Pasadas apenas unas horas tras cambiar del ambiente polar al “tropical” y poner un pie de nuevo en casa, amanece gris el último día de las vacaciones de semana santa. Esto podría ser la excusa perfecta para dar media vuelta en la cama y dejarse enredar un buen rato más por sábanas, pero.. otros tantos motivos valen para lo contrario y entre los planes no está el quedarse en la cama, por lo que empezamos a danzar más que pasado el punto de la mañana. A la vez que desayunamos nos enfundamos ropajes ciclistas y preparamos material , optimizando el tiempo al máximo, para terminar revisando y rematando bicis. Tras cargar “las gemelas”, salimos al mundo y cuanto antes ponemos rumbo a los parajes de Roncesvalles-Irati para rodar por sus montañas con otra vuelta pensada por Leyre que se ha vuelto más local que ☝️.
Dudando de si aguantara el cielo sin “caer” nos acercamos a las bajuras del pirineo navarro y vamos viendo que tampoco pinta tan mal como estaba predicho. Compartiendo trayecto con solitari@s y pelotones, a punto de llegar a Roncesvalles nos desviamos para un poco más de coche y terminamos aparcados junto a la antigua fábrica de armas de Orbaitzeta.
Primero pies a tierra, segundo van las ruedas y de seguido, con eso de que ya es media mañana, toca almorzar algo ligero. Recargadas fuerzas no muy gastadas 😜 , rematamos los preparativos en un ambiente tranquilo en que solo se oye el cantar de los pajaritos combinado con el correr del agua y con ellos como banda sonora.. arrancamos la vuelta por estas “bajuras” pirenaicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario