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18 octubre 2023

"Vivac Alpino" II: Anello de Sasso Moro (3108 m)

Seis y media de la mañana, suena el despertador. Asomando la cabeza por el hueco del saco, apetece entre poco y nada salir.. pero lo que espera afuera bien merece el "sufrimiento". 
Protegidos de pies a cabeza con toda la ropa que ha sido compañía toda la noche y amarrado el saco para que ninguna traicionera racha de aire se lo lleve, tomamos asientos en primera fila de cima y a esperar que empiece "la función".

Tímidamente la noche va retirándose y dando paso al Nuevo día.
Al contrario el fresquito mañanero de tímido tiene poco y
 moviendo de un lado a otro e incluso haciendo algún "bailecito" ...
... sin quitar la mirada, fija en rumbo E, vamos viendo cómo se incendia el horizonte.
 La silueta de grandes y no tan grandes montañas se va trazando como si fuera el lienzo de un artista. Expectantes ante tal espectáculo, el tiempo no se detiene en su pasar y ...
... cuando queremos darnos cuenta, a la espalda los
primeros rayos de sol indicen en las cotas más altas
del grupo del Bernina. Frío mucho más frío...
... avisa del esperado momento. Lento pero firme asoma primero un
fuerte haz de luz. Poco a poco la gran bola luminosa va asomando sobre
el aserrado horizonte y cuando el leve la calor de los primeros rayos
de sol nos dan en la cara, el espectáculo concluye.
Nuevamente en el vivac toca dejarlo igual o mejor de lo encontrado. Mientras se calienta un té, recogemos toda la parafernalia y tendemos los sacos para que se descongelen. Al sol damos con un desayuno express a base de vicios poco saludables y no dejando que el te se enfríe o que lo hagamos nosotros . Sin demora guardamos sacos a mitad de proceso de secado, rematamos mochilas y de regreso a casa.. pero un regreso poco directo y con diversion por otras alturas cercanas.

Veloces descendemos del vivac al bivacco por los mismos pasos
que a la subida y al cobijo de cuatro paredes reunimos el trio. En
una breve parada Pietro y Max comentan la jugada, yo poco tengo
que decir mientras  sea montaña 😜. La noche no ha sido muy
mala para nadie, las ganas nos sobran y de fuerzas vamos bien..
con lo que se queda en intentar el Sasso Moro, aunque condicionado
 a la respuesta del refugio Bignami sobre la subida. Puestas las cartas
 sobre la mesa ,dejamos el bivacco y seguimos en comoda dirección
 para volver a Alpe Gembrè y a la cuenca del lago di Gera.
La verdadera historia empieza aquí y ahora. Toca alzar
 la vista algunos miles de metros, pero primero clavamos
la mira en la decisiva parada intermedia. Fluyendo por todo
 nuestro agreste alrededor lo que en algún momento
fue hielo de los glaciares de Fellaria ...
... rodeamos sin esfuerzo por buena senda la cabecera del lago, salvando
 por puentes los muchos cauces y cuando estamos en la orilla contraria
 del que ha sido nuestro hogar por una noche, el camino pica. En silencio
 y soledad ganamos casi 250 m altura entre herbosas laderas sembradas
 de rocas y los últimos pinos ...
... para dar a las puertas del Refugio Bignami. Puertas que
 encontramos, junto a un grupo de veteranos al que hemos dado
 "caza", cerradas. Mal para unos que no tienen donde echar un
trago y peor para nosotros que nos hemos quedado sin información
 "vital". Ante el problema nos detenemos a pensar. Para pensar mejor
con el estómago caliente. Con un té recién hecho, toca mirar mapas,
 estudiar situación y en cuanto se vacía la última gota del vaso..
decidimos ir, que siempre está la posibilidad de retirada.
Marcas y carteles nos llevan a Alpe Fellaria, siguiendo la estela de los
 veteranos. Al poco nos desviamos de ir hacia el espectáculo glaciar y
encauzamos nuestros pasos hacia la Forcella di Fellaria, pero apenas
tomado ese nuevo rumbo.. salimos del claro camino para tomar lo que
 gusta solo a algunos
😜. Nada que asegure por donde ir, obliga a
buscarse la mejor traza para ganar una pedregosa y herbosa ladera
hasta el cordal que se desprende del Sasso Moro ...
... donde unas marcas rojas nos sorprenden.
Fácilmente seguimos el lomo NE de la mole, ganando
 altura del piso montano con todavía algo de colorido ...
... yendo en paralelo a las bajuras de los parajes di Gera; a la vez
que contemplamos la Val Gembrè, la Val Poschiavina y sus alturas ...
... alcanzando, tras la mitad del "atacco", el siguiente piso en
que la escena se torna totalmente rocosa y se intuye "diversión. 
Lajas rotas entre abismos nos hace de entrante a un cresterio ...
... en qué por corto rato hace pensar y asegurar cada paso hacia donde
 visualizamos los puntos rojos e hitos, cruzar algún pasaje colgado, ir echando
 manos a la roca para superar pequeños resaltes y presentarnos en rocoso
 plató bajo los paredones de la pirámide cimera. De un momento a otro las
 marcas brillan por su ausencia. Seguros del camino a pesar de no haber que lo atestigüe ...
... por donde mejor vemos en los dominios de una cabra alpina que nos lanza piedras,
 nos alzamos hasta la divisoria más sombría. Una travesía estrecha junto algunas
 trepadas por resaltes de rota roca nos hacen ir a ver de nuevo el sol, al mismo
 tiempo que conquistamos la cima del Sasso Moro (3108 m).
Justo para la hora de comer, hemos cumplido y Max de nuevo
salta con el tema de la paella.. solo que esta vez lo acompaña
con un paquete de paella y no me puedo negar a ello. A tresmil
 metros saco el cucharon y paella para comer
🤣
. De mientras
 se hace y después se come, los ojos no descansan. Los glaciares
de Fellaria son lo primero a lo que van 
después de tanto verlos por la red ...
Foto de Pietro
... en cambio al Scalino está vez solo de refilón, porque el Disgrazia sigue atrayendo
 día tras día y uno no se cansa de él lograremos tacharlo? Mmm .Para casi todo el rato
de cima este y sus más pequeños vecinos es lo que nos inunda la vista ...
... quedando para el final girar la cabeza a los más altos del grupo del Bernina con su muy alpino ambiente y de paso vamos cambiando el chip a que toca ir para abajo.
Foto en la cima del Sasso Moro (3108 m).
Pietro(el fotografo), Max y
Fatiga, larga bajada.. muchos factores se suman a la contra.
Pero afrontamos lo que venga. Con pies de plomo bajamos de
la cúspide y nos metemos en el desconocido cordal N. Sin
grandes dificultades y siguiendo hitos empezamos a bajar por
 él, sobre roto terreno; hasta que al poco vemos que por delante
 no hay otro hito. Tiramos de mapa y enseguida retomamos el buen
 camino. Algo de diversion con destrepes, vertiginosas  canalizos
 que desembocan en los restos de heleros y cuando lo más agresivo
 de la montaña queda atrás; continuamos por pedregales...

