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18 enero 2025

MTB Alto de la Estroza

Lo que tenía que ser el día de ir en duo.. queda en plantón, no por gusto sino por MALES y contra eso no queda otra que reposo más buenos alimentos hasta nuevo aviso. Quien no sufre del mal.. es imposible que se aguante sin salir al mundo. Sin prisa pero sin pausa, dejando a un nuevo bonito dia presentarse, hago un ligero cambio de planes. De la idea de una larga vuelta por Bardenas, que queda para un futuro esperemos que no muy lejano sigo con la idea de ir a la Estroza para después volver a contra viento tirando de lo lindo con las piernas, salgo rodando al mundo 😜.
Ós

13 octubre 2022

Vuelta Vedado de Eguaras. XV Aniversario C.C. Melidés

Fuera de nuestros frentes más habituales , que no son pocos, es raro que nos salgamos.. pero de vez en cuando, no está de más y le da otro toque a la monotonía de los días de montaña pura y dura. Y al ser de esta manera, que nos apuntamos hasta a un bombardeo, en cuanto nos llega la primera noticia del evento, por parte de "las altas esferas" melidesas sobre dos ruedas, nos falta tiempo para sacar el marcador y ... redonchel al calendario.
Lo que para un@s es dejar pasar los días, para otr@s es un no parar. Preparativos, quebraderos de cabeza, echar tiempo aquí y allá junto a un largo etcétera de trabajo por amor al arte; todo con el fin de que el viernes a las puertas del "día D", este todo apuntó para el disfrute de tod@s l@s participantes del evento ciclista del XV aniversario del club ciclista Melidés.

Bonito cielo azul adereza el comienzo del día, tras una noche de nervios combinados con las ganas de disfrutar sobre dos ruedas. Después de enfundarnos en galas que no son las nuestras y tener un desayuno liviano, con ese ligero frescor mañanero que augura un buen día dejamos las cuatro paredes de casa rodando no por comer demasiado sino por ir montados en la bici
En pocas pedaladas, que terminan de desperezar al cuerpo, llegamos al "jaleo". Caras conocidas y muchas por conocer esperan entre la salida en las escuelas de Mélida y el centro cívico donde después espera lo mejor. Saludar a un@s y otr@s. Entablar conversaciones con quienes no veíamos en tiempo. A punto de que el reloj nos mande a la línea de salida, vamos apiñándonos mientras hay quien llega con el tiempo pegado al trasero o quién rozando el quedarse en tierra. 

Foto de Cande
Tras la foto de rigor y las presentaciones de quienes llevamos la vara de mando en cada recorrido, l@s titanes de la larga quedan a la espera y con un variado grupo  en que abundan l@s autocton@s arrancó hacia los parajes de la Bardena.

Empujados por leve brisa y dejando a la espalda las calles de Mélida,
entramos al tema pedaleando con calma  por caminos entre campos
de cultivo y tras cruzar la casi seca acequia de Navarra, afrontamos
 de buenas a primeras 
cada cual a su ritmo el mayor de los esfuerzos
de la vuelta y subimos la cuesta de Lentiscar alcanzando El Plano ...
... donde navegamos a buen ritmo y sobre terreno llano
 entre más campos, intimidando la tropa incluso algún
 tractor que se sale de la trazada para dejarnos paso, ...
... y atravesando unos cuantos cruces con buena mano para no perderse, pillamos la bajada de Valdeochoa con una primera zona rápida llena de afilada vegetación terminando por terreno árido y de más "tacto" en el fondo del Vedado de Eguaras.
Rodeados de lo que hace no mucho era un verde oasis en estos
parajes desérticos pero donde a día de hoy domina más el color negro
 del paso de las llamas, nos reagrupamos cuando vuelve a hacer falta
pedalear. Aventajados de más sobre la hora y sin saber muy bien como
 cambiar las tornas.. alguien tira la piedra de porque no acercarnos hasta
 el castillo de Peñaflor y consensuado entre tod@s ,que aceptan de
buen agrado, resulta como una bendición caída del cielo. 
Saliendo de lo planeado, avanzamos sin dificultades y en la más absoluta soledad en dirección hacia donde sale el sol por la amplia vaguada del Vedada, flanqueados por verticales paredones de arcillas y yesos ...
... para acabar a los pies de las ruinas del torreón de Peñaflor,
envuelto no solo por un peculiar paraje sino por historias y leyendas.
De vuelta al "buen camino", con una estampa que recuerda
 que la mano del ser humano puede hacer cosas hermosas
 pero a la vez otras devastadoras ...
... entre pinos carrascos, brezos, otros arbustos y esas "bolas" que nos transportan por un instante al antiguo oeste, seguimos a contracorriente de la vaguada del Vedada de Eguaras; sorteando algún entretenido tramo que el paso del agua se ha encargado de moldear ...
... y encarando fuera del Vedado, apretamos por las últimas rampas del rincón
 de los Tambores junto a alguna balsa de agua ...
... viendo por atrás "el corazón" de la Bardena Blanca 
 
