martes, 5 de mayo de 2020

"Primer chute de libertad" : Trail Oihana (599 m)


Nada más y nada menos que 54 días han pasado desde la última vez que pudimos ponernos las botas. Por lo menos las de monte, las de comer han sido 54 días non-stop.Y aunque ese ha sido en general el menor de los problemas, en lo que respecta a lo personal es un duro golpe. Que de la noche a la mañana te quiten esa porción de tu vida que " te alimenta"; no es algo fácil de encajar. Pero así lo hemos afrontado, y seguiremos, poniendo por delante el bien común a las ganas y los objetivos personales; pero a las puertas del 55 empezamos "a darle vuelta a la tortilla".
Lejos de los más profundos deseos; que nos llevaban a pensar ponernos los esquís, sacar los piolets , calzarnos los pies de gato o soñar con el saco y la funda vivac ... vamos a tener que empezar por estudiar geografía y legislación para conformarnos con salir de entre cuatro paredes. "Que ya veníamos un tiempo cargando con su peso encima".

Tras acostarse igual que un niño la noche del 5 de enero, temprano y con nervios; la mañana se presenta como si hubiesen dejado carbón y regalo, nieblas y libertad. Con los diazos que hemos visto pasar desde la ventana y justo el día "importante".En vez de darle vueltas para mal, mejor es dárselas para bien y con una suma de extrañas sensaciones que se aúnan mientras anudo las zapatillas. El esperado momento de hacer algo diferente a las ya rutinarias tareas vitales a llegado  e incomodando a la espalda con esto que llaman mochila .. listo para volver a "sus brazos" en relativa "soledad".

Humedad y aire puro inundan los pulmones a partes iguales a orillas del Arga, donde el paisaje urbanita da paso al natural.
Al fin el barro vuelve a impregnar las zapatillas, los pies sienten los duros impactos sobre la roca y los mullidos sobre la hierba mojada ; mientras subo a piñón por la loma oriental siguiendo la GR 220 ...
... con la dormida Huarte a mis pies junto a las espesas nieblas ...
...  pasando junto a la cruz y la cima de Oihana ( 599 m) ...
... y acabando, tras "cederme el lugar" un agradable  hombre, en el mirador con pocas vistas del castillo de Miravalles.
Tirando por la vertiente N, me veo engullido por ambiente "selvático y tétrico" por el que desciendo, con equilibrios y deslizamientos, dando con el límite ... 
... sobre el que faldeo el Oihana hacia el Oeste , bajando al puente de la Trinidad y " puertas" de Villava. Lares tranquilos por ahora.
Voy a por un segundo asalto, que me mete en tupidas sendas de la cara occidental por las que apretar a "la máquina" ...
... mientras ahora va quedando abajo la escondida Villava ...
... y segunda cima con un poco mejor de color en el cielo.
De nuevo bajada por la N más resbaladiza y trillada, que hace barruntar que el personal empieza a abundar ...
... y con estas premisas, que no tardan en cumplirse, de vuelta por la GR 220 y parece que ya vale por hoy.
Justo apunto de dar el "toque final", aparece la compi que sube otra vez 
y sin mucha resistencia; uno muy adelante y otro muy atrás, 
como si estuviéramos peleados,  paseamos hacia arriba ...
... para dar a la tercera en lo alto del Oihana "con la vencida". Un espeso mar de nubes se extiende a nuestros pies y como islotes, emergen las montañas que delimitan la cuenca de pamplona. 
Hacia falta ya un espectaculo de este calibre.
Ahora de verdad,de regreso "al corral"  última vuelta de relajación al monte y como pronto hasta mañana ,que nos dejen salir de nuevo al rebaño.


🗻#DeL RìO#🗻

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