jueves, 10 de junio de 2021

Trail la remota "fortaleza" de Ordesa

Qué no, que no y que no!!! Los hilos que manejan nuestro destino, enrevesados a tal nivel que parece que te van a dar y al final te lo quitan, una vez más nos la juegan. Teníamos un plan perfecto de montaña, buena compañía y ricos alimentos en plena capital del más alpino pirineo.. pero le va a tocar esperar como poco una semana más, si los altos cargos del mundo  natural nos lo permiten.
Volviendo al tiempo presente, cómo barajamos aunque queríamos pasarla de largo esta posibilidad; el plan B ya tenía "pretendientes" y únicamente había que decantarse por uno. Cosa nada fácil, cuando son tan atractivos y quieras ir a todos y cada uno. Reducidas las opciones a dos, lanzar una moneda al aire valdría como solución, pero mejor con mapa en mano nos decidimos por seguir un poco más hacia el E en nuestra recién retomada expansión pirenaica y recaer en las periferias del gran parque de Ordesa.

Un calor terrible, a pesar de haber empezado la decadencia del día, junto al continuo "petardeo" de cientos de bichos contra el parabrisas, que parecen las esperadas lluvias, nos acompañan hasta la recién abierta Jaca y un poco más. A las puertas del más alto Pirineo, cuando ya casi nos hemos "ventilado" el viajecito, empieza un ir y venir de tormentas, que en algunos momentos parece no tener intenciones de parar.
Llegados al destino, con el río Cinca a un lado acompañado por Peña Montañesa y al otro Ordesa, la suerte echa un pequeño giño. Lloviendo fino o incluso sin hacerlo, cae una cena rápida, montamos cuanto antes el cuarto y a dormir que de nuevo tenemos a la vista otra bonita jornada por la libertad de las alturas.
Foto de Leyre
Puntual suena el despertador de patas, plumas y cresta; poniéndonos en marcha en ambiente caldeado cuando todavía el sol ni asoma, pero un grisáceo y disgregado "ejercito" parece querer invadir su terreno. A contrarreloj nos preparamos y no dando tiempo al cuerpo no a que pida desayunar, retomamos el camino hacia los parajes del sector Añisclo.
Curvas combinadas con estrecha carretera  nos llevan a cojer altura sobre el valle del Cinca con vistas a una de las "murallas" que delimitan el cañón de Añisclo. Cada vez más cerca de ella damos con el cruce de Escuain y Bestué, donde justo entre medias se alza nuestra apartada mole. Ahí mismo, en sus faldas paramos motores sin un alma a la vista y un cielo azul que da gusto, empezando a calentar las piernas que salimos directos hacia cima.

Conjugados con el espectáculo de luces que  empieza a dar color al valle del Cinca, al macizo de Cotiella y a la llamativa mole de Peña Montañesa ...
... partimos a ritmo cañero y subiendo con disimulo absoluto por un enpasillado camino pedregoso entre bojes y eras a caballo de las aguas del Bellós y el Yaga, acercándonos hasta casi la base de una de las puntiagudas "almenas" de Castillo Mayor.
Bajo las verticales paredes de la cara S y envueltos por colorido primaveral...
... bordeamos dicha vertiente en leve ascenso a la sombra del espeso bojedal en busca de su "único" punto débil, en forma de amplio canalón; por el que sin compasión y en el más puro silencio que nos brindan estos parajes, zigzagueamos por una machacada senda entre cada vez menos vegetación, tomando altura sobre las tierras del río Bellós ...
... contemplando momentáneamente el panorama que de atrás hacia la Sª de Sestrales ...
... saliendo tras lo grueso de "la conquista" al colgado y llano valle de Castillo Mayor, donde nos recibe el rebaño de "alojadas" de estas alturas.
Manteniendo la distancia con las lanudas por precaución con su posible protección, en vez de atacar directos a cima; tiramos en ascenso, siguiendo remarcadas pisadas, por los verdes pastos suspendidos rumbo al extremo más oriental de la mole ...
... acabando montados en la arista frente a la Sª de las Tres Marías.
Observando cientos de metros más abajo la garganta de Escuain ...
...y perfilando las vertiginosas paredes N,
dulce morada de las buitres que nos sobrevuelan ...
... por afilado y esculpido terreno calizo subimos a toda pastilla y saltando de roca en roca por la arista, mientras en el horizonte van apareciendo las Tres Marias algo "teñidas", seguido del collado de Añisclo y la zona de las Tres Serols con un poco más de blanco ...
Foto de Leyre
... hoyando sin dificultades la cima de Castillo Mayor (2018 m); donde sin quererlo despachamos ,con susto para ambas partes, a un enorme buitre y cojemos asientos en primera fila para disfrutar de "la obra".
Foto de Leyre
Foto de rigor en la cima de Castillo Mayor (2018 m).
Leyre y 👆

A pesar del fuerte brillo del sol y el agradable ambiente que reina en los montañosos alrededores; sabemos lo que con total sigilo se nos viene encima y sin rodeos nos lanzamos directos por encajonada y tiesa senda entre el desgastado lapiaz, bajando con pies de plomo y aún así jugandonos en cada zancada una torcedura o una "cuchillada" ...
... regresamos de una pieza al paso de acceso al valle colgado
de Castillo Mayor, que dejamos ya atrás.
Observando el punto final y con casi toda la diversión por delante, descendemos "como cabras en su hábitat natural" por el mismo camino sin dar respiro a la maquina a la vez que compartimos el entorno con otr@s poc@s que suben hacia cima entre la refrescante vegetación, que a veces nos pone la zancadilla , y antes de que empiecen los estruendos por el cielo, concluimos la "conquista a la apartada "fortaleza de Ordesa". Foto de Leyre

🗻Del Rìo🗻

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