Piskerra, Rallon y la zona protegida de "aves supersónicas y metálicas" ...
... hasta encontrar el avituallamiento casi al final de
la cuesta y en el mejor de los momentos.
Dejando las bicis aparcadas, estiramos las piernas en lo que vamos
 de ellas a la mesa y los brazos para pillar algo de los platos, mientras
por un poco descansamos y reponemos fuerzas.. que lo más duro
está hecho, pero aún queda la mitad del recorrido.
Sin dar opción a que el cuerpo se enfríe de más o se vea conquistado
por la pereza, reemprendemos la marcha de regreso con el final
de la "escalada" como postre para salir a El Plano ...
...  con todo el viento a la contra, tocando
pelear cada vuelta de rueda contra el desagradable
freno norteño a la vez que avanzamos "sin perder el norte"
por otros tantos caminos y cruces ...
... apareciendo, mínimo con la mitad del picoteo "quemado",
a orillas del embalse de El Ferial.
Un poco de asfalto y una rampa nos conducen de nuevo junto a la acequia, que esta vez toca cruzar desmontad@s por un estrecho puente. El final se ve cercano, aunque no lo este tanto, e igual de fresc@s que lechugas recién recogidas del huerto arreamos de vuelta a la cuesta de Ventiscar; donde la idea de otra no se impone a la de una cerveza fresquita y remando a la contra del cierzo, zanjamos la bonita vuelta.. quedando tan solo la etapa de la tarde 😜. Esa en que te sientas a la mesa. Comes y bebes agusto. Hablas, echas unas risas y pones la guinda a un bonito día digno de repetirse.
    Fotos de Leyre
8 oct'22
Del Rìo

12 mayo 2021

"Bardena salvaje" : Vuelta del Rincón del Bu

Totalmente desubicado el buen tiempo de sol y mangas cortas, de principio a fin en los cinco días en que la mayoría nos tomamos descanso (activo) semanal ; reinan los ratos de barro y chubasquero, que también tienen lo suyo de bueno.. aunque la mayoría se resistan a verlo. Con ese encandilante aroma a "calida humedad" van pasando los días, sin quitar la mirada en el fin de semana, que de pintar chungo al principio acaba pareciendo que será tan solo "descafeinado". Nada importante que nos pueda "tirar por la borda" nuestro plan de volver a las desérticas tierras navarras.

Acompasados con el imparable ritmo del día, mientras se pintan de gris y frescor el mundo exterior; nos ponemos elegantes como antaño o no tanto que cada domingo  sacaban las mejores galas para la misa, pero para nuestra particular devoción. Sin dar si quiera la opción al cuerpo de que pueda pedir algo, con los primeros compases del día marchamos hacia el sur, en busca de un cambio de aires y ¿quizá más rayos de sol?
Desentonando con las gafas de sol, nos aproximamos por la apacible y anubarrada cuenca de Pamplona a la frontera climática del Carrascal, tras la que encontramos lo que esperábamos. Los rayos de sol empiezan a hacerse hueco en el monocromo horizonte  y siendo espectadores de la lucha, acabamos a la puertas de Las Bardenas sin todavía ni un alma a la vista. Rodeados de unas verdes Bardenas, que se salen de la idea que tod@s alguna vez nos hacemos de este desierto, nos  vamos acercando hacia el hábitat de "las rapaces supersónicas". En medio de la nada, pero justo donde queríamos, nos hacemos a un lado y casi si parar, asomamos "la patita" por la ventanilla para corroborar lo que se ve y se oye. Unos vientos gélido acompañan a esos cielos cada vez más azules, por lo que sin dudarlo gastamos los últimos recursos que nos quedan para combatir el frio y salimos a los paramos salvajes, apartados de los grandes reclamos de la bardena.