... cayendo sin perdida a la Forcella di Fellaria y reencontrando caminos oficiales,
pero todavía buen y tedioso "tomate" por delante en estos lares tan impresionantes.
Enganchados al sendero 305, apuntamos al Refugio Carate. A ritmo continuamos allá por donde indican las marcas, adentrándonos en el enorme mar de bloques que nos obliga a ir pasando, trepando-destrepando e incluso saltando de uno a otro para conforme la altura va siendo menor; las rocas ir en esa misma tendencia y por un pedregal, después de una buena paliza rocosa recaer en el cerrado refugio. Como vamos bien de hora, una parada para recuperar el aliento y disfrutar un poco más de esto que tanto nos gusta.
Oteando el panorama hacia las bajuras de Valmalenco, marcamos destino final.
A piñón aún con todo lo que llevamos encima, bajamos por el camino
 de los 
siete suspiros porque cuando subes ves el refugio siete veces y no terminas de llegar
 y los rocosos prados alpinos delle Forbici ...
... teniendo como testigo al imponente Sasso Moro
 y justo antes de tocar suelo en Alpe Musalle,
cambiamos de rumbo y directos a Campo Moro.
 Un bosque de coníferas nos engulle ...
... para ir faldeando de W a S la mole en que hemos "puesto bandera"
y rematar la aventura del vivac alpino llegando a los pies del muro de
 hormigón de Campo Moro, tocando como guinda tener que subir hasta
 la diga di Gera.. aunque en verdad está la ponemos después de quitar
las botas, sentados en una mesa los tres bebiendo y comiendo sin saber
 si es una celebración, una recuperación para la siguiente
 o quizá un poquito de ambas 😜.
⛰️Del Rio⛰️

16 octubre 2023

"Vivac Alpino" I: Cima Fontana (3070 m)

Tras pasar casi dos días de una nueva semana con misma temática y en solitario, me escribe Pietro con un plan bajo manga. Preguntan si mañana vamos a ver atardecer desde una cima y ya se puede imaginar la respuesta. Pero no el añadido..  "¿ y dormir en la cima? "😜 A lo que se anima con más rapidez que yo al plan🤣, diciendo que deja el tema en mis manos porque nunca ha hecho un vivac bajo el cielo y yo tengo experiencia siendo aprendiz de todo para toda la vida 😉. Asegurada por partida doble la meteo aunque vemos que el cielo no nos guiñara el ojo por la tarde e incluso alguna gotilla podría escaparse comentamos el material que necesitamos, lo organizamos y restando esperar a que la primera mitad del día siguiente sea cosa del pasado; se nos une Max, un amigo de Pietro, pero que hará noche en el bivacco.

Sin importar la hora de despegarse de las sábanas, esta vez importa no caer en las garras del sueño vespertino. A horas que nos resultan poco usuales para ir al monte solo me junto con Pietro, pues Max vendrá más tarde y no sabemos si nos encontraremos en la cima al amanecer o a la vuelta en el Bivacco. Como sea, mano a mano ponemos rumbo al gran muro fronterizo de Valmalenco.  En pleno centro nos desviamos del valle principal. Tornanti p'aqui y tornanti p'alla llegamos a Campo Moro y acabamos, cuando todo el mundo el poco que tiene la suerte de estar por ahí vuelve de sus "faenas", a los pies de la diga di Gera y cargando la casa en la espalda vamos hacia el "ático" donde está la suite de esta noche 😜.

