jueves, 5 de enero de 2023

Circular Os Fils y Los Mallos

Según quien y como lo mire, dirá que estamos en la línea de meta del 2022. Otr@s que estamos en la salida del 2023. Sea como sea , lo que es seguro es que no vamos a parar y a consecuencia los equipajes toman forma para unos días perdid@s por el mundo y sus alturas.
Desde hace algún año, en todos sin excepción sonaba la idea de arrancar el nuevo con esquís en los pies y aunque esté, la idea también estuvo presente.. la realidad, sin ninguna delicadeza a impuesto todo lo contrario. Que haces? Te enfadas? Y qué consigues? NADA. La única opción es buscar una alternativa, que pueda ser igual o hasta más apetitosa si la miras con buenos ojos. Poniéndonos a cavilar, no tardamos en tener unas cuantas a expensas de la última palabra de los cielos.

A las puertas del día extra de fiesta, sabiendo que viene con "zancadilla" por un tiempo de perros y unas lluvias matutinas.. toca buscarle la vuelta al "caer" por una de las mecas de la escalada. Y por suerte siempre tenemos alternativas para casi todo 😜.
Viajando a Riglos sin prisas y alguna pausa, dejamos pasar lo peor y nos plantamos delante de los impresionantes mallos a eso de media mañana. Lejos de ser la mejor hora al contrario que el ambiente, dudamos de si nos dará tiempo a hacer toda la vuelta.. así que echamos a las mochilas algún "por si acaso" más y arrancamos.

Nubes y nubarrones adornan la aguada escena prepirenaica.
Tras un fugaz trayecto por las callejas de Riglos, enganchamos
el GR1 a la vez que un pequeño grupito y vamos paseando
sin perdida ni mucho esfuerzo entre "selva mediterránea" ...
... alejándonos de los "desaparecidos" mallos principales y contemplando los olvidados ...
... llegando a la par del macizo de Os Fils y
casi entrar en el bco. de la Mota.
Abandonando el buen camino de marcas roji-blanca; una estrecha senda con tramos picantes para las piernas y carteles, que hacen imposible perderse, nos acerca a las "fileteadas" paredes y al comienzo de la ferrata de Cubilillo. Llegados después del grupillo, cogen primer@s la ferrata. Mientras nosotr@s disfrutamos de un rato de tranquilidad y del espectaculo de nubes y moles sobre Riglos, a la vez que nos preparamos también para la vertical y ferrea faena.
Con poca verticalidad y mucha facilidad, al unísono
del "asalto" de las nubes, empezamos trepando
con ayuda de estacas
 además de respeto y miedo a esas armas de hierro 
varios escalones de artístico conglomerado...
... siguiendo por un canalizo más vertical, dónde subimos apenas unos divertidos metros tirando de raíces, bolos, pies en adherencia y más estacas ... Foto de Leyre
... y que nos adentra en los "místicos" parajes
 de Os Fils, mientras vigilados por sus alados
inquilinos pateamos a la última dificultad ...
... pillando un poco de atasco.  Aprovechando, alcahueteamos un tramo
 equipado que rodea la pared y de vuelta en la vía, nos metemos sin
contemplaciones en ganar por una última ración de estacas los pequeños
 resaltes de conglomerado con la suerte de que el panorama hacia los elegantes
 mallos de Riglos se despeja justo cuando pisamos lo más alto del mirador.
En lo alto del mirador de los Buitres.
y Leyre.
Haciendo el lugar honor a su nombre, observamos a los buitres sobrevolar
 en "cuadrilla" el oleaje de nubes que se extiende a nuestros pies ...
... junto a los dominios de los Mallos de Riglos, Agüero y Peña Rueba; no dejando pasar la oportunidad que el reloj también dice que es momento de deleitar sentidos, estómagos y mente de una tacada .
Cuando la tranquilidad va desapareciendo con eso de poder llegar en coche, lo más normal, dominando sobre la hoya de Huesca bajamos pateando pistas por la fácil vertiente oriental de la mole de Os Fils hasta el bien vigilado collado de Marcuello y de seguido, caemos hasta el collado de Santo Roman; donde con las horas que tenemos una línea recta nos llevaría direct@ y rápidamente de vuelta a Riglos.. pero la idea no cuaja ,que para eso cargamos "porsiacasos" 😜.
Jugando las nubes entre paredes y "tornillo, nos alejamos otra vez de las bajuras
 rumbo al cordal que se desprenden desde los famosos "pingonetes" ...
... enganchando antes el marcado camino de la solana, por el que
bajo las pequeña cimas de la Sª de Riglos seguimos avanzando
 de vuelta a los Mallos por sinuosa, verde y a ratos vertiginosa senda ...
... viendo la trasera de los pequeños mallos olvidados
y el camino por el que empezamos de tardía mañana ...
... dando, tras larga pateada con algún pequeño sube y baja, frente
al Mallo Colorado, Mallo del Agua, La Visera ...
... y el camino del cielo, tocándonos sumar unos metros
más de trillado camino en soledad
que se sientan como más de lo que son 
a casi lo alto del Mallo Bentuso.
A pesar de llevar la hora "pegada al culo", no asomarse al mirador de los Mallos podía ser un pecado capital. PURO espectáculo al circo de moles de conglomerado y el paso del Gállego.
Foto de Leyre
Rápida merma de luz nos pone las pilas y con ello nos lanzamos
 por la continuación de la senda del cielo; deslizándonos por su tiesa,
 y embarrada traza cara a cara con la N del Mallo Pisón y el Mallo Firé ...
... zanjando la variada vuelta por el reino de los mallos
cuando la noche se nos echa encima y poniendo punto final
a las "aventuras"  de montaña de un más que buen '22..
Que nos deparara el '23?
⛰🗻 ;) 

Foto de Leyre
30 dic'22
🌄Del Rìo🌄

2 comentarios:

  1. Hola Oscar.

    Buena combinación, porque la vía ferrata sola, se queda algo escasa. Nosotros hicimos algo parecido en su día, tengo los cachivaches para hacer ferratas algo olvidados.

    Salud y montaña.

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    Respuestas
    1. Que tal Eduardo =)
      Aun queria haberla echo un poco mas larga, que esta zona de riglos la verdad que la tengo poco pateada pero me pararon los pies jajaja.

      Pues con el invierno tan poco invierno que esta haciendo, son buenas fechas para sacar los hierros de ferrata =P

      Saludos =)

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