Cómo almas que lleva el diablo y empujados por el viento, echamos a correr por la llanura bardenera; siguiendo un camino en dirección  al estirado cabezo de Mesalobar ...
Foto de Leyre
... qué cruzamos entre parajes de western, pasando junto a un viejo corral ...
... y las tranquilas aguas de Biensobas, donde una bandada de patos
nadan a sus anchas, acabando en la otra vertiente de estas solitarias elevaciones.
Haciéndonos a la izquierda, vamos hasta las ruinas del corral del Belcho y bordeamos las faldas de Mesalobar a la vez que oteamos nuestro recóndito destino entre verdes "dunas" , hasta ver morir el camino en nacimiento del bco. de Valfondo.
"Atravesando" el nivel del suelo,
caemos en las secas profundidades de Valfondo ...
Foto de Leyre
... para entre sus pequeñas paredes y el selvático lecho, ir remontándolo en trote incómodo por los rastros de animales salvajes combinado con el salto de "obstáculos espinos" ...
... teniendo como único guía la mole de La Cruz del Pelotero.
Después de largo entre mucho verde, el ambiente se torna más árido y el barranco coje parecido a un gran cañón ...
... en el que la naturaleza muestra su poder destructivo ...
Foto de Leyre
... obligándonos a salvar algún que otro obstáculo pedregoso y con cierta cautela avanzar rápidos, en ascenso totalmente inadvertido, por el amplio y seco cauce de Valfondo ...
... contemplando también la belleza de la erosión,
con arcos entre los que se cuelan los rayos de sol ...
... o verticales agujas, que algunas parecen antiguos torreones ...
Foto de Leyre
... mientras el terreno poco a poco se vuelve menos firme y los muros que nos cercan, nos obligan a serpentear bajo las laderas de La Cruz del Pelotero ...
Foto de Leyre
... emergiendo de nuevo a la superficie entre esta y  Plana Alta.

Soledad , silencio y un entorno totalmente salvaje nos deleitan por unos instantes en este paradisíaco oasis de la Bardena: el Rincón del Bú. El buen rato acaba interrumpido casi al instante por el frío viento, que vuelve a no dar tregua e invita a no quedarse mucho más.
Buscando entre matorrales las peladas laderas del cabezo de La Cruz, 
damos con el rastro de un pedregoso e incómodamente esculpido sendero ...
... por el que bajo estas grandes alturas occidentales del Rincón del Bú nos encaminamos hacia las paredes del vecino Balcón de Pilatos y dejamos atrás el recóndito paraje, protegidos por pequeños montículos  ...
... a lo que acabamos dominando un horizonte "infinito" sobre la Bardena Blanca.
Con una corta parada en "boxes", metemos la directa por las desérticas laderas que delimitan por el sur las llanuras de la blanca y guiados por unos hitos entre "profundas" grietas en la tierra, nos alejamos de ellas ...
... poniendo la mira de nuevo en el destacado y solitario cabezo de Mesalobar,  hacia el que volvemos llaneando por pistas y cañadas; concluyendo otra "carrerita" circular por los parajes salvajes de la Bardena en la zona más "domesticada" de estas peculiares tierras.

