sábado, 30 de diciembre de 2023

Tour de La Plagne Est

Metidos en lo más profundo de un ambiente que no pone las cosas demasiado fáciles para salir a LA MONTAÑA como nos gustaría, toca jugar con las cartas que han tocado. Nieve, no demasiada. Calores poco normales para la fría época en que estamos. Dominio esquiable más "civilización" en cada centímetro de alrededor. Y una vez visto lo malo, buscamos lo bueno.. algún itinerario de esquí de montaña balizado, no demasiada pero si suficiente nieve como para salir con las tablas calzadas, en la mochila un bocata de nutella que se sale por los cuatro costados y una idea en la cabeza intentando buscar lo "salvaje" que se traduce en lo más alejado de ruidos y gentío aun estando entre ellos que se puede en el entorno de La Plagne.

Horas en que el cielo está ya encendido y se va pintando un bonito día, empezamos la danza. Desayuno, rematar mochilas, poner focas al agrado de la calefacción y en cuanto permiten entrar al blanco terreno de juego porque ahora resulta que porciones de mundo tienen sus dueños , salimos por la puerta de la navideña casa montados sobre las tablas.

Donde l@s comod@s empiezan su día, nos hacemos a un lado del jaleo y entramos
 a los tranquilos
además de "minados" por amigos de cuatro patas parajes arbolados de Bellecôte siguiendo
 el cerrado itinerario de esquí de travesía. Por un momento pensamos en que quizá no
 se pueda y cuando varios a pie bajan y repiten la misma tararira.. volvemos a pensar. ¿CERRADO? ¿Solo a esquís, pero no para ir a pie? Sin hacer caso 
pensad que puede
 ser rebeldía o lo que plazca
 continuamos para arriba zeteando por trillado camino...
... viendo a ratos estampas del macizo de Beaufortain entre el abetal ...
... alcanzando el Dou du Praz tras tan solo un par de cientos de metros, plantándonos cara a cara con la mole hacia la que nos dirigimos y un brillante sol que ya pega con ganas.
Con el Montblanc asomando en el horizonte, irremediablemente toca ir
 por dominio esquiable. Dejando el punto más alto de Alpes a la espalda ...
... navegamos sin apenas desnivel entre blancas pistas y tramos
 donde se combina el blanco con verde y marrón, respetando
 a tod@ aquel que nos rodea para en armonía llegar a los pies de
la Crête de la Grande Forcle. Breve cuesta abajo hace salirnos ...
... de las pistas y nuevamente, a pesar del entorno, reina una "paz salvaje".
Faldeando por buena traza la accidentada vertiente E de la Crête, pero
 sin dejarnos llevar por la misma y gestionando terreno más trazado
 bajo nuestro criterio, ganamos altura sobre el circo de La Plagne ... 
... hasta llegar al Col de la Forcle y asomarnos al Valle de Champagny-en-Vanoise.
Otra vez las pistas son inevitables. Por un lado, ocupando lo mínimo y sin
estorbar, y en cada punto que se puede siguiendo por fuera; remontamos el
 largo y tendido cordal de la Forcle para hollar el Grande Rochette (2508 m).
No siendo acogid@s en el bonito mirador hacia "el rey", buscamos nuevo lugar. Al otro lado, donde calienta el sol y no corre más que una agradable brisa, nos plantamos para comer y dar "festín" a la vista hacia las grandes moles de La Plagne, algunas de Tignes ...
... y echando un ojo hacia donde empieza la diversión, oteamos la zona más occidental de la Vanoise en dirección Chambéry y no nos demoramos en salir a "jugar" con los cantos.
 Foto de rigor en el Grande Rochette (2508 m) .
En picado y sobre pulida pista, abandonamos la cima cayendo al coll de la petit Forcle. Lejos de mejorar ,a lo primero se suman los montones. Sacando a relucir lo mejor que tiene cada un@, nos escaqueamos de lo balizado y seguimos bajando no mucho mejor rumbo a Champagny ...
... echando el ancla junto al Chalet de Verdons, quedándonos
 con ganas de unos giros más, pero evitando sudar más después.
Las horas, el desnivel , el calor.. empiezan a pesar y tan
 solo el poner focas cuesta más de la cuenta. Puesta
 la mira casi 1000 m más arriba
pero con plan b por si acaso bajo manga ...
... subimos abriendo huella sobre pesada nieve húmeda
 y "serpenteando" por las redondeadas laderas del trillado
 Valle que desde Roche de Mio va hasta Champagny ...
... yendo en paralelo a la gran barrancada que algun@s se han lanzado a esquiar llena
 de avalanchas de fondo y al cordal de la Forcle que hemos recorrido ...
... mientras al lado contrario contemplamos con la baba colgando por algun rincón todavía por catar las palas más meridionales que se desprenden desde el Roche de Mio. Tras solo una tercera parte de la subida, llegamos a los abarrotados pies del Roc du Diable con puntos en contra.. reloj y fuerzas. Sin muchas vueltas al coco, pasamos al plan B y quedando el Roche en el tintero ...
... hacemos un último esfuerzo por la caldeada vertiente
 de la linea rocosa que nos separa del valle de Tarentaise ...
... alcanzando el paso justo a tiempo para empezar a ver como el sol
empieza sus últimos instantes de labor y que la decisión a sido
totalmente acertada, aun sin ser lo que podríamos querer.
Sin demora quitamos focas, ajustamos equipo y calzamos. Por la cabeza pasan algunos pensamientos.. ¿Quizá la última de esquí de montaña hasta..?¿La despedida definitiva
 de los Alpes? De vuelta al mundo, esquís apuntan a las bajuras y ambientados por las luces del atardecer empieza el baile sobre tablas, "trasteando" un poco por fuera pista ...
... gozamos de algunos giros por nieve transformada y rematamos el
 tour por La Plagne con un terreno que no pone la guinda como uno
 podría querer.. PERO QUE NOS QUITEN LO BAILADO por tierra alpinas
y ahora que se preparen por casa porque VOLVEMOS 🙃 .
Del Rìo

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