Observados por miradas que claman : Donde van éstos locos ahora??? , el tema se pone cuesta arriba y "sin medida" hasta que nos asomamos al otro lado de la gigantesca presa, aparece mucha agua y desaparece la poca gente que quedaba en estos rincones. A orillas de las oscuras aguas, junto a llamativa diversión vertical granítica, seguimos en agradable paseo ...
... a la búsqueda de la cola del pantano; pasamos
 por el bonito y apacible valle Poschiavina y tras
 una bajada 
de esas que a la vuelta pican  más unos pasos esculpidos
 en la roca caemos en Alpe Gembré, donde no se
 siente pero se intuye la cercanía del invierno.
Repitiendo jugada, dejamos atrás casi todo rastro de civilización y entramos en la Val Gembre. Todo tieso en soledad y silencio vamos zeteando ampliamente por senda entre pastos rocosos , llevando como telón de fondo el alpino escenario de mañana y después de unos cientos de metros que hacen sudar; la pendiente casi casi desaparece y continuamos, flanqueados por las líneas rocosas de la anubarrada Cima Fontana y el Sasso Bianchi avanzando por el largo valle hasta pegarnos a la frontera con Suiza,
 asaltar sus tierras por un momento
para mí primera vez y terminar junto al Bivacco Anghileri.
Con el plan en pie a pesar de lo desapacible que parece
 por arriba; unos instantes de relax ,otear un poco los
horizontes , cerramos el bivacco y p'alante. 
Marcas y ometti nos encaminan a cima entre suaves pendientes en las que el
 herboso firme va dando paso al rocoso. Al poco un fácil resalte equipado por
 una canal diagonal obliga a echar manos y no dejando de ganar metros a la
 vez que bordeamos las faldas Meridionales de la cima Fontana ...
... cruzamos las cuencas de unos pequeños lagos ante
 la presencia del estético Scalino y su mermado glaciar ...
... acabando montados en el amplio cordal E de nuestro objetivo,
donde el glaciar de Felaria Or. muestra en primer plano su delicado
 y casi colgado frente. Sonando de fondo los quejidos del hielo ...
... enfilamos lo poco que resta, como si alguien fuese a quitarnos
 la suite, por la linea que se desprende de lo más alto sobre sinuoso
 terreno rocoso y en un arreón final un poco más tieso, pegados a
la cortada vertiente que más ve el sol ...
Foto de Pietro
... llegamos a la Cima Fontana (3068 m)
 en él último turno del día.
Lo primero de todo es "hacer el check-in" en el alojamiento.
 Ardua tarea de aplanar un rincón de la cima y amurallarlo;
nos deja tras una buena soba, una bonita suite ...
... y a las puertas del atardecer, que con las nubes que acechan en 360º, hacen que resulte un tanto agridulce pero bonito de forma diferente. En los últimos coletazos del momento, Pietro ve moverse algo en el camino. Nos asomamos y.. sorpresa!!! Max se ha subido a cima para estar con nosotros tan solo un rato.
Caída la noche por completo vamos a por la cena. Vacilando con hacer una paella, toca mi plato estrella de vivac.. couscous. Más vicios salados y alguno dulce ponen la guinda y antes de que el frio cale hasta los huesos.. Max se va al  Bivacco y nosotros cada cual a su saco.
La oscuridad más absoluta domina a primeras horas de la noche junto
 a abundantes nubes. Con ello cerramos sacos y hasta amanecer. Pero la
 vida es un camino misterioso y en mitad de la fría noche, abrimos el ojo.
El mundo se encuentra sumido en nubes, nosotros en frio ambiente bajo un
 cielo en que la luna brilla y hace brillar las grandes montañas, sus glaciares..
y con esta bonita estampa empieza la cuenta atrás para otra jornada de montaña.
⛰️Del Rio⛰️

31 octubre 2021

"The Last chance": Vivac en la Brecha de Roland

Retrocediendo algún que otro año, las fuerzas de la naturaleza se postularon a nuestra contra y de manera poco amable nos tiraron por tierra  aquel bonito plan de vivaquear en la impresionante brecha de Roland.. e igual que otros miles de planes se quedó ahí en el gran montón perdido. Pero la imparable corriente de esta sociedad, que solo prohíbe y prohíbe en vez de enseñar y concienciar, nos obliga a desempolvarlo sin muchas opiniones sobre la mesa. Deprisa y a las puertas de una de nuestras últimas oportunidades de vivaquear por alla, antes de que sean cosas del pasado, cuando los cielos nos dan el visto bueno y sin hacer demasiado caso a los primeros frescos; preparamos mochilones y la mecha de una nueva aventura prende.