Foto de Leyre












🗻Del Rìo🗻

22 noviembre 2020

Circular altas "dunas" de la Bardena Blanca

Después de la que nos cayó sin ninguna compasión por Belagua, podíamos pensar que con lo que pasamos, ya nada nos podía parecer peor. Qué gran equivocación. Ni siquiera había empezado lo malo, al que no le acompaña ni frío ni agua, pero lo que nos acecha "no es moco de pavo". Día sí y día no, imponen nuevas restricciones que altera más la nueva normalidad a la que ya casi nos habíamos adaptado y con ellas, muchos clubs van desistiendo de sus multitudinarios eventos montañeros. 
Por nuestra parte como ser multitudinarios es algo inalcanzable, seguimos adelante precauciones tomadas y medidas adoptadas con los planes de montaña. Lanzamos la segunda propuesta de la temporada, en la que recaeremos lejos de verdes parajes y altas cumbres, cambiandolas por el peculiar entorno "desértico" de las Bardenas Reales y esta vez sabiendo que el buen tiempo no faltará a la cita del domingo.

Quizá por miedo o evitar males que flotan en el aire, pero "el cotarro" se ve y se siente un tanto apagado y casi nadie se ha pronunciado a falta de un día para la fecha. Habrá plantón? Siempre hay ases bajo la manga.












Sol y Luna enfrentados en el horizonte dan el gong de inicio a la jornada, con unos cielos que se ven prometedores desde la ventana justo antes de salir. Como era de esperar los incansables veteranos no fallan y esta vez vienen con nueva compañía, haciendo que el tema se encauza por el buen camino. El reloj manda y parece que nadie más va a aparecer, así que ya estamos tod@s y el resto se lo pierden 😜. Tras dar cinco minutos de cortesía; nos ponemos en marcha cuanto antes, que de un día de tal calibre no se puede desaprovechar ni un segundo.

En sentido contrario al que acostumbramos, partimos de una desértica Pamplona, debatiendo si por Marcilla sí o por Marcilla no. Al final ni pa un@s ni pa otr@s. Por la vía rápida bajamos un primer tramo y pasando de asediar el antiguo castillo del reino, que hoy nos ocupan otras "conquistas"; seguimos a la antigua usanza por la carretera vieja (que de vieja solo tiene el nombre)hasta que entre arrozales y campos de ganado bravo damos con la entrada del "desierto" navarro, ante la silueta del gran Moncayo.
Cayendo más el "nivel" de las carreteras , nos acercamos hasta el centro de interpretación, donde madrugadores de dos ruedas ya empiezan su faena, y al poco , casi tocando a la puerta de los militares, nos vemos en el amplio páramo bardenero. Bordeamos la zona prohibida por "movido" camino de cabras; pasando junto a Las cortinas y Castil de Terra, solitario a estas horas, y viendo pasar un "obús" peludo y de cuatro patas, que menos mal que falla. Tras tortuoso y largo rato de vibrar y bachear, nos asentamos sin un alma a la vista en la trasera de "la diana" y vaya día ha tocado.. botas y a gozar!!

Las dos moles que nos "ocupan"se alzan ante nosotros nada más echar pie a tierra, enmarcados por un bonito dia que nos hace calzar botas y cargar mochilas a toda prisa.
Por las llanas tierras del "far west Navarro" nos ponemos en marcha, alejándonos de la reserva de las supersónicas "aves" en suave paseo por el seco páramo de "la blanca" ...
... a la espalda queda la extensa llanura de la bardena y en segundo plano el mayúsculo Moncayo ...
... acabando a los pies del "arenoso" cordal de Piskerra-Rallón.
Foto de Andres
Atrapados por los laberínticos pasillos 
esculpidos a capricho de la naturaleza ...

