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17 octubre 2022

Via Ferrata Harri Gorri (K5)

Un día cualquiera un amigo y gran ferratero eventual, me comenta que tiene algún día por ahí libre y que si se puede cuadrar agendas, estaría bien meterse en algo interesante de monte o lo que se tercie. Y la propuesta ahí queda latente, a la espera de que ese posible día se de. Que como todo acaba llegando y después de tirarme alguna.. deja en mis manos "el pastel", aunque no sabe que ya esta casi solo a falta de "hornear" y de que acepte su parte. De contar la propuesta a recibir la respuesta ni segundos, pero la emoción de alguno 😜se desborda después de un rato y algún que otro vídeo.. quedando poco más que decir que la hora de salir y esperar a que las manecillas del reloj la marquen de buena mañana.

De buena mañana con el mundo echado a rodar en el último día de lo duro de la semana, nos reunimos el dúo dinámico y de otra manera también echamos a rodar. 
Viajamos primero a tierras alavesas, luego burgalesas y definitivamente de nuevo en Álava, a orillas del Ebro, recalamos en el pueblito de Sobrón. Bien conocido para ambos después de hacer la que por entonces era su única vía ferrata, ahora es el momento de ponerle punto final a ese capítulo y parece que con el escenario para solo nosotros. Mientras nos preparamos llega un solitario ferratero que tras cruzar un rato palabras arrea para allá primero y nosotros al poco seguimos el mismo camino.

Llevando todavía los pies en tierra nos acercamos en apacible
ambiente natural hacia la faena por donde unos postes nos guían
a la contra de las aguas del Ebro, pasando junto a las ruinas
del antiguo Balneario y a la afilada cresta; para antes de llegar
de nuevo a la carretera, "respirando ya cierta tensión", enganchar
 una sendilla que termina por poner a tono y a pie de vía.  
Nadie por delante el chico ha debido ir como un cohete y para nuestra suerte tampoco
por detrás nos brinda absoluta tranquilidad y una vez que todo está bien
 y en su sitio; despegamos los pies del suelo y vamos ganando altura
por tiesa pared ,que va fuerte desde el primer momento, dando estirados
 pasos por muy alejadas grapas, tirando de algún que otro agarre natural
y viéndonos obligados a "descifrar" mucho apoyo de pie en la roca
mientras por abajo queda la a veces ruidosa carretera  ...
... y una vez dominamos sobre un otoñal
paraje boscoso de las vecinas tierras castellanas ...
... manteniendo casi la misma altitud; avanzamos ,algo tumbados a la "mala" dirección,
 en lateral por largo y largo, sin pasos especialmente complicados pero teniendo que casi lanzarnos a enganchar muchas grapas y cuando están los brazos echando humo,
 un cacho después de pasar el primer escape ...
... afrontamos, medio bailando en el vacío una pierna y un brazo,
una primera esquina rocosa con grapa "escondida"; a lo que sin
 descanso sigue más petada de brazos en flanqueo con algunas
trepaditas interesantes y divertidas tras las que ya viendo el
último escape, resolvemos otra esquina con suma destreza.. y por
 unos instantes, nos colgamos de la pared para recuperar la entereza
 sin aceptar por un momento que la retirada sea LA opción.
Echando la vista adelante entre impresionantes agujas se
distingue el primero de los grandes puentes a los que nos dirigimos ...
... peleando un poco más por la rojiza y vertical muralla,
terminando por ganar mas altura a la vez que nos adentramos
 en lo que resta de ferrata sin posibilidades de escaqueo...
... y nos planta, a pleno sol, cara a
cara con el puente tibetano. 
Respirar profundo. Templar la cabeza y paso a paso sin prisa atravieso primero
 los 45 movidos metros del puente, mientras en la orilla los nervios se apoderan
 de la situación. En cuanto tengo los pies pegados a la otra pared, sin titubear
sale Unai a jugar a los funambulistas y mucho mejor de lo que se imaginaba
 e incluso inmortalizando esos tensos minutos...
... nos reencontramos en la separada aguja,
entre verticales parajes salvajes y
bajo el vuelo de los buitres.
Rodeando en ligero descenso la aguja con apenas
unos largos pasos que contamos con los dedos de la mano,
 damos al otro lado con una cabeza de carnero colgando
de la pared y al divertido momento de salir.
De nuevo en primer lugar me dispongo a surcar la delgada y colgada línea, y a los pocos pasos noto los disipadores demasiado tirantes, viéndome obligado a recular.
Apañada la situación con la cacharrería que puede parecer estar de más, cruzamos el puente de uno en uno con más meneo y engorro que en el otro, al tener que pasar los mosquetones en varias ocasiones, ...
... continuando por un destrepe escueto de grapas y rematando
 la colgada diversión con un puentecito de dos cables ...
... que nos planta sobre una losa medio
despegada de la pared, un buen lugar
 donde reposar con los pies en firme y
en la vertical recta final de la ferrata.
Viendo el suelo y el final muy abajo, pasamos ha admirar
un instante el colorido y agreste desfiladero excavado por el Ebro ...
... para centrarnos después en la faena, que sin dar respiro ni queda demasiado,
ya arrastrando un cierto cansancio nos va haciendo bajar con esa dinámica de
pasos largos entre grapas o destrepar por la cálida roca hasta que dejando
sobre nuestras cabezas unos cuantos metros  de paredón.. pisamos suelo firme
 y damos por finita la vía ferrata Harri Gorri.
Faltando tan solo volver pero con los pies en la tierra,
 inmortalizamos el final de esta bonita ferrata ...  
y Unai
en la que en hemos visto algun momento chungo y  dudado de porque nos hemos metido en estos jaleos pero aun así hemos tirado, disfrutando a la par que "sufriendo".. y ahora que será lo próximo 😜 k6?.