En esos momentos del día que much@s podrían creer que son leyenda urbana y otr@s tantos ni si quiera son persona; abrimos un ojo y con el otro a medias, hay quien salta con alegría de la cama y otr@s a duras penas salen arrastras. Aún con las calles pues a medias enganchamos los mochilones, que parece que nos vamos para no volver y en la oscura noche ponemos rumbo hacia el pirineo.. hacia QUIZA uno de sus rincones más bonitos, pero a su vez más masificados.. EL VALLE DE ORDESA.
Con más compañía de la prevista, mientras oscuridad y claridad van cambiando de turno, viajamos a Torla; donde un gran día, que ya lo podíamos a ver pillado la última vez, nos da la bienvenida. Para lo temprano que es, se nota bastante movimiento; así que sin demora cojemos las mochilas con extra de peso por la paciencia y en un bus hasta los topes nos plantamos en la pradera de Ordesa.

Sin seguir a la corriente de gente que se dirige al espectacular valle de
Ordesa, tiramos de vuelta a Torla por una boscosa y solitaria senda a
la par de la carretera que nos sirve de llano calentamiento hasta
encontrar el camino de Carriata; donde se acaba lo bueno y empieza
 la "diversión", subiendo a paso tortuga todo tieso y sin descanso junto
 al bco. de Salarons entre multicolores hayas y abetos mientras
nos adelantan un@s cuant@s
mucho más ligeros de equipaje antes
de abrirse el bosque bajo el circo de Carriata.
Fijando la mirada en la gran muralla rocosa; en el sentido de más esfuerzo continuamos por una remarcada senda entre las herbosas laderas de Carriata detrás de dos majos montañeros veteranos que a la noche podrían ser vecinos, viéndonos obligados a usar las manos en varios pequeños y fáciles resaltes rocosos ...
... con lo que vamos dejando a nuestros pies el valle que baña
 el Arazas y a la vez que el panorama se va ampliando en lejanía ...
... acabamos por pegarnos a las imponentes paredes,
a cuya vera y bordeando el abismo sobre la fajeta y
 el bco. de Salarons damos a las clavijas de Carriata.
Metiéndonos en materia de hierros y verticalidades , superemos
un escalón tumbado con algunas clavijas al que sigue
directamente la trepada final por una vertical y estrecha chimenea,
en la que los mochilones "liman" un poco las paredes y nos alza
con facilidad al primer piso del circo de Carriata.
Viendo desde su misma altura un muy poco llamativo
Tozal del Mallo, lo dejamos a un lado ...
... y continuamos todo recto hacía el siguiente "piso"; subiendo al cobijo de las laderas de Mondarruego y Gallinero, siguiendo un bien dibujado y pedregoso camino entre la hierba seca que va dando paso a un terreno cada vez más rocoso ...
... pero que esconde todavía alguna bonita sorpresa floral ...
... desviándonos a la derecha cuando aparece ante nuestras narices
 la cúspide de la gran pirámide de Mondarruego; y tras salvar
pateando un último escalón rocoso, nos plantamos a las puertas
 del extremo occidental de la conocidísima FAJA DE LAS FLORES.
Guardadas las espaldas por las primeras grandes cumbres de Ordesa ...
... nos acomodamos en privilegiada posición y  sacando algo bueno de la mochila, admiramos el panorama hacia el valle del Ara y las cumbres que se desgajan hacia el Sur de la línea pirenaica; cruzando palabras con una agradable cuadrilla que van hacia Goriz y nos comentan como que han oído que hay hielo por allá arriba, quedándonos la sensación de que es raro pero por si acaso.. probaremos a ir sin bajar la guardia.
Dejando a nuestros pies el circo de Carriata y echando
 un último vistazo a los dominios del ser humano ...
... emprendemos el colgado camino por mitad de las paredes del pico Gallinero; avanzando a placer y con demasiada sombra por la ancha terraza pedregosa a la par
del abismo con algún que otro obstáculo de grande dimensiones ...