... salimos de la barrancada por los destrozados restos de unas escaleras, subiendo algun cacho civilizado y la mayoría con incómodos equilibrismos por las sombreadas laderas de los pequeños cerros que circundan Piskerra ...
... encaminados al más llamativo de ellos,
la atalaya con su derruida construcción ..
... desde el que tras una primera "sudadita", custodiamos sobre la amplia explanada bardenera y parajes todavía más sureños, reducidos por la bruma.
Al otro lado de la puerta, después de una corta oteada desde
"el primer piso" al inusual paisaje, enmarcamos a nuestro objetivo.
Seguimos con poco esfuerzo sobre los pasillos de las "dunas" en rumbo a lo alto del cordal que viene desde el Rallón y al que salimos en su otro extremo, en las inmediaciones de Piskerra.
Junto a campos de labranza y evitando
 la boca a las entrañas de la bardena ...
... asaltamos la mole por la cara SE; subiendo un descompuesto y tieso camino ,moldeado por las escasas aguas, entre secos matorrales y encañonados por los verticales mosaicos de la prehistoria de las dos alturas ...
... mientras van quedando atrás la Atalaya y las tierras de la baja bardena blanca ...
... hasta que nos desviamos primero al Cabezo de Piskerra, ofreciendo una bonita perspectiva de la cima y su pequeña aguja ...
... y al otro lado, volvemos a deleitar a la vista con el horizonte hacia las tierras de la cordillera ibérica  desde un piso superior a la Atalaya.
Estando lo justo en el Cabezo, pasamos a lo alto de 
Piskerra (466 m) ,
viendo de primera mano el largo salto al monolito ...
... y frente a nuestras narices La Ralla y Rallón, clavando la mira en esta última mole. 
Perdiendo la mirada en el paisaje infinito en dirección a El Plano ...
... y al otro lado protegidos del bochorno por
las formaciones del cordal de Piskerra- Rallón ...
... peinamos la linde entre la blanca alta y baja, aproximándonos en tranquilo
paseo por una senda entre áridas tierras rumbo las dos grandes moles ...
... acabando por unirnos a la cañada de los Roncaleses, junto a las verticalidades de la más grande y menos visitada ,La Ralla.
Dando "cuatro pasos" por falso llano en el amplio camino del ganado pirenaico, llegamos bajo las faldas de El Rallón cuando la mayoría de la gente baja de lo alto.
Aprovechando la situación; arreamos hacia arriba, serpenteando la "amable" vertiente  NE al amparo de paredones y algo de sombra al final ,bien escaso en estas tierras ...
... saliendo al soleado altiplano, que atravesamos hasta su otro extremo
 para "conquistar" la desgastada cima de El Rallón (493 m).
Casi en soledad y ligeramente apartados de la cima, deleitamos estómago y paladar; a la vez que contemplamos el entorno, primero hacia la Bardena Negra y a nuestros pies la Blanca protagonista en todos los miradores de hoy...
... tornando la cabeza en busca de tierras norteñas, vemos el embalse de Malvecino y territorio aragonés ...
... terminando por fijar la vista de nuevo en Piskerra y los Llanos del Rallón que se extienden a nuestros pies, ojeando y pensando en el retorno.

Sobre nuestros pasos regresamos hasta mitad de camino entre las dos conquistas;  hasta encontrarnos con la cabecera del amplio y seco barranco de los Cambrones .
Quedando la alta blanca a la espalda y el Rallón acechando por oriente , descendemos pies en polvorosa por el tieso y serpenteante paso de los ciervos ...
...  metiéndonos de lleno en la barrancada a la vera del "montañón",
 viéndonos rodeados de la mayor "masa verde" del dia ...
...  y de nuevo por "dunas" de formas variopintas, acabamos siguiendo las rodadas de bicis en llana caminata por el fondo de la vaguada hasta salir a la gran explanada de la diana.
Foto de Andrés
Piskerra y Rallón pasan a formar parte del horizonte ...
... y a la par del largo cordal deshacemos la caminata, volviendo bajo un "abrasador" sol de noviembre al punto de inicio en medio de la nada del desierto navarro.

Una visita a las bardenas no podía concluir sin visitar su insignia, 
CastildeTierra. 

Que cada dia va a menos, pero sigue manteniéndose en pie, algo parecido a lo que nos pasa a nosotr@s 😝
Así nos veremos en la siguiente y última del año con las gentes de Etxabakoitz, en otra jornada que siempre está marcada en el calendario. Tocando este año ser algo diferente, aunque casi seguro que no tanto como estaba planeado.

Vuelta Piskerra y Rallon
Recorrido circular por el entorno de Piskerra y Rallón, pasando por la atalaya y el paso de los ciervos. Datos GPS: 12 km; ±350 m; 3-4 h.

Grupo de Montaña  SDC Echavacoiz








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