tranquilo viaje nocturno, recaemos en un más tranquilo valle de Tena. Sin rodeos ni remoloneo nos vamos a la cama, porque se prevé abrir el ojo temprano para un domingo de MONTE. 
Después de una noche de “percusión lluviosa” cuando quiere encender el día, ya llevamos rato en danza y con ligero frescor mañanero nos vamos a Panticosa. Junto a la base de la estación de esquí aparcamos y entre movimiento de otr@s tantos montañer@s, rematamos detalles.. para sin perder un segundo apuntar a la cima de Sabocos y al lío.

Abandonando el pueblo y seguido la estación, por un antiguo sendero

nos adentramos en los otoñales parajes del Bolatíca y Travenosa …

… ganando altura suavemente sin tregua ni pérdida ,en absoluta soledad,
 paralelos a las vivas aguas provenientes de las alturas de Tendeñera …
… terminando, entre pastos de montañas donde
una pareja nos adelanta cual cohete, por sumar
por tiesa laderas casi la mitad del desnivel …
… llegando a orillas del Ibon de Sabocos, viéndonos
 cara a cara con las moles que hoy nos ocupan.
Encandilad@s unos instantes por el lugar, enseguida volvemos a la acción.
Tras rodear el ibón por su orilla W, cogemos las que dentro de poco
 se convertirán
o eso esperamos en blancas pistas y subimos otro poco más …
… hasta dar con el ibón de Asnos,
bajo las llamativas formas de Peña Roya.
Quedando el colorido valle por allá abajo …
… después de una breve pateada de cómoda pista en las faldas de
la sierra,nos desviamos por difusa traza de senda para navegando
 entre hitos, ir sumando altura sobre mullido firme kárstico …
… viendo aparecer en nuestro horizonte otras cercanas cumbres pirenaicas, mientras el terreno se torna completamente rocoso. Clavando la vista en el siguiente objetivo …
…  en las alturas de Tendeñera, sobreviviendo al
 inesperado despegue de una bandada de perdices? …
… continuamos avanzando con equilibrios por el pedregal que nos obliga a “apretar los machos” por roto canalizo en que sombra, VIENTO y FRÍO se suman al ascendente juego …
… y sufriendo más las condiciones que el dar un paso y casi retroceder otro,
 alcanzamos el paso Chetro junto a Peña Roya
que queda relegada para quizá otra ocasión .
Con el grueso del desnivel finiquitado, podría parecer que "el pescado está vendido".. pero PARA NADA. Otro breve respiro para comer y abrigarse, precede a un paseo a media ladera junto al cordal entre simas y algún agujero pasante a la vertiente N; que tan solo nos hace recorrer la mitad de la cresta W de Sabocos y presentarnos en la parte más entretenida.
Nubes no invitadas, nos adelantan y cubren la cima.
Así arrancamos a por ella …
… progresando despacio y con “buena letra” por fáciles pero expuestos
 pasos por la arista, que pone la guinda al trepar una corta chimenea (II) …
… tras la que gran parte de la dificultad queda atrás.  Sin permitir mucha distracción porque se paga cara en este terreno que fácilmente te “embarca” en LIADA.. después de solucionarla en cordada sin necesidad de cuerda e irse solas la nubes …
… atacamos a cumbre por el mismo filo combinando
 tramos horizontales con echar manos sin dificultad …
Foto de Leyre
… hollando la cima de Sabocos (2757 m ) custodiada por los cuervos de Odin? . 
☝ y Leyre en la cima de Sabocos (2757 m).

Después de todo el esfuerzo.. la situación no invita a quedarse ni un rato.  Aun así, aguantando fresco y viento oteamos el panorama. La entrada al valle de Ordesa y el macizo de Vignemale es de lo poco que las nubes dejan ver hacia el corazón de los Pirineos …
… en cambio al otro lado es “historia” diferente. El valle de Tena, muchos de los tresmiles más occidentales, moles de Partacua-Collarada, algunas alturas del valle del Aragon.. pero la más conocida esta vez se esconde y a nosotr@s nos toca volver al terreno de juego.

Retrocediendo un poco por el cresterio, buscamos la vía normal de Sabocos que nos lleva a montar sobre el contrafuerte N y mirando 1700 m abajo al final de la ruta …
… tiramos con pies de plomo por el inclinado y desgajado camino, perdiendo altura por canalizos y espolones rocosos que sin descanso nos hacen continuar bajando, pero más relajod@s, por donde indican los hitos en el mar de piedras de la N de Sabocos …
… cayendo, tras mitad de faena, en el ibón de Asnos.. siendo buen momento y lugar, para admirando las alturas llenar el buche .
Con energía como para subir de nuevo, mejor las guardamos y dejando a la pendiente hacer el trabajo, descendemos “sin frenos” otro buen puñado de metros por las pistas
 de Panticosa entre pastos y otoñales bosques.. zanjando un buen domingo de monte
 y aunque termina una, vamos cavilando la que será la siguiente ⛰️.

Foto de Leyre
Ós

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