Foto de Leyre
... además de algunas flores, está vez haciendo honor a su nombre, que adornan el colgado suelo ...
...mientras dominamos sobre la Pradera de Ordesa, unos cientos de metros más abajo ...
... y atrás va quedando la Sª de Tendeñera y los más sombríos parajes abismales ...
... continuando la pateado por largo camino , aunque a la vez corto en el tiempo, y con poco o ningún cansancio bajo el vuelo de cantantes pajarillos  y el zumbido de mucha avispas o abejas a la vez que nos cruzamos con multitud de gente que viene a nuestra contra pero que en ningún momento nos molestamos  ...
... hasta quedarnos sobre el siguiente "bocado" que interrumpe el
valle de Ordesa; el circo de Cotatuero, "temido" nombre por sus clavijas.
Por un momento detenemos la marcha y oteamos el gran escenario protagonizado por las Tres Serols, que de primeras nos habían parecido cumbres más occidentales. Al poco de estar parados, volvemos a juntarnos con la cuadrilla del principio de la faja, echando grata conversación montañera con hasta algunas explicaciones de Ordesa y la zona algun@ poniendo en práctica lo que va aprendiendo .
Excediendo no demasiado la conversación, pues la luz del día no
espera a nadie y aún podíamos haber seguido por buen rato más; 
zanjamos en llaneante andanza nuestra "cola" de la faja y siguiendo
 algunos hitos además de un pisado rastro por amarillentos pastos,
atravesamos en la más absoluta soledad la majada de Esmoladera
donde los sarrios pastan a sus anchas ...
... dirigiéndonos a un tumbado escalón de lapiaz, apareciendo tras
superarlo en la "desierta" plana de Narciso, que cruzamos al través
sin camino ni nada parecido sobre arenoso suelo moldeado por algún cauce
 ahora seco y acabando frente al muro rocoso que cierra por el N,
salimos de la hondonada trepando fácilmente el paso de los gabachos ( I) ...
Foto de Leyre
... apareciendo muy cerca del impresionante muro fronterizo y su perfecto tajo, la brecha de Roland. Ante tal maravilla y con rugidos feroces desde hace un rato, damos el gusto al estómago a la vez que espalda y piernas se llevan un merecido descanso.
Queriendo pillar una buena "habitación",
retomamos la marcha entre artísticas calizas ...
Foto de Leyre 
... quedando a la derecha El Casco, una de las muchas pendientes,
y sus estribaciones occidental que nos sirve de guía y la meridional
en donde se esconde la Gruta de Casteret ... 
... a lo que remontamos, echando toda la energía recién respuesta, las últimas y caóticas rampas rocosas de la vertiente soleada del pirineo siguiendo un pisoteado camino junto al bco. de derrubios ...
... llevándonos ante indebido jaleo de música, vuelo de drones prohibido aquí, pena de no pillar al dueñ@ para comentárselo y un largo etcétera .. que empaña totalmente la magia de la brecha de Rolando.
Apenas saboreando el impresionante paraje, lo dejamos para un momento más adecuado, y pegados a la vertical, "rastreamos" cada milímetro de pared hasta dar con un lugar que nos deja prendados al instante.. aunque podría ser que las ganas de no seguir más también tuvieran algo que ver 😜.
Foto de Leyre

Con tiempo por delante para que se baje la persiana del sublime día, nos acomodamos en una suite de duro colchón,  una fina pared y un gran techo que se desprende desde el casco; dejando pasar el rato contemplando el horizonte y el jugueteó que van teniendo las nubes entre las alturas de Ordesa. Adelantándonos al decaer de la luz, encendemos los fogones y comienza "masterchef mountain"  acompañando al manjar chorizo y queso para poner la guinda al día con un espectáculo de luces que nos manda, al poco de salir las estrellas, directos al catre y su calor.

