Los episodios del invierno se han ido encadenando uno con otro sin intermedio, hasta que ha tocado en plena primavera. Y uno de estos solo puede significar una cosa.. MONTE en todo su amplio abanico pero el tiempo corre, el siguiente largo episodio va tocando a la puerta y es momento de “poner la guinda”. Nada mejor para ello que unos días por nuestro terreno de juego habitual.. PIRINEOS.
Cargando con todo para los planes y más para los posibles cambios de ellos, a mitad de una semana que ha prometido hasta el momento pero que se tuerce en parte debido a tormentas vespertinas, nos desplazamos a los pies de Collarada una vez más. Mientras ponemos la vista en el siguiente día, en que empieza “el jaleo” por los montes, cargamos baterías y estudiando meteo-terreno más la primera actividad sobre ruedas.. es momento de bajar las persianas con rayos, relámpagos y truenos de fondo.
Totalmente diferente a como nos acostamos, aparece un cielo radiante para desearnos los buenos días ya de camino al vecino valle de Tena y para primera hora de la mañana estamos asentados en el pueblo de Panticosa. Medio preparad@s para la acción un buen desayuno en “terraza” precede al descargar de bicis y última revisión y tras lo que enfundamos lo poco que nos faltaba y vamos a la aventura por los medio-altos montes de Panticosa.
Ós
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