"El colmillo" de Ordesa

ATENCIÓN ATENCIÓN!!!  Se hace saber por la presente, que "el pueblo llano" se abstenga del disfrute de sus vacaciones si es que desean disfrute pleno. Pues este año nos metemos en la primera tanda del verano con las nuestras y como es ya una costumbre, en el último momento traemos un tercer invitado NO DESEADO. Meteo inestable, muy  cambiante, con posibilidades tormentosas y  poca apariencia veraniega.

Experimentados de veces pasadas, era una de las posibilidades que barajamos y para la que guardábamos ases bajo la manga. Así nada cambia y seguimos adelante con nuestros muchos planes por las montañas pirenaicas, que podríamos llamar nuestro dulce hogar solo por unos días o igual ya para más? Porque últimamente  😋 .

Suena la campana del último día y con ella de camino a casa por el mínimo posible, "la cara" nos cambia radicalmente. En un abrir y cerrar de ojos, ventaja de tener el grueso de deberes hechos, estamos para partir. Justo un momento antes echamos un vistazo a las previsiones de tiempo y sorpresa. De pintarlo "negro" cambian a solo medio serlo y a la tarde, lo que nos da pie a plantear algo más, corto y rápido por nuestro primer destino.. el valle de Ordesa. Estrujando el coco mientras se van apagando las pobres luces del sol, paramos a las puertas de este paraíso montañoso y  zanjamos el día con la idea de Leyre de entrar en materia suavemente , subiéndonos al llamativo Tozal del Mallo.

Queriendo llegar antes de que Ordesa se ponga hasta la bandera, salimos nada más encienden las luces en las calles y bajo un día "medianillo" por las alturas, que parece nos va a tocar verlas de color gris, nos vamos a la pradera. Dirigidos por personal del parque, aparcamos a placer sin apenas un alma en el lugar. Apenas distorsionando la tranquilidad que reina entre las verticales paredes del valle, saltamos al terreno de juego ligeros de equipaje y pendientes de la hora en la que supuestamente se avecinan tormentas, nos ponemos en marcha.

En vez de seguir la corriente del resto de "mortales", damos la espalda al bonito reclamo de cascadas del valle de Ordesa y envueltos por un mundo verde subimos a piñón y sin tregua ...

... al impresionante circo de Carriata, después de buena cuesta,
en el que destaca el puntiagudo Tozal del Mallo. Imposible verlo y no querer subirlo.

Presentándose a la espalda lo último del valle del Arazas, a punto de unirse al del Ara ...

... continuamos en total soledad para arriba por la parte "amable" del circo,
en busca de los paredones y las clavijas de Salarons , entre hierba y rocas  ...

... salvando las aguas que vienen de las grandes cumbres ...

... y tras echar manos en unos fáciles resaltes nos encontramos con las clavijas,
por las que salvamos las verticalidades con una primera zona tumbada y terminamos trepando una bonita y más vertical chimenea ...
Foto de Leyre

... saliendo al siguiente "piso" del circo de Carriata-Salarons; donde una pareja de poco asustadizos sarrios, nos dejan contemplarlos por largo rato.
Regalos de la naturaleza ante conductas de respeto, cada día menos frecuentes en estos parajes.
Foto de Leyre

Alejándonos de los muros rocosos que caen desde la faja de las flores, recorremos al trote el herboso balcón a los pies de la vertiente S de Mondarruego ...

... a la vez que perfilamos los imponentes cortados hacia el valle de Ordesa
y sin ya gran esfuerzo, conquistamos la cima del Tozal del Mallo (2254 m).
Foto de Leyre

Foto en lo alto del Tozal del Mallo (2254 m).
👆 y Leyre.

Despachados por la ventolera y cuatro gotas que se escapan ,
 ponemos pies en polvorosa al fondo del valle ...

...  encontrando "alpinas" sorpresas sobre la verde alfombra ...

...  al desviarnos del camino de las clavijas y coger unas terrazas "verdi-rocosas"
a la par de unos saltos de agua, que nos llevan a rematar el descenso por la "vertiginosa" y facil fajeta  ...

... regresando a la parte baja del circo de Carriata; contemplando por última vez el Tozal del Mallo y a un@s cuant@s que van hacia las alturas sin saber lo que se viene encima? , mientras nos damos el lujo de una breve y rápida parada.

Antes de que la situación pinte a peor, "soltamos frenos" y  por camino conocido entre hayas y pinos nos metemos bonita y buena bajada de vuelta a la pradera de Ordesa; completando la corta rutilla al Tozal justo en el instante que el cielo gris empieza a soltar su "mercancía".
Foto de Leyre

🗻Del Rìo🗻