Antes de que el "gallo" toque diana, nos ponemos en danza. Lo primero, antes de que nadie aparezca por alla arriba, nos vamos a disfrutar de lo que nos privaron ayer con tanto jaleo y nos llevamos de regalo extra un colorido horizonte.
Con una sonrisa tempranera a punto de dar comienzo la mañana, dejamos todo medio recogido y sin tardanza tomamos buenos asientos para mientras desayunamos algo caliente, con más capas que una cebolla, nos maravillamos con el bonito asomar del sol, que nos encandila más rato del previsto.
Cuando el reloj se impacienta y el ambiente se caldea para salir agusto de la "caverna", nos entran las prisas y dejamos el vivac igual o mejor de lo que lo encontramos. Tras un poco de jugar al tetris con las mochilas, las echamos a la chepa y empieza el regreso hacia las bajuras de Ordesa.

Despedidos de la brecha y su magia, empezamos la jornada
plácidamente, bajando por deslizante senda al otro lado del caótico
 barranco pegados a los paredones que nos separan de Francia ...
... pero sin llegar a tocar fondo, pasando del desvío a la vía de
la chimenea, cojemos un segundo para atravesar a media ladera y con
 ayuda de una cadena el inclinado Paso de los Sarrios ...
... haciéndonos ganar el mayor desnivel del día hasta un
 collado bajo la vertiente S del Casco; que con pena y
no por falta de ganas, queda pendiente para el futuro.
Siendo lo que resta "coser y cantar", sacamos de bajo manga otra opción y el camino normal lo dejamos a un lado para sin perder altura adentrarnos en la Faixa d' Alto en la que se permite el transito, más abajo zona de reserva  y avanzar sobre quebradizo y agrietado terreno calizo ...
Foto de Leyre
... rumbo a las colosales "entrañas" de la cordillera pirenaicas,
 a la par de la plana de Millaris y el valle de Goriz ...
... con solo la compañía de alguna manada de sarrios y algunas chovas
 que nos siguen a ver si pillan alguna migaja de lo que comemos ...
Foto de Leyre
... mientras contemplamos las tres Serols que ya tienen un poco muy tímido colorido de invierno ...
... y después de largo llaneo entre rocas y hierba colgados junto a las alturas que al otro lado caen en vertical hacia Gavarnie, tras pasar el Tozal del Flaire vamos perdiendo altura en busca del refugio de Goriz ...
... cruzando por la parte más facil su salvaje barranco , llegando
 a los pies del Perdido y la Pta. de las Escaleras. 
Dando la espalda a la gran montaña del lugar, nos unimos a algun@s
que parecen venir de ella y siguiendo uno de los muchos posibles
caminos, nos dejamos caer con ligera pesadez en las piernas hasta
 el refugio de Goriz. Sumido en la mas apacible tranquilidad y bastante
cambiado desde la última vez que lo visitamos.. hará ya cerca de 4 años.
Queriendo que el cansancio no domine la situación, rápid@s nos amoldamos al cambio de altitud y ponemos la mira por abajo, dirigiendo nuestros pasos sin perdida ni frenos por la GR11 y los últimos coletazos de " pura naturaleza" ...
... terminando por bajar al fondo del muy visitado y demasiado maltratado
 valle de Ordesa, tras destrepar las entretenidas clavijas de Soaso.
Después de un vistazo fugaz y lejano a la famosa cola de
caballo, con no mucha gente a su alrededor ...
... enfilamos el valle en la comoda dirección del cauce del Arazas,  colmando la vista con un paraíso lleno tanta suciedad, que si nos parábamos a recoger toda, todavía estábamos por alla de colores otoñales ... 
Foto de Leyre
... entre el que descendemos por largo y sin descanso, pasando las gradas de Soaso,
 las tres grandes cascadas del valle y tras el impresionante circo de Cotatuero,
con las piernas diciendo que ya no quieren seguir más, damos a la
pradera de Ordesa y cerramos uno de los capítulos inacabados y más bonitos
que nos traíamos entre manos.. nuestro último vivac en el sector de Ordesa.
Foto de Leyre
🗻Del Rìo🗻