14 oct'22
🗻Del Rio🗻

10 agosto 2021

"Hierros y CENTELLES" Via Ferrata

Como quien va de Oca a Oca y tira porque le toca; nosotros pasamos de rozar las nubes a 3000 m de altura, a casi 0 a orillas del mediterráneo. Una terapia de choque contra "el mal de altura" pirenaico, de nada más que unos días de "relax" con sol, olor a mar, arena vista desde "cercana lejanía" y algún esporádico terraceo. Pero todo tiene una cara oculta y estas mini-vacaciones de "personal normal", llevan consigo una pequeña dosis de "ferrea emoción".

Después de reponer cuerpo y mente emprendemos la vuelta a la vida normal o a una nueva según quien, ante un día sublime y una cita concertada al punto de la mañana en una de las populares de Cataluña. Con la hora pegada al trasero más algun infortunio inesperado en el camino, llegamos con las manecillas un poco pasadas a Centelles y todavía sin saber donde  tenemos que ir exactamente. Avanzamos sin dudas y apenas dando oportunidad a que aparezcan las mismas, unos carteles nos guían por una estrecha carreterucha dirección a los paredones en los que intuíamos que estaría la diversión. Pasamos una zona de corrales; en la que en vez de vacas, cerdos u ovejas tienen un par de emús y donde nos mandan, obedientes, dejamos el auto a la sombra y sin estorbar. 
Rapidos y veloces salimos al cálido ambiente, pero más agradable que el pesado de la costa, y nos armamos de hierros hasta las orejas. Sin bajar el ritmo, ni perder la atención en los detalles; comprobamos material el uno al otro y el otro al uno y salimos en busca del inicio de la conocida vía ferrata de Baumes Corcades.

Guiados a la perfección por carteles, entramos en calor aproximándonos
con los pies en tierra por buen camino y en un santiamén nos plantamos
ante el comienzo de la vía ferrata Baumes Corcades.
Sin tregua la vía arranca vertical por dos primeros muros grapados sin dificultad, salvo algún paso ligeramente desplomado, que notándose lo justo pone un poco a tono ...
... para afrontar un tercero, que no pierde ni gracia
ni verticalidad y suma algún desplome más ...
Foto de Leyre
... cosa que no nos impide  por ahora y por poco más disfrutar del panorama hacia el Montseny ...
... y terminar el paredón viendo la cima del Puigsagordi,
que parece cerca pero queda "tomate" por delante.
Un paseíto cuesta arriba, en el que un majete grupo de cuatro nos deja pasar, nos acerca a la siguiente parte; que de un soso caminar por una amplia terraza, nos vamos por la variante del puente y afrontamos un corto diedro con pocas grapas ...
... al que sigue una aérea y fácil travesía hasta el largo, larguísimo puente nepalí. Sacando las mejores dotes de equilibrismos y toda la tranquilidad de cada minúscula parte del cuerpo, de uno en uno atravesamos el inestable y fino puente de 70 m añadiendo el "toque picante" con algun meneo del aire ...
Foto de Leyre
... y tras la emoción de estar colgado cual chorizo curando; avanzamos sin dificultades, combinando tramos de andar con algún flanqueo aéreo bajo la visera oriental de la pequeña cima y tras un "grapado" destrepe vertical, seguido de una trepada por un pequeño muro, llegamos al punto donde "escaquearse".
Ni teniendo que discutir por donde continuar,  bajamos por la variante
de La Tosquera una grieta vertical por unas grapas con un pedrusco empotrado
y tras ello dándole un poco de trabajo a las piernas, nos acercamos hasta el difícil tramo de L' Esperó.
Una vez hemos cojido aire ante el imponente obstáculo, trepamos el paredón
con largas "lanzadas" de grapa a grapa hasta un paso que arranca desplomado y
escaso de agarres a lo que se suma una salida sobre roca pulida que nos hace desde apretar un poco los dientes y otro tanto "el culo", a superarlo con cuerda como un extra de seguridad psicológica dejando atrás casi media pared ...
Foto de Leyre
... donde tras un breve y "apretujado" descanso en una repisa, poco más arriba, ladeamos la desplomada pared sobre agarres naturales consumiendo casi todas las fuerzas que nos quedan de los brazos; pero "la movida" no se acaba todavía y toca sacar fuerzas de donde no las hay para entrarle a otro desplome más facil junto a una trepadilla ...
... y finiquitar con nota el tramo más complicado de la ferrata,
con la cima a casi tiro piedra y viendo la chula escalera .
Otra pateada, que está vez se agradece sobremanera para recobrar fuerzas
en los machacados brazos, nos lleva a unirnos con la última de las secciones..
un final que no va a dar tregua y que encontramos por sorpresa
adornado con algún que otro pequeño fósil.
Atacamos al último paredón por un overbooking de grapas, quitándole "la chicha" al pequeño desplome, que nos alza al cobijo de un rocoso techo con panorama hacia el valle ...
... del que nace la estrecha y aérea viga, sobre la que echamos los pies
 y "jugamos" al funambulismo hasta su extremo ...
... tirando por un colgada y firme escalera " al siguiente piso" ...
Foto de Leyre
... continuando todavía más para arriba por un par de paredes sin complicación alguna; hasta otro desplome, que con todo lo que llevamos encima se hace más de lo que en verdad es ...
... y nos deja en lo que parece el final de la ferrata..
que podría serlo, pero NO.
En vez de ir directos a la cima, la rodeamos ligeramente a la derecha y entre vegetación aparecemos frente a "la guinda del pastel"; un pequeño resalte desplomado en el que haciendo un poco de esfuerzo más, levantamos el trasero con una breve trepadita ...
Foto de Leyre
... sacándonos a lo alto del Puigsagordi (972 m),
con buena paliza y otra bonita ferrata completada.

Lo justo inmortalizamos el momento y echamos un bocado, el tiempo se revuelve de un momento a otro y suelta un chirimiri para asustar, que nos hace lanzarnos rápido para abajo por interminable pista asfaltada, volviendo a los pies de la montaña "acicalada" con hierros.
🗻Del Rìo🗻